Deja de confiar en los de arriba y empieza a confiar en ti

Pablo Ruiz Aguirre

Cada 24 de mayo, nos vemos convocados a que nos rinda cuentas el primer mandatario respecto de su año de gestión. Sin embargo, ¿no es esto un proceso vertical, conformista e irresponsable? Cada año, nos sentamos a visualizar en televisión o redes sociales, y a preparar nuestra crítica, fundada o no, para decir, bien o mal, esperar que se acabe el magno evento y seguir haciendo lo que hemos venido haciendo, cuando sabemos que se hace lo mismo de siempre desde arriba.

No te preguntes: ¿qué hizo Moreno por mejorar nuestro país, sino qué hiciste tú por él? Podemos criticar su manera de manejar la economía, pero ¿cuánta de nuestra productividad la hemos puesto en beneficio de los demás, del crecimiento de nuestra economía local?

Podemos criticar su manera de combatir la corrupción, pero ¿cuántos de nosotros, ya dejamos de lado el soborno al agente de tránsito, la viveza criolla de pasarse la fila?

Podemos criticar su coherencia ideológica, pero ¿cuántos de nosotros, hemos sido coherentes con lo que pensamos y decimos en comparación a lo que hacemos?

Podemos criticar sus equivocaciones y las que cometió en relación al gobierno pasado, pero ¿cuántos de nosotros ya ofrecimos disculpas por nuestros errores y hemos rectificado?

Podemos criticar su gestión sustantiva, pero ¿cuántos de nosotros ya estamos ejecutando proyectos a favor de nuestra patria desde ahora y no esperando? ¿Cuántos de nosotros ya organizamos nuestras familias?

Esta no es una apología a nuestro presidente, ni tampoco una justificación de su gestión, no, cada uno sabe lo mediocre e ignorante de qué uno es, pero si un llamado de liberación frente a la vieja política, a la independencia política respecto de la crítica sin ser modelos de sindéresis a propósito del 24 de mayo; puesto que no podemos esperar las soluciones desde arriba a los conflictos que tenemos desde abajo; puesto que los verdaderos procesos empiezan de lo micro a lo macro; puesto que las verdaderas transformaciones de pensamiento, de cultura, de política, de economía, empiezan con el ejemplo y la coherencia individual.

El problema no fue Correa, ni es Moreno, ni será quien venga en 2021, ni la incoherencia identificada que puede haber en sus discursos y gestiones, eso lo sentenciará el tiempo y cada uno. No, ellos no son tan solo el problema, somos también nosotros si únicamente esperamos sentados hasta el siguiente 24 de mayo de 2020 para encender cualquier medio de comunicación o ingresar a cualquier red social y hacer lo mismo que este día

Entonces, preguntémonos, no qué puede hacer el Gobierno y el presidente a su cargo por nosotros, sino ¿qué podemos hacer juntos por la libertad, el progreso y la igualdad de los ecuatorianos, desde donde nos encontramos y en el tiempo en el que habitamos?

Solo así podremos quedarnos entonces con la conciencia tranquila que solo puede brindar la coherencia, con la única recompensa de la seguridad por haber dejado este mundo mejor de lo que lo encontramos, con la historia como la única jueza de nuestros actos. Juntos caminemos por la patria que tanto amamos, poniendo nuestras manos a disposición del trabajo mancomunado, nuestras mentes a entendernos y construirnos y nuestros corazones a disposición del patriotismo necesario, consecuentes de que las palabras pueden ser llevadas por el viento desde cualquier 25 de mayo, pero que también tenemos la honrosa oportunidad, desde ese mismo día, desde ahora, de hacerlas realidad y asumir el rol que desde hace tiempo hemos dejado de lado, por solo mirar desde acá abajo, cuando desde aquí podemos ya levantar la cabeza con responsabilidad ciudadana.

Porque o apuntamos en televisión, radio, en twitter y en Facebook hoy día, o solicitamos la misma medida de fuerza y sacrificio de nosotros, por nosotros y para nosotros como la que somos capaces de solicitar de cualquier mandatario. Ya es hora de dejar de confiar en los de arriba, y que empecemos a confiar en nosotros. Confía en ti.(O)

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