Faltaron las tragedias vividas

La Asamblea Nacional trabaja en varias reformas a la Ley de Tránsito y Transporte Terrestre. Espera acabarlas a fines de año, pero las debatió al cierre de la semana pasada, luego de varias suspensiones desde noviembre. Recibió a representantes de los gremios del transporte, quienes dijeron que el Estado adeuda a la transportación.

Añadieron que por el sistema de puntos hay choferes desempleados, que no se aplica el Plan de Rutas y Frecuencias, que las reformas de la última década ahondaron la crisis y que las plataformas internacionales (Uber y Cabify) afectan a los taxistas. Quieren el control y regulación por la Agencia Nacional de Tránsito, y otro de seguridad vial.

Fue subido de tono el énfasis con que fueron planteadas estas demandas. Sobre el sistema de puntos, por ejemplo, alguien dijo que “ha sido un fracaso, porque en los últimos diez años los accidentes se han incrementado, y ha servido como arma de chantaje, además es inconstitucional porque es discriminatoria”.

Curiosamente los costos en vidas humanas y daños materiales provocados por los accidentes en los últimos diez años brillaron por su ausencia. También se pasó por alto la indemnización a las víctimas de su imprudencia o del ineficiente mantenimiento de sus vehículos.

No se abordaron, en cuanto a su pertinencia, los subsidios que reciben del Estado, que se mantienen pese a la aguda crisis económica. Menos aún la calidad y seguridad del servicio que recibe quien los paga, o sea, el pueblo. Para que el cuadro sea completo, estos “actores”, los usuarios y las tragedias vividas, debieron pasar con voz propia por la tribuna de la Asamblea.


Acostumbramos a cometer nuestras peores debilidades y flaquezas a causa de la gente que más despreciamos”. Charles Dickens Escritor británico (1812-1870)

El hombre que ha cometido un error y no lo corrige comete otro error mayor”. Confucio Filósofo chino (551 AC-478 AC)