Las alarmas siguen prendidas y se tiene la impresión que así estarán por mucho tiempo. A cuenta gotas van apareciendo las denuncias sobre aportes millonarios irregulares a las campañas electorales de Alianza PAIS, a cambio de la adjudicación de obras. Ahora develan la posible metodología que se siguió en las campañas de Correa y a la que también se echó mano en la que llevó a Lenín Moreno a la Presidencia.
En estos días, la clase política sin excepción, debe sentirse vigilada por algún duende esquivo, que no da a conocer sus fuentes documentales ni de financiamiento, lo cual no es obstáculo para que la Contraloría y la Fiscalía inicien, de oficio, las debidas investigaciones. Alguien podría pensar que no solo se quiere dinamitar al correísmo, sino también a los protagonistas del morenismo, hoy abanderados de la lucha anticorrupción.
Un “abanderamiento” que, con las denuncias que se suceden por las redes sociales, tienden a regarse sin ningún tipo de continencia, dejando vacíos e imprecisiones que la imaginación (inocente o no) tiende a magnificar o torcer según los intereses de cada uno de los actores participantes. Tal vez las cartas definitivamente “se pongan sobre la mesa” cuando lleguen las próximas elecciones.
¿Cómo debe ser “el acuerdo” para que se considere conspiratorio? La respuesta es ineludible. Todos los señalados deberán hacerlo sin demora y con pruebas fehacientes sobre la no existencia de un acuerdo. Y la justicia, si se aceptan o no las supuestas pruebas circunstanciales que se esgrimen, actuar en consecuencia y de manera ejemplarizante.
Quien controla los medios, controla la cultura”. Allen Ginsberg Poeta estadounidense (1926-1997)Si se llega a un punto determinado, ya no hay regreso posible. Hay que alcanzar ese punto”. Franz Kafka, Escritor checo (1883-1924)