Se recordó al patriota de Guayaquil

EDGAR QUIÑONES SEVILLA

Los patriotas e intelectuales porteños de la gesta libertaria de Guayaquil de 1820, no pudieron escoger nada más determinante para la emancipación del yugo español, que un medio de comunicación combativo, al que llamaron El Patriota, con el cual expusieron el pensamiento y justas reclamaciones populares de la región costeña de la entonces Real Audiencia de Quito, con lo cual se afianzaría la decisiva revolución de octubre de 1820.

José Joaquín de Olmedo, el inspirador; Vicente Ramón Roca, director de la publicación, y Manuel Ignacio Murillo, el tipógrafo, entre otros, expusieron en las páginas de El Patriota, el 26 de mayo de 1821, las opiniones de toda la colectividad heredera del Reino de Quito, las naciones Huancavilca, Chibcha, Manta, Valdivia y otras etnias del actual Ecuador. En recuerdo de este acto fundamental para nuestro glorioso territorio, es que el 30 de mayo pasado se dieron cita en el principal recinto del Municipio de Guayaquil, representantes de la comunidad primitiva, una etnia, que, según Garcilozo de la Vega, el Inca, era la más valerosa que halló Huayna Cápac en su conquista y retardó la ocupación impuesta por su imperio, con asiento en el Cuzco, previo al arribo español en 1525.

Hace 44 años, el 30 de septiembre de 1975, nació la Federación Nacional de Periodistas del Ecuador, gracias al empeño de Alberto Maldonado y Marcelo Cevallos, de Pichincha; Carlos Pérez Perazo, Osvaldo Ávila, Rafael Guerrero y Leonardo Heinnert, de Guayas; Julio Estupiñán y Edgar Quiñones, de Esmeraldas; Antonio Lloret, de Azuay; Antonio Jaramillo, de Loja; Fabián Vizcaíno, de Chimborazo; Voltaire Medina, de El Oro; Edmundo Izaguirre, de Manabí, y otros valiosos comunicadores. La Fenape, entidad matriz de la pluma y el pensamiento de esta nación de Atahualpa, Eugenio Espejo y Vicente Rocafuerte, se ha convertido en el baluarte de las aspiraciones de los postergados del país.

La Asociación Ismael Pérez Pazmiño, la UNP del Guayas y el Colegio de Periodistas de esta provincia, han tenido la generosidad de entregarme, en la fecha, su máximo galardón de reconocimiento por mi modesto trabajo de más de 60 años al servicio de la patria de Luis Vargas Torres, periodista y militar que murió fusilado en 1897 por defender los altos valores de nuestra nación, deferencia que acepté con humildad pero con el compromiso de redoblar mis afanes por un Ecuador mejor, desde mi posición de presidente de la Fenape, mediante acciones de beneficio colectivo.