Arte ecuatoriano se pasea en Madrid

TRABAJO. El ecuatoriano confeccionó con brocados, encajes de chantilly, gasas y algodón.
TRABAJO. El ecuatoriano confeccionó con brocados, encajes de chantilly, gasas y algodón.

Redacción MADRID

EFE

El guayaquileño Fabrizio Célleri debutó ayer en la pasarela madrileña con la colección Colorada y Barroca, inspirada en el país.

Tras desfilar en Nueva York, Miami, Argentina, México, Perú, Colombia, Panamá y otros países latinoamericanos, Célleri, que cuenta con 22 años de experiencia, presentó su trabajo «con la intención de abrir un nuevo mercado en Europa». Y con este objetivo, ideó un ‘performance’, en el que las 38 modelos pasearon por una de las calles del madrileño barrio de Salamanca y luego posaron en el club, The Craft.

Célleri tiene oficio. Sabe de costura y confecciona prendas vistosas, en las que mezcla distintas texturas, la mayoría para que la mujer las vista de noche en eventos y alfombras rojas: «Adoro la sofisticación».

Entre las propuestas están: pantalones pitillo y rectos con cintura alta, que combinan con top o cuerpos bordados con canutillos de cristal y plumas. Brocados, encajes de chantilly, gasas o algodón son algunos de los tejidos con los que trabaja. Célleri considera que su trabajo «no es alta costura como la de Valentino», pero reconoce que en ella existe un importante proceso artesanal, «la enmarcaría en ese nuevo concepto llamado prêt-à-couture».

El artista, que adora los diseños de la firma española Del Pozo, recuerda que cuando comenzó en la moda no existía la figura del estilista, y hoy cree que es una pieza imprescindible en la industria. «Tienen un don especial para mezclar y armar nuevos estilismos, siempre suman y ayudan muchísimo al diseñador».

Tras su presentación en Madrid, tiene la intención de trabajar la costura a medida, “a petición de mis clientas”, y sueña con tener un espacio en la tienda Ekseption: “es divina”.