Universidad gradúa a su primera promoción en la Amazonía

CONOCIMIENTO. Alumnos en el campus de la Universidad Ikiam, en Tena
CONOCIMIENTO. Alumnos en el campus de la Universidad Ikiam, en Tena

Redacción EFE

La primera promoción de estudiantes de la Universidad Ikiam, en la Amazonía ecuatoriana, se graduó el jueves y el viernes como el resultado del trabajo por el desarrollo de la región que ha emprendido este centro educativo, cuyo alumnado es nativo del oriente del país en un 40%.

Un total de 82 alumnos presentaron sus tesis de final de carrera, con investigaciones tan diversas como los efectos de los residuos en las aguas de algunos ríos amazónicos, la diversidad de insectos comestibles y plantas hospederas en la tradición kichwa de las comunidades selváticas de Ecuador.

Uno de los principales objetivos de la institución es, en palabras de su vicerrector académico, Jorge Celi, otorgar un “conocimiento holístico”, con el que sean capaces de “dar soluciones a cualquier tipo de problema ambiental y social que tengan la región y el país”. Celi destacó que la idea con la que surgió Ikiam en 2014 fue “contar con una institución académica de alto nivel, que pueda suplir las demandas de educación e investigación” que existen en la Amazonía.

Esta zona, según docentes y alumnos, está menos desarrollada en comparación con la región Sierra y Costa, y eso se nota también entre los estudiantes.

Interés por su tierra
Henry Carrillo, oriundo de Tena (Napo), mencionó que existen “diferencias grandes” entre sus compañeros de la Sierra y la Costa y quienes vienen de la Amazonía y zonas rurales, aunque esa disparidad tiende a desaparecer.

Con 21 años, se encuentra cursando la carrera de Ingeniería en Ciencias del Agua y tiene claro que su futuro está encaminado a continuar formándose fuera del país, para regresar a su “tierra” y “ayudarla a que se puedan solucionar problemas ambientales o económicos”.

En el primer semestre de este año habían 941 estudiantes matriculados en Ikiam, quienes tenían a su disposición 106 docentes en ocho carreras ofertadas.

De ese casi millar de alumnos, 398 pertenecían a la región amazónica (281 del Napo, 40 de Pastaza, 35 de Orellana, 23 de Sucumbíos, 10 de Morona Santiago y nueve de Zamora Chinchipe).

Casi 160 de estos estudiantes son indígenas, siendo la comunidad mayoritaria la kichwa amazónica (85), según datos del centro educativo en abril.

Para el docente Pablo Jarrín, estas cifras son “importantes”, ya que son la manera de afianzar la “relación con la sociedad y con el territorio amazónico” de la universidad.

Nuevos proyectos
° “Nuestro país requiere personas, estudiantes, juventud que piense en la ciencia, en la tecnología y el conocimiento como potenciales fuentes de riqueza, bienestar y futuro. Nuestra universidad está para eso, enfocada en proteger los recursos de la Amazonía, en darles valor, y en hacer que la región sea un lugar para vivir”, adujo el docente Pablo Jarrín.

Por ello, el centro de educación superior pretende iniciar nuevos proyectos encaminados a esa misión, como el solicitar un incremento de las ayudas estatales para alumnos con problemas económicos o iniciar un nuevo programa de educación a distancia, con el que se impartan cursos a través del medio de difusión que más llega a las comunidades: la radio.

Ventaja por proximidad
° Estar cerca de la Amazonía convierte a esta universidad, no solo en un lugar inmejorable para estudiar la biodiversidad que tiene el pulmón del planeta, sino también en la mayor oportunidad que tiene la ciudadanía de la zona para tener una formación de calidad.

“El nivel educativo en la Sierra y en la Costa es mucho más alto, pero eso representa un gasto adicional para mis padres, que no tienen dinero; por esa parte, sí veo como positivo poner este tipo de instituciones, de esta calidad, en este tipo de zonas que están desamparadas en ciertos aspectos”, indicó el estudiante Henry Carrillo.