Atraco a gran escala

Rodrigo Santillán Peralbo

Con gran despliegue publicitario del gobierno y la multinacional ‘Ecuacorriente Sociedad Anónima’, ECSA, se informó que empezaba la explotación de la mina a cielo abierto llamada Mirador, ubicada en Zamora Chinchipe, cantón El Pangui, parroquia Tundayme. Sus reservas probadas son: cobre, 3´180.000 toneladas; oro, 3´390.000 onzas y plata 27´100.000 onzas, pero esa riqueza no será para el pueblo, sino en una mínima parte, ya que el gordo del loteríazo se lleva la empresa extranjera.

Naturalmente que el atraco a gran escala es legal, pues está santificado en la ‘Ley de Minería’ expedida el 29 de enero de 2009, durante el gobierno de Correa. El excandidato a la Presidencia de la República, Diego Delgado Jara, informa que en el Art. 31 de esta Ley se permite la concesión minera directa, en tanto que en el Art. 93 de este mismo cuerpo jurídico se determina el monto de las regalías: “Para este efecto el concesionario minero deberá pagar una regalía equivalente a un porcentaje sobre la venta del mineral y los minerales secundarios, no menor al 5% de las ventas, y las regalías para el oro, plata y cobre, máximo el 8%”.

Es una ley nefasta y antipatriótica en el fondo y en la forma, porque el dueño de la riqueza natural que es el pueblo, sólo se queda con una mínima parte.

Las ganancias que se llevará Ecuacorriente que es un consorcio chino, serían de unos 20 mil millones de dólares. El Estado recibirá 5.500 millones de dólares. “Generosamente” Ecuacorriente habría entregado a las comunidades la cantidad de 15 millones de dólares como regalías anticipadas.

El Ecuador posee las minas más ricas del mundo como Cascabel o Fruta del Norte, por ejemplo, pero el pueblo se quedará sin minerales, con miles de hectáreas y agua contaminadas, y más empobrecido que nunca.

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