SP

Freddy Rodríguez

Luego del aparecimiento de los correos de Laurita y Pamelita, así como de sus cuadernos de notas, relacionadas con el affaire del “arroz verde” y del “verde final”, los ecuatorianos vivimos en la zozobra, con la respiración contenida, con escalofríos y espasmos, tratando de descubrir a quiénes pertenecían las iniciales que aparecían varias veces en dichos documentos. ¿Quién será VP o Líder 1?, nos preguntábamos, y por ahí alguien nos ilustró, y nos dijo que era el ex Vicepresidente JG, hoy privado de la libertad. ¿Quién será Líder 2?, nos rompíamos la cabeza tratando de adivinar, y ha sido supuestamente Angelita Duarte, ex Ministra del ex Jefe Supremo. Pero la duda mayor era conocer quién es el famoso SP. En un momento llegamos a pensar que era el “Santo Padre”, pero de inmediato desechamos esa posibilidad, ya que aunque Su Santidad tiene algunas simpatías con los gobiernos “progresistas” de esta América Latina, estamos convencidos que no se iba a mezclar en asuntos terrenales. ¿Será tal vez Sigfredo Palomeque?, me pregunté yo para mis adentros y casi al borde de la locura, pero concluí que no, ya que no tengo la menor idea de quién será ese señor. ¿Quién, por el amor de Dios, quién será entonces el famoso SP? La respuesta nos vino de ultramar, de la lejana Bélgica, desde un ático en Lovaina: “Yo soy SP”, confirmó el inquilino del ático, “ya que, generoso como soy, autoricé que se debiten de mis sueldos 380 dólares mensuales para el FS, que era un fondo de solidaridad de la Presidencia” dijo, palabras más, palabras menos. “A confesión de parte, relevo de prueba”, reza un viejo aforisma jurídico, y desde aquí, desde el otro lado del mundo, respiramos tranquilos, al comprobar que la peste del olvido que le había sobrevenido al susodicho (que le impedía recordar que Laurita y otros involucrados en estos “negocios entre privados” trabajaron para él… Laurita cerca de él, en el despacho presidencial) por fin había desaparecido, y ahora sí se acordó con total lucidez que él es SP. Esperamos, ansiosos, que se acuerde también de las autorizaciones que, en su calidad de SP, confirió para que el arroz verde se cocine, y así comerlo con agrado.