Luchemos por Venezuela libre

CARLOS CONCHA JIJÓN

América tiene la obligación de coadyuvar a encontrar una solución, que permita sacar a Venezuela del marasmo en que se encuentra, por culpa de una de las dictaduras más oprobiosas del planeta. Tiene que haber la solidaridad humana, cuando escuchamos los gritos de dolor y angustia de un pueblo que clama justicia, frente al atropello institucionalizado del sometimiento a toda la nación venezolana, que sangra por las heridas infringidas por el déspota. Dolidos expresamos: pobre Venezuela, sumergida bajo un estado bestial de barbarie, impuesto por el yugo de una tiranía deleznable, que naufraga en la inconsistencia nefasta del individualismo, rayando en la locura.

Venezuela sucumbe en la impotencia, frente a la muerte que merodea agazapada, para dar un abrazo traicionero, en un contubernio entre el caos y la inconsciencia, que conduce a la incertidumbre. Así está Venezuela luchando para proclamar las libertades en ese infierno demoniaco de tortura, impuesto por el sátrapa. Las fuerzas de la colectividad venezolana y su resistencia a la tiranía empiezan a descomponerse y van dejando un vestigio de lo que fue la dignidad y las libertades.

En la fatalidad el caos toma nombre y aparece triunfador, construyendo sepulturas a la esperanza y los sueños de buenos y nuevos horizontes, que son abrazados por la bruma en una oscuridad terrorífica, mientras los enemigos de la democracia se transforman en fuego, para quemar las aspiraciones del pueblo rebelde, que lucha por sus derechos y libertades.

El pueblo venezolano tiene la obligación patriótica de redimirse, frente al atropello al que está sometido por el yugo de una dictadura sangrienta e implacable; tiene que romper las cadenas del despotismo para forjar una nueva Venezuela con dignidad. Los venezolanos deben encontrase nuevamente para forjar una férrea unidad, para izar fervorosos y patrióticamente la bandera de la Patria y la libertad.

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