Said López, el rugby para hacer una sociedad más equitativa

Labor. Said imparte clases gratis de rugby en el estadio de Calderón.
Labor. Said imparte clases gratis de rugby en el estadio de Calderón.

No es Nelson Mandela, pero ve en el rugby la herramienta ideal para cambiar la sociedad. Al igual que el líder sudafricano, Said López, un quiteño de 29 años, busca con una pelota ovalada compartir los valores de respeto, solidaridad, integridad disciplina y pasión que hay en este deporte.

Su historia empezó hace siete años, cuando conoció el rugby. Entendió, entonces, que desde ese rectángulo de juego podía inspirar y unir a la gente. Se fue al Comité del Pueblo, al nororiente de Quito, en busca de un espacio para empezar un sueño.

Una colonia vacacional de un colegio le permitió ponerse manos a la obra. Fueron 1.300 niños y “pudimos entrar como materia en el pensum de estudios”, destaca Said, quien encontró un primer ‘tackle’ en los padres de familia, los mismos que lo veían como un deporte rudo.

“Nos decían que les estábamos enseñando a sus hijos a golpearse, pero después de entender los valores de este deporte, ellos decían que sus hijos llegan felices y desahogados a la casa”, cuenta Said.

Puesta la semilla, el siguiente paso era abrirse más campo. Con el respaldo de la Dirección de Deportes de la Prefectura de Pichincha, que impulsó y creyó en el proyecto, pudo abrir la primera escuela pública de rugby que funciona en la parroquia de Calderón. “Buscamos la masificación. Crear más sitios de este tipo, que se juegue en las universidades, colegios y escuelas. A veces la gente está cansada del fútbol. Ahí entra el rugby para refrescar y quedarse, porque es una actividad que respeta al rival, al árbitro, a todos”.