Demencia y Alzheimer

Se ha convertido en una estrategia manipuladora y recurrente de los acusados de actos de corrupción negarlo todo como si estuviesen dementes o con Alzheimer. Como la ingenuidad y la paciencia se acaban, el registro digital de las redes e internet inmortaliza acontecimientos públicos de fácil acceso. Para muestra varios botones.

El 11 de septiembre de 2012 se hizo un homenaje en el Hotel Quito, a Pedro Delgado, expresidente del Banco Central, por su intachable “conducta”. Asistieron, entre otros, “Fernando Cordero, Soledad Buendía, Ramiro González, Fernando Alvarado, Doris Soliz, Homero Arellano, Domingo Paredes, Alexis Mera y María de los Ángeles Duarte”, según la prensa. No podía faltar, por supuesto, Rafael Correa.

Delgado es prófugo de la justicia. Ha reconocido en innumerables ocasiones que nunca se graduó de economista, es decir que hubo falsificación ideológica de su título, pero además se convirtió en uno de los detractores más tenaces contra el Gobierno de la revolución ciudadana. En otras palabras se pelearon los compadres y también algunas comadres.

Correa insultaba a la prensa, a la oposición y a quienes hicieran cualquier crítica, porque su primo era casi casi un angelito, al cual debíamos encomendarnos para que el país salga adelante. Las denuncias de corrupción eran de “mala fe”, porque la prensa “corrugta” era su mayor contrincante, sin embargo, la justicia tarda pero llega.

De quienes asistieron al acto para respaldar a Delgado están, por ejemplo, Ramiro González y Fernando Alvarado, que están prófugos, Alexis Mera y María de los Ángeles Duarte, que enfrentan juicios después de las delaciones de Pamela Martínez, cercana a Correa. “Quien entre lobos se junta a aullar aprende”, pero también que se les durmió el diablo a varios “angelitos” de la revolución.

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