Hernán Yaguana Romero
El siglo XXI nos ha traído vastos cambios, en artículos anteriores ya hemos hablado de algunos de ellos. En esta ocasión, vamos a hacer referencia a la hipercomunicación, a cómo el mundo se va constituyendo por la información; como hemos pasado de una sociedad del valor industrial al comunicacional. Una sociedad en la cual la mercancía por “hablar más” hace millonarios a un puñado de empresarios internacionales que, usando nuestro propio espacio aéreo, promocionan y venden paquetes de telefonía y datos a precios sin ninguna regulación, pues están por encima de cualquier jurisdicción nacional.
Son esas mismas empresas telefónicas quienes mediante publicidad permanente, llamadas telefónicas o cualquier otro mecanismo tratan de influir para que nosotros consumamos activamente sus productos. Les interesa que hablemos y chateamos el mayor tiempo posible usando sus dispositivos. Por eso cada vez nos están llamando para vendernos nuevos planes y ofrecernos algún servicio adicional.
Queridos amigos, creen ustedes que para vivir mejor y ser más felices se requiere tanta información mediada por una interface tecnológica, es decir por pantallas; no será ese un invento de quienes están sacando provecho haciéndole creer al gobierno que, invirtiendo 500 millones de dólares, en los próximos tres años, van a contribuir para edificar el Ecuador Digital y así tener un mejor país. No hay que ser ilusos, esa inversión, sin duda repercutirá en beneficio exclusivo de la operadora América Móvil más conocida en nuestro país como Telefónica Claro.
Creo que debemos reflexionar seriamente analizando si los paquetes de datos y de telefonía que contratamos mensualmente son necesarios. Pregunta, ¿cuánto pagamos al año por telefonía móvil? (O)