Reto periodístico

Roque Rivas Zambrano

En un mundo global lo local se desvanece en los medios de comunicación. Es común escuchar que los temas “duros” o “relevantes” son aquellos que tienen trascendencia nacional o mundial. Por eso, no es extraño que se premien, generalmente, reportajes que dejan al descubierto escándalos de corrupción dentro de los gobiernos, negociaciones fraudulentas de servidores públicos o que describan la dura realidad de fenómenos que afectan toda la región, como la migración en la coyuntura actual.

Es imprescindible informar sobre estos eventos que tienen un impacto innegable para toda la población. Esto no implica perder de vista las cosas que están sucediendo a pocos metros y que, aunque afecten a un grupo menor y específico, representan problemáticas que merecen estar en el ojo del huracán y desatar debates profundos. El reto del periodismo local es intentar mantener visibles las prioridades de “los vecinos” frente a un conjunto gigantesco de informaciones globales e impersonales.

Los avances tecnológicos, lejos de ser una amenaza, son aliados para la proliferación de medios locales, que han logrado nuevas oportunidades de negocio, diversificación de contenidos y conexiones directas con las audiencias. No es cerrarse a un ámbito geográfico concreto sino en ser un puente para quienes, al estar lejos de su lugar de origen, quieren seguir conectados a él.

Una de las características de estos medios emergentes es su énfasis en el compromiso con la comunidad. Se evidencia en su predisposición para escuchar a la gente y a tener un diálogo más cercano. No implica asociarse con la vecindad, es hacerle entender que si hay cosas que están mal se escribirá sobre ellas y que, pase lo que pase, el reportero local seguirá contando historias mínimas pero no por eso menos valiosas.

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