Otra vez la Justicia

Ricardo Guamán Araujo

El sistema de justicia siempre vive en duda, siempre a las órdenes de los gobernantes, siempre tan ‘independiente’, sino no hay poder; si no se está con quienes dan las disposiciones, no hay justicia. No hay nada.

Cada tanto que alguien sube al poder Ejecutivo, hay cambios y cada Corte tiene un nombre (esos nombres nos suenan). A quienes opinan sobre el tema los replican con cosas que supuestamente hacen bien que ni al caso van.

Fiscales corruptos, jueces corruptos, citadores corruptos, con salvadas excepciones que la regla tiene. Pero aquí nadie sabe nada.

Usted (los ciudadanos), reitero, ponen una denuncia sobre todo a un Juez o a un Fiscal, se mandan archivar y las causas pasan al archivo a la Unidad de Guayaquil, las que están por aquí por Loja, se guardan en el más absoluto silencio.

Antes uno tenía que ir con un citador para notificar, hablo lo real; ahora los citadores van solos y sin preguntar si por lo menos las personas viven todavía ahí, dejan en el suelo las notificaciones, el daño está hecho. Empieza la etapa procesal de lo que la mayoría de las personas se enteran ya cuando hay sentencias, hay recursos que se encausan en encubrirse entre ellos mismos.

Los jueces, no todos, en sus sentencias no se refieren a lo que se trata en la audiencia por más que estén grabadas, y encubren con palabras como: “Sobre tal asunto no me voy a referir”. Fiscales ni se diga que en plena preparatoria a juicio antes que las audiencias sean grabadas retiran sus acusaciones.

Ah, lo vimos en los medios de comunicación y cosa rara muchas personas del mismo núcleo familiar trabajando en el sistema de Justicia, Judicatura le llaman.

A quienes no tienen causas, ni nada porque ir por ahí no les afecta en lo más mínimo, es una anécdota, pero para quienes la necesitan y no creen en ella, es un verdadero martirio.

Hace más de media década lo dije, lo volví a decir, y lo repito: Nuevos ladrillos y nuevas computadoras no hacen ni van a hacer más ni mejor justicia. (O)

@EMDLS