Franklin Barriga López
Durante la ceremonia con la que se inauguró el año lectivo en la región Sierra-Amazonía y a la cual asistieron el Presidente de la República y la Ministra de Educación, en la Unidad Educativa Antisana, en la parroquia de Píntag, se ha llevado a cabo un acto de marcado simbolismo.
Un árbol de sueños fue colocado para que los asistentes pongan por escrito sus ideas, a la vez que la Dra. Monserrat Creamer, hace poco designada acertadamente Ministra del ramo, informó que se han desarrollado capacitaciones a los docentes e innovaciones en áreas digitales, lo que redundará en beneficio de niños y adolescentes, para que puedan desenvolverse en forma debida, en el campo tecnológico, especialmente en el digital que va prevaleciendo.
Dicho árbol entraña la representación de los anhelos y objetivos a cumplir, dentro de una atmósfera de superación, alimentada por savia que derrota a la amargura, inmovilismo y frustración. Sus raíces sostienen ilusiones, se afianzan al suelo nutricio y se proyectan a ramajes con frutos agradables, de abundancia.
Iniciativas de esta naturaleza fomentan valores y principios, con miras a metas loables y objetivos superlativos. Recordemos que en el mito antiguo, cuando se abrió la caja de Pandora, que contenía todos los males, quedó en el fondo únicamente la esperanza y fue suficiente, por cuanto ella ha guiado a la humanidad por el camino de la superación y el triunfo. Sin ideales la vida se volvería un desierto, con imposibilidad de buscar oasis.
En el área educativa existe una metodología que se llama holística, que aborda los desafíos más grandes de la existencia y como superarlos, mediante habilidades propias y motivaciones permanentes.