Redacción ESPAÑA
EFE
Miles de personas dijeron adiós a Camilo Sesto en la capilla ardiente, instalada en la sede de la Sociedad General de Autores y Editores (Sgae), en Madrid.
A 10 minutos del mediodía abrió sus puertas la capilla ardiente, para que pasaran ante el féretro los fanáticos, que llegaron de diferentes lugares, como Carla y su madre, que tras viajar de noche en un autobús, desde Barcelona, encabezaban la fila, cuyo final no se atisbaba a las puertas.
La presidenta de esta institución, la soprano Pilar Jurado, dijo que se le puso la piel de gallina al ver el cariño. “Se merece esto y mucho más”, comentó.