Detectan gigantesca estrella de neutrones

HALLAZGO. El descubrimiento ayuda a estudiar la naturaleza del tiempo en el espacio.
HALLAZGO. El descubrimiento ayuda a estudiar la naturaleza del tiempo en el espacio.

Redacción LONDRES

EFE

Un grupo de científicos de Estados Unidos ha detectado una estrella de neutrones gigantesca, la mayor identificada hasta ahora en el universo, según revela un estudio publicado este lunes en la revista Nature.

La denominada estrella de neutrones nace en las últimas fases de una estrella gigante como resultado de una explosión de supernova y son los objetos considerados «normales» más densos del universo tal y como lo conocemos.

La citada investigación indica que los agujeros negros son técnicamente más densos pero se alejan de lo que se considera «normal».

Los científicos apuntan que si pusieran material de estrellas de neutrones en el tamaño de un azucarillo en forma de cubito, éste pesaría 100 millones de toneladas en la Tierra o el equivalente de toda la población humana.

Durante años, astrónomos y físicos se han formulado numerosos interrogantes sobre esos objetos y siguen sin hallar respuesta a muchos de los misterios que rodean su naturaleza.

Para analizar las estrellas de neutrones, un grupo de astrónomos del Centro de Fronteras Físicas (NANO Grav) emplearon el llamado Telescopio del Banco Verde (GBT) de la Fundación Nacional de Ciencia (EE.UU.).

Los investigadores hallaron que un púlsar -una estrella de neutrones que emite radiación periódica- que rotaba rápidamente, llamado J0740+6620, es la estrella de neutrones gigante jamás medida, con 2,17 veces la masa del Sol en una esfera de tan solo 30 kilómetros.

«Las estrellas de neutrones son tan misteriosas como fascinantes», apuntó en el estudio Thankful Cromartie, el autor principal del estudio, de la Universidad de Virginia y predoctorando en el Observatorio de Astronomía de Charlottesville (Virginia, Estados Unidos).

Según ese experto, esos «objetos del tamaño de una ciudad son núcleos atómicos gigantescos».

Los púlsar rotan cientos de veces por segundo y los astrónomos pueden emplearlos como el equivalente cósmico de los relojes atómicos.

Esa precisión ayuda a los astrónomos a estudiar la naturaleza del tiempo en el espacio, medir la masa de los objetos estelares y mejorar su comprensión de la relatividad general.