Loja Federal

Lucía Margarita Figueroa Robles

Existe un tipo de organización política que constituye la mejor forma de integrar comunidades en busca de un beneficio común. De ahí que la necesidad de cada pueblo es producto de su historia, los escenarios y las penurias que les han llevado a constituirse en coaliciones, con la finalidad de que se pueda distribuir el poder y la soberanía entre todos los territorios que la conforman. Es así como en nuestro terruño producto del centralismo incesante, en donde todo el poder y toma de decisiones recaía en el gobierno central, surge la imperiosa necesidad de que se instaure autonomía tanto en las decisiones políticas como administrativas, guiándose en un camino hacia la libertad. Ya que como establece el historiador lojano Pío Jaramillo Alvarado, entre las principales motivaciones que generaron el federalismo en nuestra Loja, se ubica la inapelable voluntad lojana de separarse del Gobierno Departamental de Cuenca, sobre todo cuando entre los puntos de reclamo del Cabildo Lojano al libertador Simón Bolívar, como se manifiesta en textos del mencionado historiador lojano, se exteriorizaba que “…no podrá Loja salir de la situación a que se halla reducida, sino siendo independiente de Cuenca, componiendo un Departamento o Prefectura con las provincias de Jaén y Zaruma…”. Hasta que el 18 de septiembre de 1859, bajo la jefatura civil y militar de Manuel Carrión Pinzano, en medio de una evidente desintegración nacional, se instaura el Gobierno Federal de Loja, en los espacios de las actuales provincias de Loja, Zamora Chinchipe y la zona alta de la provincia de El Oro. A partir de tan relevante acontecimiento histórico que fue uno de los pioneros, ha quedado plasmada en nuestra historia hechos relevantes como la instauración de la “Corte de Justicia”, la UNL, entre otras entidades que fueron surgiendo y le pusieron fin a aquella estructura departamental consolidada en las grandes provincias de Quito, Guayaquil, Cuenca, aunque hoy en día a través de los gobiernos se ha intentado concentrar nuevamente el poder en estas ciudades. (O)