Una tacita de café de $914 por favor…

PRODUCTO. El café de El Münch se cuece al vapor, lo que resalta su aroma y dulzura. (Foto ilustrativa: pixabay)
PRODUCTO. El café de El Münch se cuece al vapor, lo que resalta su aroma y dulzura. (Foto ilustrativa: pixabay)
PRODUCTO. El café de El Münch se cuece al vapor, lo que resalta su aroma y dulzura. (Foto ilustrativa: pixabay)
PRODUCTO. El café de El Münch se cuece al vapor, lo que resalta su aroma y dulzura. (Foto ilustrativa: pixabay)
PRODUCTO. El café de El Münch se cuece al vapor, lo que resalta su aroma y dulzura. (Foto ilustrativa: pixabay)
PRODUCTO. El café de El Münch se cuece al vapor, lo que resalta su aroma y dulzura. (Foto ilustrativa: pixabay)
PRODUCTO. El café de El Münch se cuece al vapor, lo que resalta su aroma y dulzura. (Foto ilustrativa: pixabay)
PRODUCTO. El café de El Münch se cuece al vapor, lo que resalta su aroma y dulzura. (Foto ilustrativa: pixabay)

Si pasas de visita por Osaka, tienes que conocer un lugar donde este producto sabe diferente a los demás.

El Münch, una pequeña cafetería en Osaka, Japón, es probablemente el único lugar en el mundo donde puedes disfrutar de una taza de café recién hecho de 22 años. Eso si te lo puedes permitir, ya que cuesta 914 dólares, indica periodismo.com.

De acuerdo con la página web, la historia de lo que muchos consideran la taza de café más cara del mundo comenzó hace décadas, totalmente por casualidad. Kanji Tanaka, el propietario y único empleado de The Münch, solía tener un tipo de café helado en el refrigerador, para poder servirlo a los clientes de inmediato, pero una vez olvidó un lote en la nevera durante más de medio año. Ya no podía servírselo a los clientes, pero antes de tirarlo, decidió probar un sorbo y ver cómo sabía. Para su sorpresa, todavía era bueno, y había adquirido un sabor especial.

Cuando descubrió que su café todavía era potable, los barriles pequeños de madera estaban de moda en Japón. Fueron anunciados como una excelente manera de hacer que el alcohol barato supiera mejor, y Tanaka se preguntó qué podrían hacer por su café. Puso el lote que había olvidado en la nevera en estos barriles de madera y lo dejó envejecer durante 10 años. Cuando lo degustó una década después, se había vuelto dulce, casi como un jarabe.

Entonces, Tanaka comenzó a usar granos de café crudo envejecidos por 20 años, tostándolos él, moliéndolos y finalmente elaborando su famoso café vintage, usando un sistema Nel Drip similar a un gotero o un Chemex.

Básicamente, se trata de poner el café molido en un filtro, y vertir agua caliente sobre él.

Detalles

El propietario de The Münch vierte agua muy lentamente, de hecho, tan lentamente que la primera gota de líquido tarda 30 minutos en caer en el recipiente debajo del filtro. Afirma que de esta manera, el café se cuece al vapor, lo que resalta su aroma y dulzura, al tiempo que elimina parte de su amargor. El brebaje se almacena en esos pequeños barriles de madera que Tanaka ha utilizado durante décadas. El café añejado se sirve directamente de estos barriles de madera, a través de grifos incorporados, y se vierte en una taza Miessen única en su tipo.

Si pasas de visita por Osaka, tienes que conocer un lugar donde este producto sabe diferente a los demás.

El Münch, una pequeña cafetería en Osaka, Japón, es probablemente el único lugar en el mundo donde puedes disfrutar de una taza de café recién hecho de 22 años. Eso si te lo puedes permitir, ya que cuesta 914 dólares, indica periodismo.com.

De acuerdo con la página web, la historia de lo que muchos consideran la taza de café más cara del mundo comenzó hace décadas, totalmente por casualidad. Kanji Tanaka, el propietario y único empleado de The Münch, solía tener un tipo de café helado en el refrigerador, para poder servirlo a los clientes de inmediato, pero una vez olvidó un lote en la nevera durante más de medio año. Ya no podía servírselo a los clientes, pero antes de tirarlo, decidió probar un sorbo y ver cómo sabía. Para su sorpresa, todavía era bueno, y había adquirido un sabor especial.

Cuando descubrió que su café todavía era potable, los barriles pequeños de madera estaban de moda en Japón. Fueron anunciados como una excelente manera de hacer que el alcohol barato supiera mejor, y Tanaka se preguntó qué podrían hacer por su café. Puso el lote que había olvidado en la nevera en estos barriles de madera y lo dejó envejecer durante 10 años. Cuando lo degustó una década después, se había vuelto dulce, casi como un jarabe.

Entonces, Tanaka comenzó a usar granos de café crudo envejecidos por 20 años, tostándolos él, moliéndolos y finalmente elaborando su famoso café vintage, usando un sistema Nel Drip similar a un gotero o un Chemex.

Básicamente, se trata de poner el café molido en un filtro, y vertir agua caliente sobre él.

Detalles

El propietario de The Münch vierte agua muy lentamente, de hecho, tan lentamente que la primera gota de líquido tarda 30 minutos en caer en el recipiente debajo del filtro. Afirma que de esta manera, el café se cuece al vapor, lo que resalta su aroma y dulzura, al tiempo que elimina parte de su amargor. El brebaje se almacena en esos pequeños barriles de madera que Tanaka ha utilizado durante décadas. El café añejado se sirve directamente de estos barriles de madera, a través de grifos incorporados, y se vierte en una taza Miessen única en su tipo.

Si pasas de visita por Osaka, tienes que conocer un lugar donde este producto sabe diferente a los demás.

El Münch, una pequeña cafetería en Osaka, Japón, es probablemente el único lugar en el mundo donde puedes disfrutar de una taza de café recién hecho de 22 años. Eso si te lo puedes permitir, ya que cuesta 914 dólares, indica periodismo.com.

De acuerdo con la página web, la historia de lo que muchos consideran la taza de café más cara del mundo comenzó hace décadas, totalmente por casualidad. Kanji Tanaka, el propietario y único empleado de The Münch, solía tener un tipo de café helado en el refrigerador, para poder servirlo a los clientes de inmediato, pero una vez olvidó un lote en la nevera durante más de medio año. Ya no podía servírselo a los clientes, pero antes de tirarlo, decidió probar un sorbo y ver cómo sabía. Para su sorpresa, todavía era bueno, y había adquirido un sabor especial.

Cuando descubrió que su café todavía era potable, los barriles pequeños de madera estaban de moda en Japón. Fueron anunciados como una excelente manera de hacer que el alcohol barato supiera mejor, y Tanaka se preguntó qué podrían hacer por su café. Puso el lote que había olvidado en la nevera en estos barriles de madera y lo dejó envejecer durante 10 años. Cuando lo degustó una década después, se había vuelto dulce, casi como un jarabe.

Entonces, Tanaka comenzó a usar granos de café crudo envejecidos por 20 años, tostándolos él, moliéndolos y finalmente elaborando su famoso café vintage, usando un sistema Nel Drip similar a un gotero o un Chemex.

Básicamente, se trata de poner el café molido en un filtro, y vertir agua caliente sobre él.

Detalles

El propietario de The Münch vierte agua muy lentamente, de hecho, tan lentamente que la primera gota de líquido tarda 30 minutos en caer en el recipiente debajo del filtro. Afirma que de esta manera, el café se cuece al vapor, lo que resalta su aroma y dulzura, al tiempo que elimina parte de su amargor. El brebaje se almacena en esos pequeños barriles de madera que Tanaka ha utilizado durante décadas. El café añejado se sirve directamente de estos barriles de madera, a través de grifos incorporados, y se vierte en una taza Miessen única en su tipo.

Si pasas de visita por Osaka, tienes que conocer un lugar donde este producto sabe diferente a los demás.

El Münch, una pequeña cafetería en Osaka, Japón, es probablemente el único lugar en el mundo donde puedes disfrutar de una taza de café recién hecho de 22 años. Eso si te lo puedes permitir, ya que cuesta 914 dólares, indica periodismo.com.

De acuerdo con la página web, la historia de lo que muchos consideran la taza de café más cara del mundo comenzó hace décadas, totalmente por casualidad. Kanji Tanaka, el propietario y único empleado de The Münch, solía tener un tipo de café helado en el refrigerador, para poder servirlo a los clientes de inmediato, pero una vez olvidó un lote en la nevera durante más de medio año. Ya no podía servírselo a los clientes, pero antes de tirarlo, decidió probar un sorbo y ver cómo sabía. Para su sorpresa, todavía era bueno, y había adquirido un sabor especial.

Cuando descubrió que su café todavía era potable, los barriles pequeños de madera estaban de moda en Japón. Fueron anunciados como una excelente manera de hacer que el alcohol barato supiera mejor, y Tanaka se preguntó qué podrían hacer por su café. Puso el lote que había olvidado en la nevera en estos barriles de madera y lo dejó envejecer durante 10 años. Cuando lo degustó una década después, se había vuelto dulce, casi como un jarabe.

Entonces, Tanaka comenzó a usar granos de café crudo envejecidos por 20 años, tostándolos él, moliéndolos y finalmente elaborando su famoso café vintage, usando un sistema Nel Drip similar a un gotero o un Chemex.

Básicamente, se trata de poner el café molido en un filtro, y vertir agua caliente sobre él.

Detalles

El propietario de The Münch vierte agua muy lentamente, de hecho, tan lentamente que la primera gota de líquido tarda 30 minutos en caer en el recipiente debajo del filtro. Afirma que de esta manera, el café se cuece al vapor, lo que resalta su aroma y dulzura, al tiempo que elimina parte de su amargor. El brebaje se almacena en esos pequeños barriles de madera que Tanaka ha utilizado durante décadas. El café añejado se sirve directamente de estos barriles de madera, a través de grifos incorporados, y se vierte en una taza Miessen única en su tipo.