Incertidumbre ciudadana

JORGE ZAMBRANO ANDRADE

Las arcas del Estado están vacías, y alto porcentaje del presupuesto se utiliza para pagar empleados públicos, y gasto corriente.

La inversión pública es casi nula y por lo tanto, no hay creación de empleo y las cifras de los desempleados aumentan cada día, los servicios de salud están al borde del colapso.

La inseguridad, el desempleo, y otras calamidades nos abaten y como en un círculo vicioso, no nos deja caminar.

Los dineros prometidos por los organismos internacionales no han llegado y el gobierno tendrá que emitir bonos para cubrir sus gastos.

Mientras tanto, los bancos están llenos de liquidez y nadie quiere pedir prestado al sistema, porque se teme a la falta de seguridad jurídica y al hecho real que la gente productiva no quiere invertir porque el gobierno no ha esclarecido su posición ideológica y no parece estar deseoso de caminar en senderos claros y transparentes.

Para producir hay que invertir y tomar riesgos, y si el clima social no es propicio, el temor se agiganta y el inversionista tanto nacional como extranjero, prefiere no hacerlo.

Todo mundo quiere aumentos salariales, más dinero y menos trabajo, y tanto en el Estado como en la empresa privada, las finanzas no andan bien.

El Presidente en su coqueteo, ha descuidado el manejo de los asuntos del Estado prioritarios para salir del atolladero en que nos encontramos.

La gente no quiere sacrificios mientras el Estado no se achique, mientras continúe la corrupción y la impunidad. A veces creemos que la gente que nos gobierna vive en una nube placentera y no quiere poner sus pesadas extremidades en el escabroso terreno que todos los demás pisamos.

Cuando se vive en la incertidumbre no se puede avanzar, el país se estanca, los entes productivos se paralizan y el negativismo invade y se asienta como un factor emocional adverso.

El Presidente, con seriedad, con firmeza, debe marcar la senda ideológica y política con claridad, de lo contrario viviremos en una tierra en donde nadie sabe cuál es el camino, para dónde vamos y hacia dónde nos conducen.

El paso debemos aligerarlo, la lentitud nos hunde. Debemos caminar hacia adelante, con metas claras y con definición ideológica.

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