¿Protestas o asaltos?

EDUARDO TABÁREZ RAMÍREZ

Dilectos amigos, además de otras personas y como ya lo mencioné en comentarios anteriores, me han dado su crítica respecto al contenido de algunos artículos y a decir de ellos esperan que lo escrito tenga un mensaje más crítico sin que me hayan dicho contra quién o quiénes, lo haré cuando tenga los insumos que permitan sustentar los adjetivos.

En referencia a esto vuelvo a recordar mi artículo titulado ‘Ni ganadores ni vencidos’, cuyo contenido de fondo era precisamente lo que estamos palpando en los últimos días, este resquebrajamiento social, no hay que ser agorero de nada cuando se observa la realidad, me hubiera querido equivocar y estuviera feliz que así fuera, los días han dado la razón, pues, la descomposición social va en aumento.

Soy un ecuatoriano también afectado por las medidas tomadas, como bien lo han hecho conocer las autoridades de Gobierno, el diálogo está abierto, claro hubiera sido mejor hacerlo antes del hecho y probablemente otro hubiera sido el cantar y no tener las consecuencias que se han registrado.

Las sociedades son heterogéneas, no por ello debe prevalecer lo que uno piensa. Lo que debe estar en sintonía social entre afectos y desafectos es la racionalidad, una protesta no sinónimo de robo, asaltos a mano armada, destrucción de bienes públicos y privados.

Cómo entender que reclamar en nombre del pueblo no obsta que ataquemos al mismo pueblo, qué culpa tiene la señora con su modesta tienda de barrio, la propietaria de un pequeño bazar para que sea agredida por quienes dicen defender al mismo pueblo, yo también voy a reclamar, pero no voy agredir ni asaltar a nadie.

[email protected]

EDUARDO TABÁREZ RAMÍREZ

Dilectos amigos, además de otras personas y como ya lo mencioné en comentarios anteriores, me han dado su crítica respecto al contenido de algunos artículos y a decir de ellos esperan que lo escrito tenga un mensaje más crítico sin que me hayan dicho contra quién o quiénes, lo haré cuando tenga los insumos que permitan sustentar los adjetivos.

En referencia a esto vuelvo a recordar mi artículo titulado ‘Ni ganadores ni vencidos’, cuyo contenido de fondo era precisamente lo que estamos palpando en los últimos días, este resquebrajamiento social, no hay que ser agorero de nada cuando se observa la realidad, me hubiera querido equivocar y estuviera feliz que así fuera, los días han dado la razón, pues, la descomposición social va en aumento.

Soy un ecuatoriano también afectado por las medidas tomadas, como bien lo han hecho conocer las autoridades de Gobierno, el diálogo está abierto, claro hubiera sido mejor hacerlo antes del hecho y probablemente otro hubiera sido el cantar y no tener las consecuencias que se han registrado.

Las sociedades son heterogéneas, no por ello debe prevalecer lo que uno piensa. Lo que debe estar en sintonía social entre afectos y desafectos es la racionalidad, una protesta no sinónimo de robo, asaltos a mano armada, destrucción de bienes públicos y privados.

Cómo entender que reclamar en nombre del pueblo no obsta que ataquemos al mismo pueblo, qué culpa tiene la señora con su modesta tienda de barrio, la propietaria de un pequeño bazar para que sea agredida por quienes dicen defender al mismo pueblo, yo también voy a reclamar, pero no voy agredir ni asaltar a nadie.

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Dilectos amigos, además de otras personas y como ya lo mencioné en comentarios anteriores, me han dado su crítica respecto al contenido de algunos artículos y a decir de ellos esperan que lo escrito tenga un mensaje más crítico sin que me hayan dicho contra quién o quiénes, lo haré cuando tenga los insumos que permitan sustentar los adjetivos.

En referencia a esto vuelvo a recordar mi artículo titulado ‘Ni ganadores ni vencidos’, cuyo contenido de fondo era precisamente lo que estamos palpando en los últimos días, este resquebrajamiento social, no hay que ser agorero de nada cuando se observa la realidad, me hubiera querido equivocar y estuviera feliz que así fuera, los días han dado la razón, pues, la descomposición social va en aumento.

Soy un ecuatoriano también afectado por las medidas tomadas, como bien lo han hecho conocer las autoridades de Gobierno, el diálogo está abierto, claro hubiera sido mejor hacerlo antes del hecho y probablemente otro hubiera sido el cantar y no tener las consecuencias que se han registrado.

Las sociedades son heterogéneas, no por ello debe prevalecer lo que uno piensa. Lo que debe estar en sintonía social entre afectos y desafectos es la racionalidad, una protesta no sinónimo de robo, asaltos a mano armada, destrucción de bienes públicos y privados.

Cómo entender que reclamar en nombre del pueblo no obsta que ataquemos al mismo pueblo, qué culpa tiene la señora con su modesta tienda de barrio, la propietaria de un pequeño bazar para que sea agredida por quienes dicen defender al mismo pueblo, yo también voy a reclamar, pero no voy agredir ni asaltar a nadie.

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EDUARDO TABÁREZ RAMÍREZ

Dilectos amigos, además de otras personas y como ya lo mencioné en comentarios anteriores, me han dado su crítica respecto al contenido de algunos artículos y a decir de ellos esperan que lo escrito tenga un mensaje más crítico sin que me hayan dicho contra quién o quiénes, lo haré cuando tenga los insumos que permitan sustentar los adjetivos.

En referencia a esto vuelvo a recordar mi artículo titulado ‘Ni ganadores ni vencidos’, cuyo contenido de fondo era precisamente lo que estamos palpando en los últimos días, este resquebrajamiento social, no hay que ser agorero de nada cuando se observa la realidad, me hubiera querido equivocar y estuviera feliz que así fuera, los días han dado la razón, pues, la descomposición social va en aumento.

Soy un ecuatoriano también afectado por las medidas tomadas, como bien lo han hecho conocer las autoridades de Gobierno, el diálogo está abierto, claro hubiera sido mejor hacerlo antes del hecho y probablemente otro hubiera sido el cantar y no tener las consecuencias que se han registrado.

Las sociedades son heterogéneas, no por ello debe prevalecer lo que uno piensa. Lo que debe estar en sintonía social entre afectos y desafectos es la racionalidad, una protesta no sinónimo de robo, asaltos a mano armada, destrucción de bienes públicos y privados.

Cómo entender que reclamar en nombre del pueblo no obsta que ataquemos al mismo pueblo, qué culpa tiene la señora con su modesta tienda de barrio, la propietaria de un pequeño bazar para que sea agredida por quienes dicen defender al mismo pueblo, yo también voy a reclamar, pero no voy agredir ni asaltar a nadie.

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