4 escenarios para cambiar subsidio de combustibles

Posibilidades. Las vías de acción van desde volver al subsidio completo o focalizarlo para los sectores más pobres.
Posibilidades. Las vías de acción van desde volver al subsidio completo o focalizarlo para los sectores más pobres.
Posibilidades. Las vías de acción van desde volver al subsidio completo o focalizarlo para los sectores más pobres.
Posibilidades. Las vías de acción van desde volver al subsidio completo o focalizarlo para los sectores más pobres.
Posibilidades. Las vías de acción van desde volver al subsidio completo o focalizarlo para los sectores más pobres.
Posibilidades. Las vías de acción van desde volver al subsidio completo o focalizarlo para los sectores más pobres.
Posibilidades. Las vías de acción van desde volver al subsidio completo o focalizarlo para los sectores más pobres.
Posibilidades. Las vías de acción van desde volver al subsidio completo o focalizarlo para los sectores más pobres.

Una comisión conformada por seis representantes del Gobierno nacional y nueve del sector indígena, deben elaborar hasta hoy el decreto que reemplazará al 883, que eliminó el subsidio de las gasolinas extra y diésel. Dicha medida quedó sin efecto desde las 00:00 de hoy, según se dispuso en el Texto Ejecutivo 894 con el que los combustibles vuelven a su precio anterior.

Ahora, la meta es establecer un nuevo mecanismo de focalización para evitar impactos en los sectores más pobres.

Tomando en cuenta esos parámetros, el exministro de Economía, Mauricio Pozo, recalcó que cualquier alternativa que se consensue debe mantener la liberalización de los precios, e incluir compensaciones o subsidios directos a los estratos con menores ingresos.

Registro social
Para esa transferencia podría utilizarse el registro social, pero el problema es que no está adecuadamente actualizado, ni tampoco desagregado por etnias o sectores productivos. Otra vía sería entregar la compensación con relación al consumo eléctrico en las planillas. Además, se podría establecer una base de datos para que las personas con ingresos del Salario Básico o menos, puedan acceder al precio subsidiado con solo presentar el número de cédula; o ir a un sistema de chip para vehículos de trabajo, que incluya camiones, tractores, entre otros.

Bono
Otra alternativa es ampliar el mecanismo de compensación a través del Bono de Desarrollo Humano, tanto en el monto a recibir como en la cantidad de beneficiarios. Esto ya fue incluido por el Gobierno en el decreto 883, donde se aumentan las transferencias en $15 mensuales, y se añade 300.000 personas más en el sistema de bonos

Punto de equilibrio
El punto medio sería mantener la liberalización del precio de la gasolina extra, pero volver al subsidio total del diésel. “Esta medida proporcionaría algo de ahorro al estado, pero dejaría intacto el problema estructural de la mala utilización de un gasto que se va en subsidiar a los que más tienen”, puntualizó Pozo.

Al respecto, Santiago García, economista y docente de la Universidad Central, comentó que hay múltiples estudios de organismos como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) o La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), donde se determina que los subsidios a los combustibles son regresivos, es decir, benefician a los sectores más ricos. “Al Gobierno le faltó socialización y pedagogía política para informar a la sociedad, y a los sectores más vulnerables quienes son los verdaderos ganadores de los subsidios, y que el dinero que se podía ahorrar podría utilizarse en más atención social y apoyo al campo”, expresó.

Medida extrema
La última opción, según García, sería volver al sistema de subsidio completo, anterior al decreto 883. Sin embargo, para esto, el Gobierno debería buscar nuevas fuentes de financiamiento, que a criterio de Pozo solo podría ir en dos vías; más endeudamiento a más del 11% (bonos o China); o un ajuste radical en el sector público. (JS)

Una comisión conformada por seis representantes del Gobierno nacional y nueve del sector indígena, deben elaborar hasta hoy el decreto que reemplazará al 883, que eliminó el subsidio de las gasolinas extra y diésel. Dicha medida quedó sin efecto desde las 00:00 de hoy, según se dispuso en el Texto Ejecutivo 894 con el que los combustibles vuelven a su precio anterior.

Ahora, la meta es establecer un nuevo mecanismo de focalización para evitar impactos en los sectores más pobres.

Tomando en cuenta esos parámetros, el exministro de Economía, Mauricio Pozo, recalcó que cualquier alternativa que se consensue debe mantener la liberalización de los precios, e incluir compensaciones o subsidios directos a los estratos con menores ingresos.

Registro social
Para esa transferencia podría utilizarse el registro social, pero el problema es que no está adecuadamente actualizado, ni tampoco desagregado por etnias o sectores productivos. Otra vía sería entregar la compensación con relación al consumo eléctrico en las planillas. Además, se podría establecer una base de datos para que las personas con ingresos del Salario Básico o menos, puedan acceder al precio subsidiado con solo presentar el número de cédula; o ir a un sistema de chip para vehículos de trabajo, que incluya camiones, tractores, entre otros.

Bono
Otra alternativa es ampliar el mecanismo de compensación a través del Bono de Desarrollo Humano, tanto en el monto a recibir como en la cantidad de beneficiarios. Esto ya fue incluido por el Gobierno en el decreto 883, donde se aumentan las transferencias en $15 mensuales, y se añade 300.000 personas más en el sistema de bonos

Punto de equilibrio
El punto medio sería mantener la liberalización del precio de la gasolina extra, pero volver al subsidio total del diésel. “Esta medida proporcionaría algo de ahorro al estado, pero dejaría intacto el problema estructural de la mala utilización de un gasto que se va en subsidiar a los que más tienen”, puntualizó Pozo.

Al respecto, Santiago García, economista y docente de la Universidad Central, comentó que hay múltiples estudios de organismos como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) o La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), donde se determina que los subsidios a los combustibles son regresivos, es decir, benefician a los sectores más ricos. “Al Gobierno le faltó socialización y pedagogía política para informar a la sociedad, y a los sectores más vulnerables quienes son los verdaderos ganadores de los subsidios, y que el dinero que se podía ahorrar podría utilizarse en más atención social y apoyo al campo”, expresó.

Medida extrema
La última opción, según García, sería volver al sistema de subsidio completo, anterior al decreto 883. Sin embargo, para esto, el Gobierno debería buscar nuevas fuentes de financiamiento, que a criterio de Pozo solo podría ir en dos vías; más endeudamiento a más del 11% (bonos o China); o un ajuste radical en el sector público. (JS)

Una comisión conformada por seis representantes del Gobierno nacional y nueve del sector indígena, deben elaborar hasta hoy el decreto que reemplazará al 883, que eliminó el subsidio de las gasolinas extra y diésel. Dicha medida quedó sin efecto desde las 00:00 de hoy, según se dispuso en el Texto Ejecutivo 894 con el que los combustibles vuelven a su precio anterior.

Ahora, la meta es establecer un nuevo mecanismo de focalización para evitar impactos en los sectores más pobres.

Tomando en cuenta esos parámetros, el exministro de Economía, Mauricio Pozo, recalcó que cualquier alternativa que se consensue debe mantener la liberalización de los precios, e incluir compensaciones o subsidios directos a los estratos con menores ingresos.

Registro social
Para esa transferencia podría utilizarse el registro social, pero el problema es que no está adecuadamente actualizado, ni tampoco desagregado por etnias o sectores productivos. Otra vía sería entregar la compensación con relación al consumo eléctrico en las planillas. Además, se podría establecer una base de datos para que las personas con ingresos del Salario Básico o menos, puedan acceder al precio subsidiado con solo presentar el número de cédula; o ir a un sistema de chip para vehículos de trabajo, que incluya camiones, tractores, entre otros.

Bono
Otra alternativa es ampliar el mecanismo de compensación a través del Bono de Desarrollo Humano, tanto en el monto a recibir como en la cantidad de beneficiarios. Esto ya fue incluido por el Gobierno en el decreto 883, donde se aumentan las transferencias en $15 mensuales, y se añade 300.000 personas más en el sistema de bonos

Punto de equilibrio
El punto medio sería mantener la liberalización del precio de la gasolina extra, pero volver al subsidio total del diésel. “Esta medida proporcionaría algo de ahorro al estado, pero dejaría intacto el problema estructural de la mala utilización de un gasto que se va en subsidiar a los que más tienen”, puntualizó Pozo.

Al respecto, Santiago García, economista y docente de la Universidad Central, comentó que hay múltiples estudios de organismos como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) o La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), donde se determina que los subsidios a los combustibles son regresivos, es decir, benefician a los sectores más ricos. “Al Gobierno le faltó socialización y pedagogía política para informar a la sociedad, y a los sectores más vulnerables quienes son los verdaderos ganadores de los subsidios, y que el dinero que se podía ahorrar podría utilizarse en más atención social y apoyo al campo”, expresó.

Medida extrema
La última opción, según García, sería volver al sistema de subsidio completo, anterior al decreto 883. Sin embargo, para esto, el Gobierno debería buscar nuevas fuentes de financiamiento, que a criterio de Pozo solo podría ir en dos vías; más endeudamiento a más del 11% (bonos o China); o un ajuste radical en el sector público. (JS)

Una comisión conformada por seis representantes del Gobierno nacional y nueve del sector indígena, deben elaborar hasta hoy el decreto que reemplazará al 883, que eliminó el subsidio de las gasolinas extra y diésel. Dicha medida quedó sin efecto desde las 00:00 de hoy, según se dispuso en el Texto Ejecutivo 894 con el que los combustibles vuelven a su precio anterior.

Ahora, la meta es establecer un nuevo mecanismo de focalización para evitar impactos en los sectores más pobres.

Tomando en cuenta esos parámetros, el exministro de Economía, Mauricio Pozo, recalcó que cualquier alternativa que se consensue debe mantener la liberalización de los precios, e incluir compensaciones o subsidios directos a los estratos con menores ingresos.

Registro social
Para esa transferencia podría utilizarse el registro social, pero el problema es que no está adecuadamente actualizado, ni tampoco desagregado por etnias o sectores productivos. Otra vía sería entregar la compensación con relación al consumo eléctrico en las planillas. Además, se podría establecer una base de datos para que las personas con ingresos del Salario Básico o menos, puedan acceder al precio subsidiado con solo presentar el número de cédula; o ir a un sistema de chip para vehículos de trabajo, que incluya camiones, tractores, entre otros.

Bono
Otra alternativa es ampliar el mecanismo de compensación a través del Bono de Desarrollo Humano, tanto en el monto a recibir como en la cantidad de beneficiarios. Esto ya fue incluido por el Gobierno en el decreto 883, donde se aumentan las transferencias en $15 mensuales, y se añade 300.000 personas más en el sistema de bonos

Punto de equilibrio
El punto medio sería mantener la liberalización del precio de la gasolina extra, pero volver al subsidio total del diésel. “Esta medida proporcionaría algo de ahorro al estado, pero dejaría intacto el problema estructural de la mala utilización de un gasto que se va en subsidiar a los que más tienen”, puntualizó Pozo.

Al respecto, Santiago García, economista y docente de la Universidad Central, comentó que hay múltiples estudios de organismos como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) o La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), donde se determina que los subsidios a los combustibles son regresivos, es decir, benefician a los sectores más ricos. “Al Gobierno le faltó socialización y pedagogía política para informar a la sociedad, y a los sectores más vulnerables quienes son los verdaderos ganadores de los subsidios, y que el dinero que se podía ahorrar podría utilizarse en más atención social y apoyo al campo”, expresó.

Medida extrema
La última opción, según García, sería volver al sistema de subsidio completo, anterior al decreto 883. Sin embargo, para esto, el Gobierno debería buscar nuevas fuentes de financiamiento, que a criterio de Pozo solo podría ir en dos vías; más endeudamiento a más del 11% (bonos o China); o un ajuste radical en el sector público. (JS)