Realidad agrícola

Jorge Zambrano Andrade

El Ecuador está obligado a pensar seriamente sobre cuál es realmente la situación referente a la producción de alimentos, la productividad en el campo, los ingresos de los productores y la pobreza rural, y cuál el efecto de liberar de impuestos al sector. La agricultura enfrenta más y nuevos desafíos, la globalización impone la necesidad de especialización en la producción que le permita una inserción al comercio mundial, por eso hay que incentivar el cultivo de cacao.

En cuanto al sector agropecuario de la economía del Estado, que llevaron a la reforma constitucional y a leyes reglamentarias para convertir a los agricultores en entes comerciales a saber, que ningún país, puede desarrollarse sin una alta proporción de su fuerza de trabajo dedicada a las actividades agropecuarias, por lo que debe impulsarse la transferencia de la mano de obra sobrante en la agricultura a actividades secundarias.

El gobierno implantó reformas jurídicas y estructurales, en el que en último momento se incluyeron productos tradicionales como palma y cacao, con el fin de ayudar a los, minifundistas y pequeños propietarios agrícolas a transitar desde la agricultura de subsistencia a la más tecnificada de uso más intensivo de mano de obra destinada a la exportación.

Los resultados de esa política, reforzada, fue la agricultura de alto rendimiento, representada por una minoría de unidades de producción y dominada en su comercialización y procesamiento por unas cuantas empresas que han establecido un mercado en el país. Las políticas públicas de apoyo al campo (créditos y otros) se han concentrado en esa minoría de unidades de alto rendimiento y en los monopolios de comercialización, haciendo altamente progresivo el respaldo estatal a la agricultura.

La agricultura recibió la menor proporción de apoyo crediticio y aunque su producción no se desplomó, el desempleo en ella subió en forma muy rápida. Se ha producido una expulsión de población y de mano de obra excedente en el sector agrícola, pero no en forma racional. Los sobrantes se han sumado a las filas de los subempleados en los cinturones de pobreza urbanos, jóvenes sin futuro e incluso mujeres, engrosaron el flujo de emigrantes.

[email protected]