Conspiración criminal

La conspiración castro-narco-comunista, avanza. En México López ya es presidente, está distribuyendo al G2 en instituciones de poder. 25.000 G2 peruanos, argentinos y chilenos, están en Bolivia, listos a irrumpir esos países.

En Perú, las instituciones democráticas han sido infiltradas y desprestigiadas; el Congreso disuelto. Llamarán a elecciones el 2020, para que miembros del G2 sean diputados. En Colombia, la narco-guerrilla somete al pueblo a un acuerdo que les permita asaltar instituciones democráticas; sacar las bases militares norteamericanas; apoyar al narcotráfico. En Ecuador, en la década infame 2007 al 17, el G2 infiltró la institucionalidad y las organizaciones sociales. Los Indígenas destruyeron el país, encubriendo terroristas, que emplearon tácticas de guerrilla urbana.

El objetivo del Foro de Sao Paulo y del Grupo de Puebla es convertir España y América en una «URSS iberoamericana», para lo cual el Foro dispuso que Cuba se encargue de la estrategia, por su experiencia, puesto que castro pidió asistencia a la URSS para “controlar” Cuba; Krushchev le instaló escuelas de formación de la KGB en todo el territorio y crearon el G2 cubano. Actualmente, en las escuelas G2 cubanas se forman agentes de los países de América.

Es por eso que ya no se ven cubanos en Venezuela o en Bolivia; porque la mayoría de G2 que imponen terror en esos países, son venezolanos y bolivianos. Los regímenes vinculados al narco-comunismo, tienen obligación de proveer recursos naturales y dinero, para continuar la estrategia: Venezuela, Ecuador y México, petróleo; Brasil, empresas; Perú, minería; Bolivia, sílice. Odebrecht fue la herramienta de lula, para obtener financiamiento, pagar con coimas, y cumplir objetivos del Foro. Hoy, Odebrecht, descalifica instituciones, lo cual ayuda a crear caos; el objetivo consiste en que se levanten los pueblos y digan: Todo está podrido. La democracia no sirve. ¡fuera todos! Entonces, los narco-comunistas aprovechan la inconformidad, para usurpar el poder. Hay que neutralizarlos, organizando frentes de defensa de la democracia e identificándolos.

[email protected]

La conspiración castro-narco-comunista, avanza. En México López ya es presidente, está distribuyendo al G2 en instituciones de poder. 25.000 G2 peruanos, argentinos y chilenos, están en Bolivia, listos a irrumpir esos países.

En Perú, las instituciones democráticas han sido infiltradas y desprestigiadas; el Congreso disuelto. Llamarán a elecciones el 2020, para que miembros del G2 sean diputados. En Colombia, la narco-guerrilla somete al pueblo a un acuerdo que les permita asaltar instituciones democráticas; sacar las bases militares norteamericanas; apoyar al narcotráfico. En Ecuador, en la década infame 2007 al 17, el G2 infiltró la institucionalidad y las organizaciones sociales. Los Indígenas destruyeron el país, encubriendo terroristas, que emplearon tácticas de guerrilla urbana.

El objetivo del Foro de Sao Paulo y del Grupo de Puebla es convertir España y América en una «URSS iberoamericana», para lo cual el Foro dispuso que Cuba se encargue de la estrategia, por su experiencia, puesto que castro pidió asistencia a la URSS para “controlar” Cuba; Krushchev le instaló escuelas de formación de la KGB en todo el territorio y crearon el G2 cubano. Actualmente, en las escuelas G2 cubanas se forman agentes de los países de América.

Es por eso que ya no se ven cubanos en Venezuela o en Bolivia; porque la mayoría de G2 que imponen terror en esos países, son venezolanos y bolivianos. Los regímenes vinculados al narco-comunismo, tienen obligación de proveer recursos naturales y dinero, para continuar la estrategia: Venezuela, Ecuador y México, petróleo; Brasil, empresas; Perú, minería; Bolivia, sílice. Odebrecht fue la herramienta de lula, para obtener financiamiento, pagar con coimas, y cumplir objetivos del Foro. Hoy, Odebrecht, descalifica instituciones, lo cual ayuda a crear caos; el objetivo consiste en que se levanten los pueblos y digan: Todo está podrido. La democracia no sirve. ¡fuera todos! Entonces, los narco-comunistas aprovechan la inconformidad, para usurpar el poder. Hay que neutralizarlos, organizando frentes de defensa de la democracia e identificándolos.

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La conspiración castro-narco-comunista, avanza. En México López ya es presidente, está distribuyendo al G2 en instituciones de poder. 25.000 G2 peruanos, argentinos y chilenos, están en Bolivia, listos a irrumpir esos países.

En Perú, las instituciones democráticas han sido infiltradas y desprestigiadas; el Congreso disuelto. Llamarán a elecciones el 2020, para que miembros del G2 sean diputados. En Colombia, la narco-guerrilla somete al pueblo a un acuerdo que les permita asaltar instituciones democráticas; sacar las bases militares norteamericanas; apoyar al narcotráfico. En Ecuador, en la década infame 2007 al 17, el G2 infiltró la institucionalidad y las organizaciones sociales. Los Indígenas destruyeron el país, encubriendo terroristas, que emplearon tácticas de guerrilla urbana.

El objetivo del Foro de Sao Paulo y del Grupo de Puebla es convertir España y América en una «URSS iberoamericana», para lo cual el Foro dispuso que Cuba se encargue de la estrategia, por su experiencia, puesto que castro pidió asistencia a la URSS para “controlar” Cuba; Krushchev le instaló escuelas de formación de la KGB en todo el territorio y crearon el G2 cubano. Actualmente, en las escuelas G2 cubanas se forman agentes de los países de América.

Es por eso que ya no se ven cubanos en Venezuela o en Bolivia; porque la mayoría de G2 que imponen terror en esos países, son venezolanos y bolivianos. Los regímenes vinculados al narco-comunismo, tienen obligación de proveer recursos naturales y dinero, para continuar la estrategia: Venezuela, Ecuador y México, petróleo; Brasil, empresas; Perú, minería; Bolivia, sílice. Odebrecht fue la herramienta de lula, para obtener financiamiento, pagar con coimas, y cumplir objetivos del Foro. Hoy, Odebrecht, descalifica instituciones, lo cual ayuda a crear caos; el objetivo consiste en que se levanten los pueblos y digan: Todo está podrido. La democracia no sirve. ¡fuera todos! Entonces, los narco-comunistas aprovechan la inconformidad, para usurpar el poder. Hay que neutralizarlos, organizando frentes de defensa de la democracia e identificándolos.

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La conspiración castro-narco-comunista, avanza. En México López ya es presidente, está distribuyendo al G2 en instituciones de poder. 25.000 G2 peruanos, argentinos y chilenos, están en Bolivia, listos a irrumpir esos países.

En Perú, las instituciones democráticas han sido infiltradas y desprestigiadas; el Congreso disuelto. Llamarán a elecciones el 2020, para que miembros del G2 sean diputados. En Colombia, la narco-guerrilla somete al pueblo a un acuerdo que les permita asaltar instituciones democráticas; sacar las bases militares norteamericanas; apoyar al narcotráfico. En Ecuador, en la década infame 2007 al 17, el G2 infiltró la institucionalidad y las organizaciones sociales. Los Indígenas destruyeron el país, encubriendo terroristas, que emplearon tácticas de guerrilla urbana.

El objetivo del Foro de Sao Paulo y del Grupo de Puebla es convertir España y América en una «URSS iberoamericana», para lo cual el Foro dispuso que Cuba se encargue de la estrategia, por su experiencia, puesto que castro pidió asistencia a la URSS para “controlar” Cuba; Krushchev le instaló escuelas de formación de la KGB en todo el territorio y crearon el G2 cubano. Actualmente, en las escuelas G2 cubanas se forman agentes de los países de América.

Es por eso que ya no se ven cubanos en Venezuela o en Bolivia; porque la mayoría de G2 que imponen terror en esos países, son venezolanos y bolivianos. Los regímenes vinculados al narco-comunismo, tienen obligación de proveer recursos naturales y dinero, para continuar la estrategia: Venezuela, Ecuador y México, petróleo; Brasil, empresas; Perú, minería; Bolivia, sílice. Odebrecht fue la herramienta de lula, para obtener financiamiento, pagar con coimas, y cumplir objetivos del Foro. Hoy, Odebrecht, descalifica instituciones, lo cual ayuda a crear caos; el objetivo consiste en que se levanten los pueblos y digan: Todo está podrido. La democracia no sirve. ¡fuera todos! Entonces, los narco-comunistas aprovechan la inconformidad, para usurpar el poder. Hay que neutralizarlos, organizando frentes de defensa de la democracia e identificándolos.

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