Felonía sistémica

Eduardo F. Naranjo C.

Ecuador como otros países, ha sido víctima del sistemático fraude de sus gobernantes, 200 años de República y solo los negativos ejemplos de Maquiavelo son aplicados por los gobernantes para mantener el poder y no resolver la tragedia diaria de los pueblos, no hay margen de lamentación, ni respuestas.

La mentira como recurso vieja estrategia de engaño, los actuales ya contra la pared volvieron al cuento de los “subsidios”, sin sustento técnico, como demuestra un reciente estudio de Fernando Reyes Cisneros, presidente del Colegio de Ingenieros, dice “el subsidio se establece como la diferencia entre los precios a nivel internacional menos los locales, cuando lo que ocurre en términos reales es una diferencia que resulta de la resta de los egresos (importaciones) menos los ingresos (ventas internas). Si el resultado es negativo se tiene pérdida, pero de ser positivo es ganancia.

Señala que en el diésel la pérdida es evidente que se puede compensar vía precios, en la gasolina extra y eco la diferencia se podría incrementar gradualmente hasta un límite, como lo sugerimos en una nota meses atrás y recientemente lo mencionó un economista muy cuerdo, Washington Herrera.
Reyes dice “los combustibles importados se compran en lotes al por mayor y no en surtidores al por menor. El costo de un galón se obtiene de la división entre los dineros de la importación para el volumen importado. Así visto el subsidio sería la diferencia entre el costo del galón importado menos el valor del vendido, por lo que sostiene que, si la premisa de subsidio se basa en un dato falso, el resultado también lo es”.

Lo cierto es que estamos acostumbrados a que “manipulando la verdad nos tengan boquiabiertos”, en tanto los gobernantes se divierten viajando y enriqueciéndose.

[email protected]

Eduardo F. Naranjo C.

Ecuador como otros países, ha sido víctima del sistemático fraude de sus gobernantes, 200 años de República y solo los negativos ejemplos de Maquiavelo son aplicados por los gobernantes para mantener el poder y no resolver la tragedia diaria de los pueblos, no hay margen de lamentación, ni respuestas.

La mentira como recurso vieja estrategia de engaño, los actuales ya contra la pared volvieron al cuento de los “subsidios”, sin sustento técnico, como demuestra un reciente estudio de Fernando Reyes Cisneros, presidente del Colegio de Ingenieros, dice “el subsidio se establece como la diferencia entre los precios a nivel internacional menos los locales, cuando lo que ocurre en términos reales es una diferencia que resulta de la resta de los egresos (importaciones) menos los ingresos (ventas internas). Si el resultado es negativo se tiene pérdida, pero de ser positivo es ganancia.

Señala que en el diésel la pérdida es evidente que se puede compensar vía precios, en la gasolina extra y eco la diferencia se podría incrementar gradualmente hasta un límite, como lo sugerimos en una nota meses atrás y recientemente lo mencionó un economista muy cuerdo, Washington Herrera.
Reyes dice “los combustibles importados se compran en lotes al por mayor y no en surtidores al por menor. El costo de un galón se obtiene de la división entre los dineros de la importación para el volumen importado. Así visto el subsidio sería la diferencia entre el costo del galón importado menos el valor del vendido, por lo que sostiene que, si la premisa de subsidio se basa en un dato falso, el resultado también lo es”.

Lo cierto es que estamos acostumbrados a que “manipulando la verdad nos tengan boquiabiertos”, en tanto los gobernantes se divierten viajando y enriqueciéndose.

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Ecuador como otros países, ha sido víctima del sistemático fraude de sus gobernantes, 200 años de República y solo los negativos ejemplos de Maquiavelo son aplicados por los gobernantes para mantener el poder y no resolver la tragedia diaria de los pueblos, no hay margen de lamentación, ni respuestas.

La mentira como recurso vieja estrategia de engaño, los actuales ya contra la pared volvieron al cuento de los “subsidios”, sin sustento técnico, como demuestra un reciente estudio de Fernando Reyes Cisneros, presidente del Colegio de Ingenieros, dice “el subsidio se establece como la diferencia entre los precios a nivel internacional menos los locales, cuando lo que ocurre en términos reales es una diferencia que resulta de la resta de los egresos (importaciones) menos los ingresos (ventas internas). Si el resultado es negativo se tiene pérdida, pero de ser positivo es ganancia.

Señala que en el diésel la pérdida es evidente que se puede compensar vía precios, en la gasolina extra y eco la diferencia se podría incrementar gradualmente hasta un límite, como lo sugerimos en una nota meses atrás y recientemente lo mencionó un economista muy cuerdo, Washington Herrera.
Reyes dice “los combustibles importados se compran en lotes al por mayor y no en surtidores al por menor. El costo de un galón se obtiene de la división entre los dineros de la importación para el volumen importado. Así visto el subsidio sería la diferencia entre el costo del galón importado menos el valor del vendido, por lo que sostiene que, si la premisa de subsidio se basa en un dato falso, el resultado también lo es”.

Lo cierto es que estamos acostumbrados a que “manipulando la verdad nos tengan boquiabiertos”, en tanto los gobernantes se divierten viajando y enriqueciéndose.

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Eduardo F. Naranjo C.

Ecuador como otros países, ha sido víctima del sistemático fraude de sus gobernantes, 200 años de República y solo los negativos ejemplos de Maquiavelo son aplicados por los gobernantes para mantener el poder y no resolver la tragedia diaria de los pueblos, no hay margen de lamentación, ni respuestas.

La mentira como recurso vieja estrategia de engaño, los actuales ya contra la pared volvieron al cuento de los “subsidios”, sin sustento técnico, como demuestra un reciente estudio de Fernando Reyes Cisneros, presidente del Colegio de Ingenieros, dice “el subsidio se establece como la diferencia entre los precios a nivel internacional menos los locales, cuando lo que ocurre en términos reales es una diferencia que resulta de la resta de los egresos (importaciones) menos los ingresos (ventas internas). Si el resultado es negativo se tiene pérdida, pero de ser positivo es ganancia.

Señala que en el diésel la pérdida es evidente que se puede compensar vía precios, en la gasolina extra y eco la diferencia se podría incrementar gradualmente hasta un límite, como lo sugerimos en una nota meses atrás y recientemente lo mencionó un economista muy cuerdo, Washington Herrera.
Reyes dice “los combustibles importados se compran en lotes al por mayor y no en surtidores al por menor. El costo de un galón se obtiene de la división entre los dineros de la importación para el volumen importado. Así visto el subsidio sería la diferencia entre el costo del galón importado menos el valor del vendido, por lo que sostiene que, si la premisa de subsidio se basa en un dato falso, el resultado también lo es”.

Lo cierto es que estamos acostumbrados a que “manipulando la verdad nos tengan boquiabiertos”, en tanto los gobernantes se divierten viajando y enriqueciéndose.

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