Una rana verrugosa se ha convertido en el ‘Solitario George’ de los anfibios

ESPECIE. El único individuo de rana verrugosa mide actualmente 32 mm. (Foto: Centro Jambatu)
ESPECIE. El único individuo de rana verrugosa mide actualmente 32 mm. (Foto: Centro Jambatu)
ESPECIE. El único individuo de rana verrugosa mide actualmente 32 mm. (Foto: Centro Jambatu)
ESPECIE. El único individuo de rana verrugosa mide actualmente 32 mm. (Foto: Centro Jambatu)
ESPECIE. El único individuo de rana verrugosa mide actualmente 32 mm. (Foto: Centro Jambatu)
ESPECIE. El único individuo de rana verrugosa mide actualmente 32 mm. (Foto: Centro Jambatu)
ESPECIE. El único individuo de rana verrugosa mide actualmente 32 mm. (Foto: Centro Jambatu)
ESPECIE. El único individuo de rana verrugosa mide actualmente 32 mm. (Foto: Centro Jambatu)

El único individuo de la especie de rana Arlequín verrugosa (Atelopus halihelios) es cuidado celosamente en el Centro Jambatu de Investigación y Conservación de Anfibios, después de haber sido hallado en 2016 por Juan José Vieira y Darwin Núñez, en una localidad de Zamora Chinchipe.

En esa ocasión, se encontraron dos individuos: un macho y una hembra, pero esta última murió cuando estuvo lista para reproducirse. “Estuvo en su abrazo nupcial, un periodo bastante delicado, en el que pueden ocurrir accidentes. La hembra puso los huevos, pero no fueron fertilizados y luego de eso murió”, informó Luis Coloma, director del Centro Jambatu.

El macho es considerado el único individuo de la especie Atelopus halihelios, por eso, Coloma lo ha llamado el ‘Solitario George’ de las ranas, como una analogía de la famosa tortuga de las Islas Galápagos, que fue el último individuo de su especie y murió en 2012.

Continúa la búsqueda
Después de 2016 se han realizado dos expediciones hasta el sitio donde fue encontrado el macho de rana verrugosa, pero sin resultados de nuevos individuos.

EL DATO
El cambio climático, los patógenos oportunistas y la destrucción del hábitat son causantes de las desapariciones.Coloma dijo que se debe continuar con la búsqueda, para lo que se necesita financiamiento. Cada expedición, dependiendo de la logística, requiere de 3.000 a 4.000 dólares, comentó.

La rana verrugosa fue encontrada por primera vez en marzo de 1921 en la cordillera de Cutucu, en Morona Santiago. Pasó algún tiempo en las colecciones científicas hasta que James Peters le describió en 1973.

Desde entonces, esta especie pasó de incógnito hasta 2010, cuando David Veintimilla la reencontró en una localidad de Zamora Chinchipe. Después de ese año se llevaron a cabo algunas expediciones, hasta que en abril de 2016 encontraron a las dos especies.

Una catástrofe
Las ranas Arlequín, del género Atelopus, son un grupo único que se distribuye desde Centro América hasta Bolivia y Brasil. Han sufrido mucho desde finales de los años 80’. Desde esa época, “se registraron desa-pariciones drásticas, súbitas y catastróficas. Desapareció la mayor parte de especies”, informa Coloma.

En Jambatu, que tiene la colección más valiosa y grande del mundo de las ranas Arlequín, hay 15 especies de ese género que están amenazadas de extinción, y se trabaja para “intentar salvarlas”, explicó.

Se ha logrado la reproducción en cautiverio de algunas de ellas y en breve con ensayos de pre- adaptación; es decir, que se los sacará de los terrarios y se los expondrá a “condiciones más externas”, como al sol y al aire. (CM)

Hocicuda en reproducción
° Dentro del grupo de las ranas Arlequin consta la llamada rana hocicuda. Con esta especie se logró una “reproducción asistida” y en julio se tuvo la primera “puesta” de 320 huevos. Actualmente sobreviven alrededor de 200 individuos que terminaron la etapa larval como renacuajos, que ya salieron del agua y ahora son pequeños juveniles.

El sistema de reproducción fuera del hábitat continuará, y para tener poblaciones genéticamente viables, es decir que haya variación genética, buscan cruzar parejas que no estén emparentadas para evitar problemas de endogamia.

El único individuo de la especie de rana Arlequín verrugosa (Atelopus halihelios) es cuidado celosamente en el Centro Jambatu de Investigación y Conservación de Anfibios, después de haber sido hallado en 2016 por Juan José Vieira y Darwin Núñez, en una localidad de Zamora Chinchipe.

En esa ocasión, se encontraron dos individuos: un macho y una hembra, pero esta última murió cuando estuvo lista para reproducirse. “Estuvo en su abrazo nupcial, un periodo bastante delicado, en el que pueden ocurrir accidentes. La hembra puso los huevos, pero no fueron fertilizados y luego de eso murió”, informó Luis Coloma, director del Centro Jambatu.

El macho es considerado el único individuo de la especie Atelopus halihelios, por eso, Coloma lo ha llamado el ‘Solitario George’ de las ranas, como una analogía de la famosa tortuga de las Islas Galápagos, que fue el último individuo de su especie y murió en 2012.

Continúa la búsqueda
Después de 2016 se han realizado dos expediciones hasta el sitio donde fue encontrado el macho de rana verrugosa, pero sin resultados de nuevos individuos.

EL DATO
El cambio climático, los patógenos oportunistas y la destrucción del hábitat son causantes de las desapariciones.Coloma dijo que se debe continuar con la búsqueda, para lo que se necesita financiamiento. Cada expedición, dependiendo de la logística, requiere de 3.000 a 4.000 dólares, comentó.

La rana verrugosa fue encontrada por primera vez en marzo de 1921 en la cordillera de Cutucu, en Morona Santiago. Pasó algún tiempo en las colecciones científicas hasta que James Peters le describió en 1973.

Desde entonces, esta especie pasó de incógnito hasta 2010, cuando David Veintimilla la reencontró en una localidad de Zamora Chinchipe. Después de ese año se llevaron a cabo algunas expediciones, hasta que en abril de 2016 encontraron a las dos especies.

Una catástrofe
Las ranas Arlequín, del género Atelopus, son un grupo único que se distribuye desde Centro América hasta Bolivia y Brasil. Han sufrido mucho desde finales de los años 80’. Desde esa época, “se registraron desa-pariciones drásticas, súbitas y catastróficas. Desapareció la mayor parte de especies”, informa Coloma.

En Jambatu, que tiene la colección más valiosa y grande del mundo de las ranas Arlequín, hay 15 especies de ese género que están amenazadas de extinción, y se trabaja para “intentar salvarlas”, explicó.

Se ha logrado la reproducción en cautiverio de algunas de ellas y en breve con ensayos de pre- adaptación; es decir, que se los sacará de los terrarios y se los expondrá a “condiciones más externas”, como al sol y al aire. (CM)

Hocicuda en reproducción
° Dentro del grupo de las ranas Arlequin consta la llamada rana hocicuda. Con esta especie se logró una “reproducción asistida” y en julio se tuvo la primera “puesta” de 320 huevos. Actualmente sobreviven alrededor de 200 individuos que terminaron la etapa larval como renacuajos, que ya salieron del agua y ahora son pequeños juveniles.

El sistema de reproducción fuera del hábitat continuará, y para tener poblaciones genéticamente viables, es decir que haya variación genética, buscan cruzar parejas que no estén emparentadas para evitar problemas de endogamia.

El único individuo de la especie de rana Arlequín verrugosa (Atelopus halihelios) es cuidado celosamente en el Centro Jambatu de Investigación y Conservación de Anfibios, después de haber sido hallado en 2016 por Juan José Vieira y Darwin Núñez, en una localidad de Zamora Chinchipe.

En esa ocasión, se encontraron dos individuos: un macho y una hembra, pero esta última murió cuando estuvo lista para reproducirse. “Estuvo en su abrazo nupcial, un periodo bastante delicado, en el que pueden ocurrir accidentes. La hembra puso los huevos, pero no fueron fertilizados y luego de eso murió”, informó Luis Coloma, director del Centro Jambatu.

El macho es considerado el único individuo de la especie Atelopus halihelios, por eso, Coloma lo ha llamado el ‘Solitario George’ de las ranas, como una analogía de la famosa tortuga de las Islas Galápagos, que fue el último individuo de su especie y murió en 2012.

Continúa la búsqueda
Después de 2016 se han realizado dos expediciones hasta el sitio donde fue encontrado el macho de rana verrugosa, pero sin resultados de nuevos individuos.

EL DATO
El cambio climático, los patógenos oportunistas y la destrucción del hábitat son causantes de las desapariciones.Coloma dijo que se debe continuar con la búsqueda, para lo que se necesita financiamiento. Cada expedición, dependiendo de la logística, requiere de 3.000 a 4.000 dólares, comentó.

La rana verrugosa fue encontrada por primera vez en marzo de 1921 en la cordillera de Cutucu, en Morona Santiago. Pasó algún tiempo en las colecciones científicas hasta que James Peters le describió en 1973.

Desde entonces, esta especie pasó de incógnito hasta 2010, cuando David Veintimilla la reencontró en una localidad de Zamora Chinchipe. Después de ese año se llevaron a cabo algunas expediciones, hasta que en abril de 2016 encontraron a las dos especies.

Una catástrofe
Las ranas Arlequín, del género Atelopus, son un grupo único que se distribuye desde Centro América hasta Bolivia y Brasil. Han sufrido mucho desde finales de los años 80’. Desde esa época, “se registraron desa-pariciones drásticas, súbitas y catastróficas. Desapareció la mayor parte de especies”, informa Coloma.

En Jambatu, que tiene la colección más valiosa y grande del mundo de las ranas Arlequín, hay 15 especies de ese género que están amenazadas de extinción, y se trabaja para “intentar salvarlas”, explicó.

Se ha logrado la reproducción en cautiverio de algunas de ellas y en breve con ensayos de pre- adaptación; es decir, que se los sacará de los terrarios y se los expondrá a “condiciones más externas”, como al sol y al aire. (CM)

Hocicuda en reproducción
° Dentro del grupo de las ranas Arlequin consta la llamada rana hocicuda. Con esta especie se logró una “reproducción asistida” y en julio se tuvo la primera “puesta” de 320 huevos. Actualmente sobreviven alrededor de 200 individuos que terminaron la etapa larval como renacuajos, que ya salieron del agua y ahora son pequeños juveniles.

El sistema de reproducción fuera del hábitat continuará, y para tener poblaciones genéticamente viables, es decir que haya variación genética, buscan cruzar parejas que no estén emparentadas para evitar problemas de endogamia.

El único individuo de la especie de rana Arlequín verrugosa (Atelopus halihelios) es cuidado celosamente en el Centro Jambatu de Investigación y Conservación de Anfibios, después de haber sido hallado en 2016 por Juan José Vieira y Darwin Núñez, en una localidad de Zamora Chinchipe.

En esa ocasión, se encontraron dos individuos: un macho y una hembra, pero esta última murió cuando estuvo lista para reproducirse. “Estuvo en su abrazo nupcial, un periodo bastante delicado, en el que pueden ocurrir accidentes. La hembra puso los huevos, pero no fueron fertilizados y luego de eso murió”, informó Luis Coloma, director del Centro Jambatu.

El macho es considerado el único individuo de la especie Atelopus halihelios, por eso, Coloma lo ha llamado el ‘Solitario George’ de las ranas, como una analogía de la famosa tortuga de las Islas Galápagos, que fue el último individuo de su especie y murió en 2012.

Continúa la búsqueda
Después de 2016 se han realizado dos expediciones hasta el sitio donde fue encontrado el macho de rana verrugosa, pero sin resultados de nuevos individuos.

EL DATO
El cambio climático, los patógenos oportunistas y la destrucción del hábitat son causantes de las desapariciones.Coloma dijo que se debe continuar con la búsqueda, para lo que se necesita financiamiento. Cada expedición, dependiendo de la logística, requiere de 3.000 a 4.000 dólares, comentó.

La rana verrugosa fue encontrada por primera vez en marzo de 1921 en la cordillera de Cutucu, en Morona Santiago. Pasó algún tiempo en las colecciones científicas hasta que James Peters le describió en 1973.

Desde entonces, esta especie pasó de incógnito hasta 2010, cuando David Veintimilla la reencontró en una localidad de Zamora Chinchipe. Después de ese año se llevaron a cabo algunas expediciones, hasta que en abril de 2016 encontraron a las dos especies.

Una catástrofe
Las ranas Arlequín, del género Atelopus, son un grupo único que se distribuye desde Centro América hasta Bolivia y Brasil. Han sufrido mucho desde finales de los años 80’. Desde esa época, “se registraron desa-pariciones drásticas, súbitas y catastróficas. Desapareció la mayor parte de especies”, informa Coloma.

En Jambatu, que tiene la colección más valiosa y grande del mundo de las ranas Arlequín, hay 15 especies de ese género que están amenazadas de extinción, y se trabaja para “intentar salvarlas”, explicó.

Se ha logrado la reproducción en cautiverio de algunas de ellas y en breve con ensayos de pre- adaptación; es decir, que se los sacará de los terrarios y se los expondrá a “condiciones más externas”, como al sol y al aire. (CM)

Hocicuda en reproducción
° Dentro del grupo de las ranas Arlequin consta la llamada rana hocicuda. Con esta especie se logró una “reproducción asistida” y en julio se tuvo la primera “puesta” de 320 huevos. Actualmente sobreviven alrededor de 200 individuos que terminaron la etapa larval como renacuajos, que ya salieron del agua y ahora son pequeños juveniles.

El sistema de reproducción fuera del hábitat continuará, y para tener poblaciones genéticamente viables, es decir que haya variación genética, buscan cruzar parejas que no estén emparentadas para evitar problemas de endogamia.