El cuco hormigero está en el Chocó

(Foto: Murray Cooper)
(Foto: Murray Cooper)
(Foto: Murray Cooper)
(Foto: Murray Cooper)
(Foto: Murray Cooper)
(Foto: Murray Cooper)
(Foto: Murray Cooper)
(Foto: Murray Cooper)

El Neomorphus radiolosu, ave conocida como Cuco Hormigero, acompaña a las hormigas guerreras en sus largos trayectos, no para alimentarse de ellas, sino de los invertebrados que a su paso son desalojados y huyen. Como las ‘guerreras’ se encuentran en continuo movimiento, es imposible predecir dónde estarán y a dónde se dirigirán. Por esa forma de vida y porque pasa la mayor parte del tiempo en las profundidades del bosque, se vuelve difícil encontrar y fotografiar a este animal, al igual que a muchas otras especies (avispas, escarabajos, moscas y aves) que dependen, en parte, de esos insectos para su supervivencia.

El establecimiento de reservas ecológicas es una de las medidas más eficientes de proteger a este ejemplar, indican en la Fundación Jocotoco, que en 19 años ha extendido la Reserva Canandé-Tesoro (Esmeraldas) para preservar la región del Chocó y crear un corredor biológico hacia la Reserva Cotacachi-Cayapas. (CM)

Es una ave endémica de la ecorregión del Chocó, uno de los ‘hotspots’ (puntos calientes) de biodiversidad más amenazados globalmente.

Aunque no se tiene muchos estudios de la especie, se sabe que está clasificada como en peligro de extinción.

Científicos y especialistas celebran tomar una foto de este animal, porque es muy evasivo y rápido.

El cuco hormiguero bandeado es una de las aves menos estudiadas del bosque húmedo del país.

Cámaras trampa en la reserva Canandé-Tesoro (Esmeraldas) de la Fundación Jocotoco fotografiaron a la escurridiza ave.

Pasa la mayor parte del día en el suelo o en ramas bajas ubicadas en la vegetación densa del sotobosque.

Hay altas probabilidades de que esta ave desaparezca, porque está en peligro de extinción y porque habita en uno de los ecosistemas más amenazados del mundo.

El Neomorphus radiolosu, ave conocida como Cuco Hormigero, acompaña a las hormigas guerreras en sus largos trayectos, no para alimentarse de ellas, sino de los invertebrados que a su paso son desalojados y huyen. Como las ‘guerreras’ se encuentran en continuo movimiento, es imposible predecir dónde estarán y a dónde se dirigirán. Por esa forma de vida y porque pasa la mayor parte del tiempo en las profundidades del bosque, se vuelve difícil encontrar y fotografiar a este animal, al igual que a muchas otras especies (avispas, escarabajos, moscas y aves) que dependen, en parte, de esos insectos para su supervivencia.

El establecimiento de reservas ecológicas es una de las medidas más eficientes de proteger a este ejemplar, indican en la Fundación Jocotoco, que en 19 años ha extendido la Reserva Canandé-Tesoro (Esmeraldas) para preservar la región del Chocó y crear un corredor biológico hacia la Reserva Cotacachi-Cayapas. (CM)

Es una ave endémica de la ecorregión del Chocó, uno de los ‘hotspots’ (puntos calientes) de biodiversidad más amenazados globalmente.

Aunque no se tiene muchos estudios de la especie, se sabe que está clasificada como en peligro de extinción.

Científicos y especialistas celebran tomar una foto de este animal, porque es muy evasivo y rápido.

El cuco hormiguero bandeado es una de las aves menos estudiadas del bosque húmedo del país.

Cámaras trampa en la reserva Canandé-Tesoro (Esmeraldas) de la Fundación Jocotoco fotografiaron a la escurridiza ave.

Pasa la mayor parte del día en el suelo o en ramas bajas ubicadas en la vegetación densa del sotobosque.

Hay altas probabilidades de que esta ave desaparezca, porque está en peligro de extinción y porque habita en uno de los ecosistemas más amenazados del mundo.

El Neomorphus radiolosu, ave conocida como Cuco Hormigero, acompaña a las hormigas guerreras en sus largos trayectos, no para alimentarse de ellas, sino de los invertebrados que a su paso son desalojados y huyen. Como las ‘guerreras’ se encuentran en continuo movimiento, es imposible predecir dónde estarán y a dónde se dirigirán. Por esa forma de vida y porque pasa la mayor parte del tiempo en las profundidades del bosque, se vuelve difícil encontrar y fotografiar a este animal, al igual que a muchas otras especies (avispas, escarabajos, moscas y aves) que dependen, en parte, de esos insectos para su supervivencia.

El establecimiento de reservas ecológicas es una de las medidas más eficientes de proteger a este ejemplar, indican en la Fundación Jocotoco, que en 19 años ha extendido la Reserva Canandé-Tesoro (Esmeraldas) para preservar la región del Chocó y crear un corredor biológico hacia la Reserva Cotacachi-Cayapas. (CM)

Es una ave endémica de la ecorregión del Chocó, uno de los ‘hotspots’ (puntos calientes) de biodiversidad más amenazados globalmente.

Aunque no se tiene muchos estudios de la especie, se sabe que está clasificada como en peligro de extinción.

Científicos y especialistas celebran tomar una foto de este animal, porque es muy evasivo y rápido.

El cuco hormiguero bandeado es una de las aves menos estudiadas del bosque húmedo del país.

Cámaras trampa en la reserva Canandé-Tesoro (Esmeraldas) de la Fundación Jocotoco fotografiaron a la escurridiza ave.

Pasa la mayor parte del día en el suelo o en ramas bajas ubicadas en la vegetación densa del sotobosque.

Hay altas probabilidades de que esta ave desaparezca, porque está en peligro de extinción y porque habita en uno de los ecosistemas más amenazados del mundo.

El Neomorphus radiolosu, ave conocida como Cuco Hormigero, acompaña a las hormigas guerreras en sus largos trayectos, no para alimentarse de ellas, sino de los invertebrados que a su paso son desalojados y huyen. Como las ‘guerreras’ se encuentran en continuo movimiento, es imposible predecir dónde estarán y a dónde se dirigirán. Por esa forma de vida y porque pasa la mayor parte del tiempo en las profundidades del bosque, se vuelve difícil encontrar y fotografiar a este animal, al igual que a muchas otras especies (avispas, escarabajos, moscas y aves) que dependen, en parte, de esos insectos para su supervivencia.

El establecimiento de reservas ecológicas es una de las medidas más eficientes de proteger a este ejemplar, indican en la Fundación Jocotoco, que en 19 años ha extendido la Reserva Canandé-Tesoro (Esmeraldas) para preservar la región del Chocó y crear un corredor biológico hacia la Reserva Cotacachi-Cayapas. (CM)

Es una ave endémica de la ecorregión del Chocó, uno de los ‘hotspots’ (puntos calientes) de biodiversidad más amenazados globalmente.

Aunque no se tiene muchos estudios de la especie, se sabe que está clasificada como en peligro de extinción.

Científicos y especialistas celebran tomar una foto de este animal, porque es muy evasivo y rápido.

El cuco hormiguero bandeado es una de las aves menos estudiadas del bosque húmedo del país.

Cámaras trampa en la reserva Canandé-Tesoro (Esmeraldas) de la Fundación Jocotoco fotografiaron a la escurridiza ave.

Pasa la mayor parte del día en el suelo o en ramas bajas ubicadas en la vegetación densa del sotobosque.

Hay altas probabilidades de que esta ave desaparezca, porque está en peligro de extinción y porque habita en uno de los ecosistemas más amenazados del mundo.