Hasta Carondelet llegaron más de un centenar de menores, al conmemorarse los 30 años de la Convención de los Derechos del Niño. Un pedido no esperado planteó Siway Lozano -niña saraguro- al presidente, Lenín Moreno.
Ella intervino con el tema el ‘Derecho a la participación’. Manifestó la necesidad de que los menores sean escuchados por todos. Al concluir su intervención, manifestó: “Le pido, Lenín Moreno, un favor: no persiga a nuestros hermanos indígenas, que ellos no están haciendo algo malo, sino defendiendo los derechos de nosotros”.
La respuesta no se hizo esperar. “Francamente, no veo en qué momento hemos perseguido a los hermanos indígenas”, dijo. “Mi querida jovencita, eso está en manos de la Justicia. Ahora, y como consta a aquellos que representan a las instituciones del Estado, el Presidente de la República ya no llama a dar órdenes”, añadió. Moreno dejó entrever que hay un doble discurso en el sector indígena, ya que mientras piden que no les persigan, tomaron una actitud violenta durante el paro de octubre: “Destrozaron muchos negocios, destrozaron hogares, golpearon inmisericordemente a personas en la calle, golpearon, inmisericordemente también, a periodistas, a policías. Eso es un enfrentamiento”.
Reflexión
En este contexto y continuando con la respuesta dada a la niña indígena, dijo que para el próximo año se debería proponer que haya una convención de los derechos de los adultos, ya que a veces también se sienten vulnerables. “Dicen (los niños) no nos griten, no nos callen. Los jóvenes son muy propensos a gritar a los adultos, ya que saben que no vamos a responder como se respondía en el pasado. Pero, por favor, también cumplan con las obligaciones que les corresponden a los jóvenes”. En declaraciones a la prensa fuera del evento, el ministro de Inclusión Económica y Social, Iván Granda, aseguró que “hubo muchas emociones en el encuentro con el Presidente”. Reiteró que el Gobierno “no persigue a nadie y que la violencia que se generó durante el paro tiene que ser juzgada”. (HCR)
Hasta Carondelet llegaron más de un centenar de menores, al conmemorarse los 30 años de la Convención de los Derechos del Niño. Un pedido no esperado planteó Siway Lozano -niña saraguro- al presidente, Lenín Moreno.
Ella intervino con el tema el ‘Derecho a la participación’. Manifestó la necesidad de que los menores sean escuchados por todos. Al concluir su intervención, manifestó: “Le pido, Lenín Moreno, un favor: no persiga a nuestros hermanos indígenas, que ellos no están haciendo algo malo, sino defendiendo los derechos de nosotros”.
La respuesta no se hizo esperar. “Francamente, no veo en qué momento hemos perseguido a los hermanos indígenas”, dijo. “Mi querida jovencita, eso está en manos de la Justicia. Ahora, y como consta a aquellos que representan a las instituciones del Estado, el Presidente de la República ya no llama a dar órdenes”, añadió. Moreno dejó entrever que hay un doble discurso en el sector indígena, ya que mientras piden que no les persigan, tomaron una actitud violenta durante el paro de octubre: “Destrozaron muchos negocios, destrozaron hogares, golpearon inmisericordemente a personas en la calle, golpearon, inmisericordemente también, a periodistas, a policías. Eso es un enfrentamiento”.
Reflexión
En este contexto y continuando con la respuesta dada a la niña indígena, dijo que para el próximo año se debería proponer que haya una convención de los derechos de los adultos, ya que a veces también se sienten vulnerables. “Dicen (los niños) no nos griten, no nos callen. Los jóvenes son muy propensos a gritar a los adultos, ya que saben que no vamos a responder como se respondía en el pasado. Pero, por favor, también cumplan con las obligaciones que les corresponden a los jóvenes”. En declaraciones a la prensa fuera del evento, el ministro de Inclusión Económica y Social, Iván Granda, aseguró que “hubo muchas emociones en el encuentro con el Presidente”. Reiteró que el Gobierno “no persigue a nadie y que la violencia que se generó durante el paro tiene que ser juzgada”. (HCR)
Hasta Carondelet llegaron más de un centenar de menores, al conmemorarse los 30 años de la Convención de los Derechos del Niño. Un pedido no esperado planteó Siway Lozano -niña saraguro- al presidente, Lenín Moreno.
Ella intervino con el tema el ‘Derecho a la participación’. Manifestó la necesidad de que los menores sean escuchados por todos. Al concluir su intervención, manifestó: “Le pido, Lenín Moreno, un favor: no persiga a nuestros hermanos indígenas, que ellos no están haciendo algo malo, sino defendiendo los derechos de nosotros”.
La respuesta no se hizo esperar. “Francamente, no veo en qué momento hemos perseguido a los hermanos indígenas”, dijo. “Mi querida jovencita, eso está en manos de la Justicia. Ahora, y como consta a aquellos que representan a las instituciones del Estado, el Presidente de la República ya no llama a dar órdenes”, añadió. Moreno dejó entrever que hay un doble discurso en el sector indígena, ya que mientras piden que no les persigan, tomaron una actitud violenta durante el paro de octubre: “Destrozaron muchos negocios, destrozaron hogares, golpearon inmisericordemente a personas en la calle, golpearon, inmisericordemente también, a periodistas, a policías. Eso es un enfrentamiento”.
Reflexión
En este contexto y continuando con la respuesta dada a la niña indígena, dijo que para el próximo año se debería proponer que haya una convención de los derechos de los adultos, ya que a veces también se sienten vulnerables. “Dicen (los niños) no nos griten, no nos callen. Los jóvenes son muy propensos a gritar a los adultos, ya que saben que no vamos a responder como se respondía en el pasado. Pero, por favor, también cumplan con las obligaciones que les corresponden a los jóvenes”. En declaraciones a la prensa fuera del evento, el ministro de Inclusión Económica y Social, Iván Granda, aseguró que “hubo muchas emociones en el encuentro con el Presidente”. Reiteró que el Gobierno “no persigue a nadie y que la violencia que se generó durante el paro tiene que ser juzgada”. (HCR)
Hasta Carondelet llegaron más de un centenar de menores, al conmemorarse los 30 años de la Convención de los Derechos del Niño. Un pedido no esperado planteó Siway Lozano -niña saraguro- al presidente, Lenín Moreno.
Ella intervino con el tema el ‘Derecho a la participación’. Manifestó la necesidad de que los menores sean escuchados por todos. Al concluir su intervención, manifestó: “Le pido, Lenín Moreno, un favor: no persiga a nuestros hermanos indígenas, que ellos no están haciendo algo malo, sino defendiendo los derechos de nosotros”.
La respuesta no se hizo esperar. “Francamente, no veo en qué momento hemos perseguido a los hermanos indígenas”, dijo. “Mi querida jovencita, eso está en manos de la Justicia. Ahora, y como consta a aquellos que representan a las instituciones del Estado, el Presidente de la República ya no llama a dar órdenes”, añadió. Moreno dejó entrever que hay un doble discurso en el sector indígena, ya que mientras piden que no les persigan, tomaron una actitud violenta durante el paro de octubre: “Destrozaron muchos negocios, destrozaron hogares, golpearon inmisericordemente a personas en la calle, golpearon, inmisericordemente también, a periodistas, a policías. Eso es un enfrentamiento”.
Reflexión
En este contexto y continuando con la respuesta dada a la niña indígena, dijo que para el próximo año se debería proponer que haya una convención de los derechos de los adultos, ya que a veces también se sienten vulnerables. “Dicen (los niños) no nos griten, no nos callen. Los jóvenes son muy propensos a gritar a los adultos, ya que saben que no vamos a responder como se respondía en el pasado. Pero, por favor, también cumplan con las obligaciones que les corresponden a los jóvenes”. En declaraciones a la prensa fuera del evento, el ministro de Inclusión Económica y Social, Iván Granda, aseguró que “hubo muchas emociones en el encuentro con el Presidente”. Reiteró que el Gobierno “no persigue a nadie y que la violencia que se generó durante el paro tiene que ser juzgada”. (HCR)