‘Frozen 2’: una secuela más oscura y madura

EFE

Seis años después de conquistar la taquilla, el cuento de amor fraternal que convirtió a ‘Frozen’ en la cinta animada con mayor recaudación de la historia, regresa hoy con una secuela, en la que sus protagonistas abandonan toda inocencia para apostar por la oscuridad y los dilemas existenciales.

La llegada del otoño al reino, símbolo de mutación y cambios, será el aliciente que la reina Elsa, en esta nueva cinta, necesita para emprender la búsqueda de esa voz, que solo ella escucha. Es una aventura que le llevará a descubrir secretos sobre su pasado, y en la que estará acompañada por su hermana, la torpe y decidida princesa Anna, el novio de esta, Kristoff, su reno Sven y el tierno muñeco de nieve Olaf.

Los seis años que han pasado entre el estreno de ‘Frozen’ y el de su secuela han hecho mella en Olaf, que pasa de ser un recién llegado al mundo, a convertirse en un joven curioso y reflexivo.

Aunque en esta ocasión la empresa no haya apostado por una princesa homosexual, el colectivo gay reivindicó como propio el tema central de la banda sonora de ‘Frozen’, ‘Let it go’, una canción que habla sobre la libertad y derribar las barreras impuestas.

Una reapropiación que el elenco de la película parece apoyar: este mismo fin de semana, los intérpretes que ponen voz a Elsa, Olaf y Kristoff en su versión original (Idina Menzel, Josh Gad y Jonathan Groff, respectivamente) aparecieron en el escenario de un bar gay londinense para cantar, delante de una multitud entregadísima, el tema ganador del Óscar a mejor canción original en 2014.

EFE

Seis años después de conquistar la taquilla, el cuento de amor fraternal que convirtió a ‘Frozen’ en la cinta animada con mayor recaudación de la historia, regresa hoy con una secuela, en la que sus protagonistas abandonan toda inocencia para apostar por la oscuridad y los dilemas existenciales.

La llegada del otoño al reino, símbolo de mutación y cambios, será el aliciente que la reina Elsa, en esta nueva cinta, necesita para emprender la búsqueda de esa voz, que solo ella escucha. Es una aventura que le llevará a descubrir secretos sobre su pasado, y en la que estará acompañada por su hermana, la torpe y decidida princesa Anna, el novio de esta, Kristoff, su reno Sven y el tierno muñeco de nieve Olaf.

Los seis años que han pasado entre el estreno de ‘Frozen’ y el de su secuela han hecho mella en Olaf, que pasa de ser un recién llegado al mundo, a convertirse en un joven curioso y reflexivo.

Aunque en esta ocasión la empresa no haya apostado por una princesa homosexual, el colectivo gay reivindicó como propio el tema central de la banda sonora de ‘Frozen’, ‘Let it go’, una canción que habla sobre la libertad y derribar las barreras impuestas.

Una reapropiación que el elenco de la película parece apoyar: este mismo fin de semana, los intérpretes que ponen voz a Elsa, Olaf y Kristoff en su versión original (Idina Menzel, Josh Gad y Jonathan Groff, respectivamente) aparecieron en el escenario de un bar gay londinense para cantar, delante de una multitud entregadísima, el tema ganador del Óscar a mejor canción original en 2014.

EFE

Seis años después de conquistar la taquilla, el cuento de amor fraternal que convirtió a ‘Frozen’ en la cinta animada con mayor recaudación de la historia, regresa hoy con una secuela, en la que sus protagonistas abandonan toda inocencia para apostar por la oscuridad y los dilemas existenciales.

La llegada del otoño al reino, símbolo de mutación y cambios, será el aliciente que la reina Elsa, en esta nueva cinta, necesita para emprender la búsqueda de esa voz, que solo ella escucha. Es una aventura que le llevará a descubrir secretos sobre su pasado, y en la que estará acompañada por su hermana, la torpe y decidida princesa Anna, el novio de esta, Kristoff, su reno Sven y el tierno muñeco de nieve Olaf.

Los seis años que han pasado entre el estreno de ‘Frozen’ y el de su secuela han hecho mella en Olaf, que pasa de ser un recién llegado al mundo, a convertirse en un joven curioso y reflexivo.

Aunque en esta ocasión la empresa no haya apostado por una princesa homosexual, el colectivo gay reivindicó como propio el tema central de la banda sonora de ‘Frozen’, ‘Let it go’, una canción que habla sobre la libertad y derribar las barreras impuestas.

Una reapropiación que el elenco de la película parece apoyar: este mismo fin de semana, los intérpretes que ponen voz a Elsa, Olaf y Kristoff en su versión original (Idina Menzel, Josh Gad y Jonathan Groff, respectivamente) aparecieron en el escenario de un bar gay londinense para cantar, delante de una multitud entregadísima, el tema ganador del Óscar a mejor canción original en 2014.

EFE

Seis años después de conquistar la taquilla, el cuento de amor fraternal que convirtió a ‘Frozen’ en la cinta animada con mayor recaudación de la historia, regresa hoy con una secuela, en la que sus protagonistas abandonan toda inocencia para apostar por la oscuridad y los dilemas existenciales.

La llegada del otoño al reino, símbolo de mutación y cambios, será el aliciente que la reina Elsa, en esta nueva cinta, necesita para emprender la búsqueda de esa voz, que solo ella escucha. Es una aventura que le llevará a descubrir secretos sobre su pasado, y en la que estará acompañada por su hermana, la torpe y decidida princesa Anna, el novio de esta, Kristoff, su reno Sven y el tierno muñeco de nieve Olaf.

Los seis años que han pasado entre el estreno de ‘Frozen’ y el de su secuela han hecho mella en Olaf, que pasa de ser un recién llegado al mundo, a convertirse en un joven curioso y reflexivo.

Aunque en esta ocasión la empresa no haya apostado por una princesa homosexual, el colectivo gay reivindicó como propio el tema central de la banda sonora de ‘Frozen’, ‘Let it go’, una canción que habla sobre la libertad y derribar las barreras impuestas.

Una reapropiación que el elenco de la película parece apoyar: este mismo fin de semana, los intérpretes que ponen voz a Elsa, Olaf y Kristoff en su versión original (Idina Menzel, Josh Gad y Jonathan Groff, respectivamente) aparecieron en el escenario de un bar gay londinense para cantar, delante de una multitud entregadísima, el tema ganador del Óscar a mejor canción original en 2014.