La ‘vaca de agua’ está en la Amazonía

El manatí, también llamado ‘vaca de agua’, es un ser enigmático que pasa la mayoría del tiempo en las aguas profundas amazónicas. Saca su trompa a la superficie solo para respirar de manera muy discreta y silenciosa.

A pesar de la importancia de este mamífero en el ecosistema acuático de la región, existe un gran vacío de información con respecto a su estado de conservación en el país.

Fue históricamente explotado por los indígenas amazónicos. Lo cazaban para aprovechar su carne, piel y grasa, por lo que su población disminuyó y ahora está catalogado en peligro crítico, en el Libro Rojo de los mamíferos de Ecuador.

La mayoría de registros de estos ejemplares se ha realizado en los sistemas hidrográficos y lacustres de la Reserva Faunística Cuyabeno. En los primeros días de noviembre, monitores comunitarios y guardaparques, con el respaldo del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), mediante el uso del software correspondiente para el análisis de las imágenes, no pudieron avistar a ninguno, pero encontraron sus heces, lo cual es un indicador de que la especie sigue presente en la Reserva.

Los manatíes se encuentran en la cuenca del Amazonas, que abarca los territorios de Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana y Perú. (CM)

El manatí amazónico (Trichechus inunguis) es una de las tres especies que existen en el mundo. Es el sirénido más pequeño y el único exclusivo de agua dulce.

Puede alcanzar los 2,8 m de longitud y pesar alrededor 450 Kg. Es grande y manso. Completamente acuático, solitario y herbívoro estricto.

Juega un rol esencial en el sistema lacustre y es necesario para la Amazonía. Consume grandes cantidades de plantas acuáticas, como si fuese un verdadero jardinero.

Devuelve al ecosistema 40% de los nutrientes que consume. Sus heces representan una importante fuente de alimento para peces pequeños.

Los nacimientos ocurren entre diciembre a julio, época de mayor disponibilidad de alimento. La cría permanece junto a la madre dos años, y luego inicia su vida independiente.

En época de escasez de alimento puede soportar hasta 200 días de ayuno. El periodo de gestación es de 12 a 14 meses, la hembra pare una sola cría.

El manatí, también llamado ‘vaca de agua’, es un ser enigmático que pasa la mayoría del tiempo en las aguas profundas amazónicas. Saca su trompa a la superficie solo para respirar de manera muy discreta y silenciosa.

A pesar de la importancia de este mamífero en el ecosistema acuático de la región, existe un gran vacío de información con respecto a su estado de conservación en el país.

Fue históricamente explotado por los indígenas amazónicos. Lo cazaban para aprovechar su carne, piel y grasa, por lo que su población disminuyó y ahora está catalogado en peligro crítico, en el Libro Rojo de los mamíferos de Ecuador.

La mayoría de registros de estos ejemplares se ha realizado en los sistemas hidrográficos y lacustres de la Reserva Faunística Cuyabeno. En los primeros días de noviembre, monitores comunitarios y guardaparques, con el respaldo del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), mediante el uso del software correspondiente para el análisis de las imágenes, no pudieron avistar a ninguno, pero encontraron sus heces, lo cual es un indicador de que la especie sigue presente en la Reserva.

Los manatíes se encuentran en la cuenca del Amazonas, que abarca los territorios de Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana y Perú. (CM)

El manatí amazónico (Trichechus inunguis) es una de las tres especies que existen en el mundo. Es el sirénido más pequeño y el único exclusivo de agua dulce.

Puede alcanzar los 2,8 m de longitud y pesar alrededor 450 Kg. Es grande y manso. Completamente acuático, solitario y herbívoro estricto.

Juega un rol esencial en el sistema lacustre y es necesario para la Amazonía. Consume grandes cantidades de plantas acuáticas, como si fuese un verdadero jardinero.

Devuelve al ecosistema 40% de los nutrientes que consume. Sus heces representan una importante fuente de alimento para peces pequeños.

Los nacimientos ocurren entre diciembre a julio, época de mayor disponibilidad de alimento. La cría permanece junto a la madre dos años, y luego inicia su vida independiente.

En época de escasez de alimento puede soportar hasta 200 días de ayuno. El periodo de gestación es de 12 a 14 meses, la hembra pare una sola cría.

El manatí, también llamado ‘vaca de agua’, es un ser enigmático que pasa la mayoría del tiempo en las aguas profundas amazónicas. Saca su trompa a la superficie solo para respirar de manera muy discreta y silenciosa.

A pesar de la importancia de este mamífero en el ecosistema acuático de la región, existe un gran vacío de información con respecto a su estado de conservación en el país.

Fue históricamente explotado por los indígenas amazónicos. Lo cazaban para aprovechar su carne, piel y grasa, por lo que su población disminuyó y ahora está catalogado en peligro crítico, en el Libro Rojo de los mamíferos de Ecuador.

La mayoría de registros de estos ejemplares se ha realizado en los sistemas hidrográficos y lacustres de la Reserva Faunística Cuyabeno. En los primeros días de noviembre, monitores comunitarios y guardaparques, con el respaldo del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), mediante el uso del software correspondiente para el análisis de las imágenes, no pudieron avistar a ninguno, pero encontraron sus heces, lo cual es un indicador de que la especie sigue presente en la Reserva.

Los manatíes se encuentran en la cuenca del Amazonas, que abarca los territorios de Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana y Perú. (CM)

El manatí amazónico (Trichechus inunguis) es una de las tres especies que existen en el mundo. Es el sirénido más pequeño y el único exclusivo de agua dulce.

Puede alcanzar los 2,8 m de longitud y pesar alrededor 450 Kg. Es grande y manso. Completamente acuático, solitario y herbívoro estricto.

Juega un rol esencial en el sistema lacustre y es necesario para la Amazonía. Consume grandes cantidades de plantas acuáticas, como si fuese un verdadero jardinero.

Devuelve al ecosistema 40% de los nutrientes que consume. Sus heces representan una importante fuente de alimento para peces pequeños.

Los nacimientos ocurren entre diciembre a julio, época de mayor disponibilidad de alimento. La cría permanece junto a la madre dos años, y luego inicia su vida independiente.

En época de escasez de alimento puede soportar hasta 200 días de ayuno. El periodo de gestación es de 12 a 14 meses, la hembra pare una sola cría.

El manatí, también llamado ‘vaca de agua’, es un ser enigmático que pasa la mayoría del tiempo en las aguas profundas amazónicas. Saca su trompa a la superficie solo para respirar de manera muy discreta y silenciosa.

A pesar de la importancia de este mamífero en el ecosistema acuático de la región, existe un gran vacío de información con respecto a su estado de conservación en el país.

Fue históricamente explotado por los indígenas amazónicos. Lo cazaban para aprovechar su carne, piel y grasa, por lo que su población disminuyó y ahora está catalogado en peligro crítico, en el Libro Rojo de los mamíferos de Ecuador.

La mayoría de registros de estos ejemplares se ha realizado en los sistemas hidrográficos y lacustres de la Reserva Faunística Cuyabeno. En los primeros días de noviembre, monitores comunitarios y guardaparques, con el respaldo del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), mediante el uso del software correspondiente para el análisis de las imágenes, no pudieron avistar a ninguno, pero encontraron sus heces, lo cual es un indicador de que la especie sigue presente en la Reserva.

Los manatíes se encuentran en la cuenca del Amazonas, que abarca los territorios de Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana y Perú. (CM)

El manatí amazónico (Trichechus inunguis) es una de las tres especies que existen en el mundo. Es el sirénido más pequeño y el único exclusivo de agua dulce.

Puede alcanzar los 2,8 m de longitud y pesar alrededor 450 Kg. Es grande y manso. Completamente acuático, solitario y herbívoro estricto.

Juega un rol esencial en el sistema lacustre y es necesario para la Amazonía. Consume grandes cantidades de plantas acuáticas, como si fuese un verdadero jardinero.

Devuelve al ecosistema 40% de los nutrientes que consume. Sus heces representan una importante fuente de alimento para peces pequeños.

Los nacimientos ocurren entre diciembre a julio, época de mayor disponibilidad de alimento. La cría permanece junto a la madre dos años, y luego inicia su vida independiente.

En época de escasez de alimento puede soportar hasta 200 días de ayuno. El periodo de gestación es de 12 a 14 meses, la hembra pare una sola cría.