El ecuatoriano V

Patricio Durán

La manera de comunicarse del ecuatoriano es muy variada. Existen diversidad de modismos que matizan con especial particularidad su manera de hablar. Es común escuchar anglicismos (palabras inglesas) copiados de películas norteamericanas; neologismos (palabras creadas); también se recurre al uso de figuras literarias o retóricas como el pleonasmo (sal afuera, sube arriba, lo vi con mis propios ojos), el oxímoron (“tostar granizo”, sobre todo en política), la metáfora (es un tigre para los negocios), paradoja (porque te quiero te apaleo), ironía (antes se odiaban, ahora son compadres), etc.

Muchas veces escuchamos la expresión “sentido común” para designar la facultad que posee la generalidad de personas para juzgar razonablemente las cosas. Decir “esta persona no tiene sentido común” puede considerarse una injuria, quiere decir que no es completamente estúpida, pero le falta poco, le falta lo que se llama ingenio. Voltaire -no el Lenin Boltaire de Carondelet- sino el escritor francés, solía decir que “el sentido común es el menos común de los sentidos”, esto podemos notarlo sobre todo en el manejo económico que se realizó en la “década infame” del correísmo, cuando con un precio promedio del crudo ecuatoriano de $100 el barril, quedamos más endeudados que nunca, ¿podemos decir que se manejó con sentido común el tema económico?

Al observar el manejo de la administración pública, podemos concluir que la mayoría de gobernantes no toman decisiones con sentido común. La incapacidad para procesar las quejas y demandas de la población, especialmente para dar respuestas a sus apremiantes necesidades, va de la mano con la torpeza y falta de sentido común de quienes salieron a protestar por la eliminación de subsidios a los combustibles y casi terminan incendiando y saqueando las ciudades. Continuará.

Patricio Durán

La manera de comunicarse del ecuatoriano es muy variada. Existen diversidad de modismos que matizan con especial particularidad su manera de hablar. Es común escuchar anglicismos (palabras inglesas) copiados de películas norteamericanas; neologismos (palabras creadas); también se recurre al uso de figuras literarias o retóricas como el pleonasmo (sal afuera, sube arriba, lo vi con mis propios ojos), el oxímoron (“tostar granizo”, sobre todo en política), la metáfora (es un tigre para los negocios), paradoja (porque te quiero te apaleo), ironía (antes se odiaban, ahora son compadres), etc.

Muchas veces escuchamos la expresión “sentido común” para designar la facultad que posee la generalidad de personas para juzgar razonablemente las cosas. Decir “esta persona no tiene sentido común” puede considerarse una injuria, quiere decir que no es completamente estúpida, pero le falta poco, le falta lo que se llama ingenio. Voltaire -no el Lenin Boltaire de Carondelet- sino el escritor francés, solía decir que “el sentido común es el menos común de los sentidos”, esto podemos notarlo sobre todo en el manejo económico que se realizó en la “década infame” del correísmo, cuando con un precio promedio del crudo ecuatoriano de $100 el barril, quedamos más endeudados que nunca, ¿podemos decir que se manejó con sentido común el tema económico?

Al observar el manejo de la administración pública, podemos concluir que la mayoría de gobernantes no toman decisiones con sentido común. La incapacidad para procesar las quejas y demandas de la población, especialmente para dar respuestas a sus apremiantes necesidades, va de la mano con la torpeza y falta de sentido común de quienes salieron a protestar por la eliminación de subsidios a los combustibles y casi terminan incendiando y saqueando las ciudades. Continuará.

Patricio Durán

La manera de comunicarse del ecuatoriano es muy variada. Existen diversidad de modismos que matizan con especial particularidad su manera de hablar. Es común escuchar anglicismos (palabras inglesas) copiados de películas norteamericanas; neologismos (palabras creadas); también se recurre al uso de figuras literarias o retóricas como el pleonasmo (sal afuera, sube arriba, lo vi con mis propios ojos), el oxímoron (“tostar granizo”, sobre todo en política), la metáfora (es un tigre para los negocios), paradoja (porque te quiero te apaleo), ironía (antes se odiaban, ahora son compadres), etc.

Muchas veces escuchamos la expresión “sentido común” para designar la facultad que posee la generalidad de personas para juzgar razonablemente las cosas. Decir “esta persona no tiene sentido común” puede considerarse una injuria, quiere decir que no es completamente estúpida, pero le falta poco, le falta lo que se llama ingenio. Voltaire -no el Lenin Boltaire de Carondelet- sino el escritor francés, solía decir que “el sentido común es el menos común de los sentidos”, esto podemos notarlo sobre todo en el manejo económico que se realizó en la “década infame” del correísmo, cuando con un precio promedio del crudo ecuatoriano de $100 el barril, quedamos más endeudados que nunca, ¿podemos decir que se manejó con sentido común el tema económico?

Al observar el manejo de la administración pública, podemos concluir que la mayoría de gobernantes no toman decisiones con sentido común. La incapacidad para procesar las quejas y demandas de la población, especialmente para dar respuestas a sus apremiantes necesidades, va de la mano con la torpeza y falta de sentido común de quienes salieron a protestar por la eliminación de subsidios a los combustibles y casi terminan incendiando y saqueando las ciudades. Continuará.

Patricio Durán

La manera de comunicarse del ecuatoriano es muy variada. Existen diversidad de modismos que matizan con especial particularidad su manera de hablar. Es común escuchar anglicismos (palabras inglesas) copiados de películas norteamericanas; neologismos (palabras creadas); también se recurre al uso de figuras literarias o retóricas como el pleonasmo (sal afuera, sube arriba, lo vi con mis propios ojos), el oxímoron (“tostar granizo”, sobre todo en política), la metáfora (es un tigre para los negocios), paradoja (porque te quiero te apaleo), ironía (antes se odiaban, ahora son compadres), etc.

Muchas veces escuchamos la expresión “sentido común” para designar la facultad que posee la generalidad de personas para juzgar razonablemente las cosas. Decir “esta persona no tiene sentido común” puede considerarse una injuria, quiere decir que no es completamente estúpida, pero le falta poco, le falta lo que se llama ingenio. Voltaire -no el Lenin Boltaire de Carondelet- sino el escritor francés, solía decir que “el sentido común es el menos común de los sentidos”, esto podemos notarlo sobre todo en el manejo económico que se realizó en la “década infame” del correísmo, cuando con un precio promedio del crudo ecuatoriano de $100 el barril, quedamos más endeudados que nunca, ¿podemos decir que se manejó con sentido común el tema económico?

Al observar el manejo de la administración pública, podemos concluir que la mayoría de gobernantes no toman decisiones con sentido común. La incapacidad para procesar las quejas y demandas de la población, especialmente para dar respuestas a sus apremiantes necesidades, va de la mano con la torpeza y falta de sentido común de quienes salieron a protestar por la eliminación de subsidios a los combustibles y casi terminan incendiando y saqueando las ciudades. Continuará.