Ballet Nacional revive personajes de antaño

REPRESENTACIÓN. Los artistas en escena recrean un encuentro boxístico. (foto: Cortesía)
REPRESENTACIÓN. Los artistas en escena recrean un encuentro boxístico. (foto: Cortesía)
REPRESENTACIÓN. Los artistas en escena recrean un encuentro boxístico. (foto: Cortesía)
REPRESENTACIÓN. Los artistas en escena recrean un encuentro boxístico. (foto: Cortesía)
REPRESENTACIÓN. Los artistas en escena recrean un encuentro boxístico. (foto: Cortesía)
REPRESENTACIÓN. Los artistas en escena recrean un encuentro boxístico. (foto: Cortesía)
REPRESENTACIÓN. Los artistas en escena recrean un encuentro boxístico. (foto: Cortesía)
REPRESENTACIÓN. Los artistas en escena recrean un encuentro boxístico. (foto: Cortesía)

Con la recreación del ambiente de lo que fue el sector de San Blas y el interior de la Plaza Belmonte en las primeras décadas del siglo XX, el Ballet Nacional del Ecuador presenta la obra ‘La Belmonte’. Esta conjuga elementos dancísticos, teatrales y escenográficos, y trae a escena al ponchero, la mama chuchumeca, la cajonera, los payasos con chorizo, los chullas quiteños, el capariche; las caretas y los disfraces. Son personajes y vestimenta propios de las fiestas populares de antaño.

Bajo la dirección de Rubén Guarderas Jijón, este trabajo quiere retomar los inicios de esta plaza, que se terminó de construir en 1920 y que fue un sitio multiusos. Allí se realizaban las fiestas tradicionales, fue la sede de circos internacionales, se convirtió en cuadrilátero de box y en canchas deportivas para jugar básquet y voley.

La propuesta dancística basada en el libro de Ramiro Guarderas Iturralde, nieto del constructor de la Plaza Belmonte, resume la acción y presencia de la ciudadanía en cada una de las festividades quiteñas de ese entonces, y pone énfasis en los personajes, los disfraces, las máscaras y en el uso de “las músicas”.

Recordatorio de tradiciones
‘La Belmonte’, que se presentará de forma gratuita en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura, el 3 y el 4 de diciembre, recrea lo que los quiteños vivían en los días de Fiesta de Inocentes (entre el 28 de diciembre y el 6 de enero), por ejemplo, con los disfraces o las máscaras que eran alquiladas en tiendas que se levantaron alrededor de la edificación.

La obra comienza con la entrada de los personajes que destacaron en la época, quienes al final se presentan con disfraces y con máscaras.

En cuanto a la música, Guarderas destaca su importancia, porque con cada uno de los ritmos como el pasacalle, el capishca (música andina), los pasodobles y las tonadas, se van ambientando los diferentes momentos. Los ritmos, los timbres sonoros ayudan a conseguir una buena ambientación, aseguró.

Presencia de personajes
La obra se viene ejecutando por cinco años consecutivos y cuenta con la participación de más de 32 bailarines del Ballet Metropolitano y Ballet urbano.

Al final, invitarán al público a subir al escenario para bailar la música nacional, y en los exteriores del Teatro de la Casa de la Cultura, donde se recreará el entorno que había fuera de la plaza Belmonte, se ofrecerá el tradicional canelazo, típico de las fiestas de Quito.

De esta manera, el Ballet del Ecuador rendirá homenaje a la capital, que celebrará, el 6 de diciembre, 485 años de Fundación. (CM)

Propuesta
° Estaá el planteamiento de que la Plaza Belmonte, levantada en el sector de San Blas, en el centro norte de Quito, vuelva a ser un centro de actividad artística y cultural permanente.

Con la recreación del ambiente de lo que fue el sector de San Blas y el interior de la Plaza Belmonte en las primeras décadas del siglo XX, el Ballet Nacional del Ecuador presenta la obra ‘La Belmonte’. Esta conjuga elementos dancísticos, teatrales y escenográficos, y trae a escena al ponchero, la mama chuchumeca, la cajonera, los payasos con chorizo, los chullas quiteños, el capariche; las caretas y los disfraces. Son personajes y vestimenta propios de las fiestas populares de antaño.

Bajo la dirección de Rubén Guarderas Jijón, este trabajo quiere retomar los inicios de esta plaza, que se terminó de construir en 1920 y que fue un sitio multiusos. Allí se realizaban las fiestas tradicionales, fue la sede de circos internacionales, se convirtió en cuadrilátero de box y en canchas deportivas para jugar básquet y voley.

La propuesta dancística basada en el libro de Ramiro Guarderas Iturralde, nieto del constructor de la Plaza Belmonte, resume la acción y presencia de la ciudadanía en cada una de las festividades quiteñas de ese entonces, y pone énfasis en los personajes, los disfraces, las máscaras y en el uso de “las músicas”.

Recordatorio de tradiciones
‘La Belmonte’, que se presentará de forma gratuita en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura, el 3 y el 4 de diciembre, recrea lo que los quiteños vivían en los días de Fiesta de Inocentes (entre el 28 de diciembre y el 6 de enero), por ejemplo, con los disfraces o las máscaras que eran alquiladas en tiendas que se levantaron alrededor de la edificación.

La obra comienza con la entrada de los personajes que destacaron en la época, quienes al final se presentan con disfraces y con máscaras.

En cuanto a la música, Guarderas destaca su importancia, porque con cada uno de los ritmos como el pasacalle, el capishca (música andina), los pasodobles y las tonadas, se van ambientando los diferentes momentos. Los ritmos, los timbres sonoros ayudan a conseguir una buena ambientación, aseguró.

Presencia de personajes
La obra se viene ejecutando por cinco años consecutivos y cuenta con la participación de más de 32 bailarines del Ballet Metropolitano y Ballet urbano.

Al final, invitarán al público a subir al escenario para bailar la música nacional, y en los exteriores del Teatro de la Casa de la Cultura, donde se recreará el entorno que había fuera de la plaza Belmonte, se ofrecerá el tradicional canelazo, típico de las fiestas de Quito.

De esta manera, el Ballet del Ecuador rendirá homenaje a la capital, que celebrará, el 6 de diciembre, 485 años de Fundación. (CM)

Propuesta
° Estaá el planteamiento de que la Plaza Belmonte, levantada en el sector de San Blas, en el centro norte de Quito, vuelva a ser un centro de actividad artística y cultural permanente.

Con la recreación del ambiente de lo que fue el sector de San Blas y el interior de la Plaza Belmonte en las primeras décadas del siglo XX, el Ballet Nacional del Ecuador presenta la obra ‘La Belmonte’. Esta conjuga elementos dancísticos, teatrales y escenográficos, y trae a escena al ponchero, la mama chuchumeca, la cajonera, los payasos con chorizo, los chullas quiteños, el capariche; las caretas y los disfraces. Son personajes y vestimenta propios de las fiestas populares de antaño.

Bajo la dirección de Rubén Guarderas Jijón, este trabajo quiere retomar los inicios de esta plaza, que se terminó de construir en 1920 y que fue un sitio multiusos. Allí se realizaban las fiestas tradicionales, fue la sede de circos internacionales, se convirtió en cuadrilátero de box y en canchas deportivas para jugar básquet y voley.

La propuesta dancística basada en el libro de Ramiro Guarderas Iturralde, nieto del constructor de la Plaza Belmonte, resume la acción y presencia de la ciudadanía en cada una de las festividades quiteñas de ese entonces, y pone énfasis en los personajes, los disfraces, las máscaras y en el uso de “las músicas”.

Recordatorio de tradiciones
‘La Belmonte’, que se presentará de forma gratuita en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura, el 3 y el 4 de diciembre, recrea lo que los quiteños vivían en los días de Fiesta de Inocentes (entre el 28 de diciembre y el 6 de enero), por ejemplo, con los disfraces o las máscaras que eran alquiladas en tiendas que se levantaron alrededor de la edificación.

La obra comienza con la entrada de los personajes que destacaron en la época, quienes al final se presentan con disfraces y con máscaras.

En cuanto a la música, Guarderas destaca su importancia, porque con cada uno de los ritmos como el pasacalle, el capishca (música andina), los pasodobles y las tonadas, se van ambientando los diferentes momentos. Los ritmos, los timbres sonoros ayudan a conseguir una buena ambientación, aseguró.

Presencia de personajes
La obra se viene ejecutando por cinco años consecutivos y cuenta con la participación de más de 32 bailarines del Ballet Metropolitano y Ballet urbano.

Al final, invitarán al público a subir al escenario para bailar la música nacional, y en los exteriores del Teatro de la Casa de la Cultura, donde se recreará el entorno que había fuera de la plaza Belmonte, se ofrecerá el tradicional canelazo, típico de las fiestas de Quito.

De esta manera, el Ballet del Ecuador rendirá homenaje a la capital, que celebrará, el 6 de diciembre, 485 años de Fundación. (CM)

Propuesta
° Estaá el planteamiento de que la Plaza Belmonte, levantada en el sector de San Blas, en el centro norte de Quito, vuelva a ser un centro de actividad artística y cultural permanente.

Con la recreación del ambiente de lo que fue el sector de San Blas y el interior de la Plaza Belmonte en las primeras décadas del siglo XX, el Ballet Nacional del Ecuador presenta la obra ‘La Belmonte’. Esta conjuga elementos dancísticos, teatrales y escenográficos, y trae a escena al ponchero, la mama chuchumeca, la cajonera, los payasos con chorizo, los chullas quiteños, el capariche; las caretas y los disfraces. Son personajes y vestimenta propios de las fiestas populares de antaño.

Bajo la dirección de Rubén Guarderas Jijón, este trabajo quiere retomar los inicios de esta plaza, que se terminó de construir en 1920 y que fue un sitio multiusos. Allí se realizaban las fiestas tradicionales, fue la sede de circos internacionales, se convirtió en cuadrilátero de box y en canchas deportivas para jugar básquet y voley.

La propuesta dancística basada en el libro de Ramiro Guarderas Iturralde, nieto del constructor de la Plaza Belmonte, resume la acción y presencia de la ciudadanía en cada una de las festividades quiteñas de ese entonces, y pone énfasis en los personajes, los disfraces, las máscaras y en el uso de “las músicas”.

Recordatorio de tradiciones
‘La Belmonte’, que se presentará de forma gratuita en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura, el 3 y el 4 de diciembre, recrea lo que los quiteños vivían en los días de Fiesta de Inocentes (entre el 28 de diciembre y el 6 de enero), por ejemplo, con los disfraces o las máscaras que eran alquiladas en tiendas que se levantaron alrededor de la edificación.

La obra comienza con la entrada de los personajes que destacaron en la época, quienes al final se presentan con disfraces y con máscaras.

En cuanto a la música, Guarderas destaca su importancia, porque con cada uno de los ritmos como el pasacalle, el capishca (música andina), los pasodobles y las tonadas, se van ambientando los diferentes momentos. Los ritmos, los timbres sonoros ayudan a conseguir una buena ambientación, aseguró.

Presencia de personajes
La obra se viene ejecutando por cinco años consecutivos y cuenta con la participación de más de 32 bailarines del Ballet Metropolitano y Ballet urbano.

Al final, invitarán al público a subir al escenario para bailar la música nacional, y en los exteriores del Teatro de la Casa de la Cultura, donde se recreará el entorno que había fuera de la plaza Belmonte, se ofrecerá el tradicional canelazo, típico de las fiestas de Quito.

De esta manera, el Ballet del Ecuador rendirá homenaje a la capital, que celebrará, el 6 de diciembre, 485 años de Fundación. (CM)

Propuesta
° Estaá el planteamiento de que la Plaza Belmonte, levantada en el sector de San Blas, en el centro norte de Quito, vuelva a ser un centro de actividad artística y cultural permanente.