Entre coplas y tonadas españolas las tunas se abren paso en Ecuador

MIEMBROS. Grupo La Tuna: Henry de la Torre, Alex Villavicencio, Antoni Gualoto, Polo Guanuña y Jonathan Lagua.
MIEMBROS. Grupo La Tuna: Henry de la Torre, Alex Villavicencio, Antoni Gualoto, Polo Guanuña y Jonathan Lagua.
MIEMBROS. Grupo La Tuna: Henry de la Torre, Alex Villavicencio, Antoni Gualoto, Polo Guanuña y Jonathan Lagua.
MIEMBROS. Grupo La Tuna: Henry de la Torre, Alex Villavicencio, Antoni Gualoto, Polo Guanuña y Jonathan Lagua.
MIEMBROS. Grupo La Tuna: Henry de la Torre, Alex Villavicencio, Antoni Gualoto, Polo Guanuña y Jonathan Lagua.
MIEMBROS. Grupo La Tuna: Henry de la Torre, Alex Villavicencio, Antoni Gualoto, Polo Guanuña y Jonathan Lagua.
MIEMBROS. Grupo La Tuna: Henry de la Torre, Alex Villavicencio, Antoni Gualoto, Polo Guanuña y Jonathan Lagua.
MIEMBROS. Grupo La Tuna: Henry de la Torre, Alex Villavicencio, Antoni Gualoto, Polo Guanuña y Jonathan Lagua.

Redacción QUITO

EFE

Con su típico atuendo de terciopelo negro y pose de trovador, jóvenes de tres universidades han recuperado el legado de las tunas, una tradición que en las últimas décadas parece haber echado raíces en el Nuevo Continente. Este término se usa para nombrar a un conjunto musical formado por estudiantes. Los integrantes suelen vestir ropa antigua y ejecutar canciones folclóricas. Actualmente hay dos agrupaciones de este tipo en Quito y una en Cuenca, que mezclan la mejor tradición española con géneros locales.

La tuna de la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE) fue creada en enero de 2018 por su rector, Ricardo Hidalgo, cuenta Álex Villavicencio, miembro de esta. El grupo se sumó a la tuna de la Pontificia Universidad Católica de Ecuador (PUCE), que existe desde 2006, y a la de la Universidad del Azuay, creada en 2017. Las de la capital se inspiran tanto en la arraigada tradición universitaria española, como en las llamadas ‘estudiantinas’ y ‘rondallas’ quiteñas, de amplia profusión en la urbe desde 1880 hasta mediados de 1990.

Redacción QUITO

EFE

Con su típico atuendo de terciopelo negro y pose de trovador, jóvenes de tres universidades han recuperado el legado de las tunas, una tradición que en las últimas décadas parece haber echado raíces en el Nuevo Continente. Este término se usa para nombrar a un conjunto musical formado por estudiantes. Los integrantes suelen vestir ropa antigua y ejecutar canciones folclóricas. Actualmente hay dos agrupaciones de este tipo en Quito y una en Cuenca, que mezclan la mejor tradición española con géneros locales.

La tuna de la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE) fue creada en enero de 2018 por su rector, Ricardo Hidalgo, cuenta Álex Villavicencio, miembro de esta. El grupo se sumó a la tuna de la Pontificia Universidad Católica de Ecuador (PUCE), que existe desde 2006, y a la de la Universidad del Azuay, creada en 2017. Las de la capital se inspiran tanto en la arraigada tradición universitaria española, como en las llamadas ‘estudiantinas’ y ‘rondallas’ quiteñas, de amplia profusión en la urbe desde 1880 hasta mediados de 1990.

Redacción QUITO

EFE

Con su típico atuendo de terciopelo negro y pose de trovador, jóvenes de tres universidades han recuperado el legado de las tunas, una tradición que en las últimas décadas parece haber echado raíces en el Nuevo Continente. Este término se usa para nombrar a un conjunto musical formado por estudiantes. Los integrantes suelen vestir ropa antigua y ejecutar canciones folclóricas. Actualmente hay dos agrupaciones de este tipo en Quito y una en Cuenca, que mezclan la mejor tradición española con géneros locales.

La tuna de la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE) fue creada en enero de 2018 por su rector, Ricardo Hidalgo, cuenta Álex Villavicencio, miembro de esta. El grupo se sumó a la tuna de la Pontificia Universidad Católica de Ecuador (PUCE), que existe desde 2006, y a la de la Universidad del Azuay, creada en 2017. Las de la capital se inspiran tanto en la arraigada tradición universitaria española, como en las llamadas ‘estudiantinas’ y ‘rondallas’ quiteñas, de amplia profusión en la urbe desde 1880 hasta mediados de 1990.

Redacción QUITO

EFE

Con su típico atuendo de terciopelo negro y pose de trovador, jóvenes de tres universidades han recuperado el legado de las tunas, una tradición que en las últimas décadas parece haber echado raíces en el Nuevo Continente. Este término se usa para nombrar a un conjunto musical formado por estudiantes. Los integrantes suelen vestir ropa antigua y ejecutar canciones folclóricas. Actualmente hay dos agrupaciones de este tipo en Quito y una en Cuenca, que mezclan la mejor tradición española con géneros locales.

La tuna de la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE) fue creada en enero de 2018 por su rector, Ricardo Hidalgo, cuenta Álex Villavicencio, miembro de esta. El grupo se sumó a la tuna de la Pontificia Universidad Católica de Ecuador (PUCE), que existe desde 2006, y a la de la Universidad del Azuay, creada en 2017. Las de la capital se inspiran tanto en la arraigada tradición universitaria española, como en las llamadas ‘estudiantinas’ y ‘rondallas’ quiteñas, de amplia profusión en la urbe desde 1880 hasta mediados de 1990.