Reunioncitis aguditis

Santiago Ochoa Moreno

Tanto en el sector público como en el privado, es muy común tener el síndrome “reunioncitis aguditis.” Este consiste en hacer reuniones a cada instante, lo que conlleva a pasar largas horas en ellas, y terminarlas sin tener resultados. Varios temas laborales pueden tratarse con un café, con un correo, o incluso un mensaje de texto; pero, para temas más importantes, es innegable la necesidad de reuniones, sin embargo, estas deben ser planificadas para que sean eficientes y productivas.

Si usted quiere saber si en su lugar de trabajo existe este “síndrome” identifique si existen los siguientes tipos de reuniones: Reuniones que tienen hora de inicio, pero, no de fin, lo cual no permite a los participantes, hacer una planificación adecuada de las actividades en su jornada laboral. Reuniones en las que se habla de problemas, y no siempre de soluciones, peor aún se hace un seguimiento de los acuerdos conseguidos y al final, la reunión solo significa tiempo perdido. Reuniones en las que el tema y material que se va a tratar, no se presenta con anticipación, y a lo mucho, durante la reunión, la información es leída literalmente de las diapositivas sin importar que los participantes entiendan lo que se presenta. O incluso si la información es presentada con anterioridad, es densa y/o extensa, lo cual termina haciendo que los participantes en vez de entender, terminen más confundidos. Reuniones en las que los puntos a tratar se salen de control y nadie lleva la batuta de las mismas. Reuniones en las que todos están preocupados de sus celulares y nadie hace caso al interlocutor o al mensaje. Si una o varias de estas características se presentan habitualmente en sus reuniones, en su lugar de trabajo existe el síndrome, tenga en cuenta que usted puede ser parte o creador del mismo. (O)

[email protected]

Santiago Ochoa Moreno

Tanto en el sector público como en el privado, es muy común tener el síndrome “reunioncitis aguditis.” Este consiste en hacer reuniones a cada instante, lo que conlleva a pasar largas horas en ellas, y terminarlas sin tener resultados. Varios temas laborales pueden tratarse con un café, con un correo, o incluso un mensaje de texto; pero, para temas más importantes, es innegable la necesidad de reuniones, sin embargo, estas deben ser planificadas para que sean eficientes y productivas.

Si usted quiere saber si en su lugar de trabajo existe este “síndrome” identifique si existen los siguientes tipos de reuniones: Reuniones que tienen hora de inicio, pero, no de fin, lo cual no permite a los participantes, hacer una planificación adecuada de las actividades en su jornada laboral. Reuniones en las que se habla de problemas, y no siempre de soluciones, peor aún se hace un seguimiento de los acuerdos conseguidos y al final, la reunión solo significa tiempo perdido. Reuniones en las que el tema y material que se va a tratar, no se presenta con anticipación, y a lo mucho, durante la reunión, la información es leída literalmente de las diapositivas sin importar que los participantes entiendan lo que se presenta. O incluso si la información es presentada con anterioridad, es densa y/o extensa, lo cual termina haciendo que los participantes en vez de entender, terminen más confundidos. Reuniones en las que los puntos a tratar se salen de control y nadie lleva la batuta de las mismas. Reuniones en las que todos están preocupados de sus celulares y nadie hace caso al interlocutor o al mensaje. Si una o varias de estas características se presentan habitualmente en sus reuniones, en su lugar de trabajo existe el síndrome, tenga en cuenta que usted puede ser parte o creador del mismo. (O)

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Tanto en el sector público como en el privado, es muy común tener el síndrome “reunioncitis aguditis.” Este consiste en hacer reuniones a cada instante, lo que conlleva a pasar largas horas en ellas, y terminarlas sin tener resultados. Varios temas laborales pueden tratarse con un café, con un correo, o incluso un mensaje de texto; pero, para temas más importantes, es innegable la necesidad de reuniones, sin embargo, estas deben ser planificadas para que sean eficientes y productivas.

Si usted quiere saber si en su lugar de trabajo existe este “síndrome” identifique si existen los siguientes tipos de reuniones: Reuniones que tienen hora de inicio, pero, no de fin, lo cual no permite a los participantes, hacer una planificación adecuada de las actividades en su jornada laboral. Reuniones en las que se habla de problemas, y no siempre de soluciones, peor aún se hace un seguimiento de los acuerdos conseguidos y al final, la reunión solo significa tiempo perdido. Reuniones en las que el tema y material que se va a tratar, no se presenta con anticipación, y a lo mucho, durante la reunión, la información es leída literalmente de las diapositivas sin importar que los participantes entiendan lo que se presenta. O incluso si la información es presentada con anterioridad, es densa y/o extensa, lo cual termina haciendo que los participantes en vez de entender, terminen más confundidos. Reuniones en las que los puntos a tratar se salen de control y nadie lleva la batuta de las mismas. Reuniones en las que todos están preocupados de sus celulares y nadie hace caso al interlocutor o al mensaje. Si una o varias de estas características se presentan habitualmente en sus reuniones, en su lugar de trabajo existe el síndrome, tenga en cuenta que usted puede ser parte o creador del mismo. (O)

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Santiago Ochoa Moreno

Tanto en el sector público como en el privado, es muy común tener el síndrome “reunioncitis aguditis.” Este consiste en hacer reuniones a cada instante, lo que conlleva a pasar largas horas en ellas, y terminarlas sin tener resultados. Varios temas laborales pueden tratarse con un café, con un correo, o incluso un mensaje de texto; pero, para temas más importantes, es innegable la necesidad de reuniones, sin embargo, estas deben ser planificadas para que sean eficientes y productivas.

Si usted quiere saber si en su lugar de trabajo existe este “síndrome” identifique si existen los siguientes tipos de reuniones: Reuniones que tienen hora de inicio, pero, no de fin, lo cual no permite a los participantes, hacer una planificación adecuada de las actividades en su jornada laboral. Reuniones en las que se habla de problemas, y no siempre de soluciones, peor aún se hace un seguimiento de los acuerdos conseguidos y al final, la reunión solo significa tiempo perdido. Reuniones en las que el tema y material que se va a tratar, no se presenta con anticipación, y a lo mucho, durante la reunión, la información es leída literalmente de las diapositivas sin importar que los participantes entiendan lo que se presenta. O incluso si la información es presentada con anterioridad, es densa y/o extensa, lo cual termina haciendo que los participantes en vez de entender, terminen más confundidos. Reuniones en las que los puntos a tratar se salen de control y nadie lleva la batuta de las mismas. Reuniones en las que todos están preocupados de sus celulares y nadie hace caso al interlocutor o al mensaje. Si una o varias de estas características se presentan habitualmente en sus reuniones, en su lugar de trabajo existe el síndrome, tenga en cuenta que usted puede ser parte o creador del mismo. (O)

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