Volver a Loja

Karla Jaramillo Puertas

Es caminar por las calles céntricas de la ciudad, cruzar la vereda y saludar con el amigo de antaño que transita por ahí como parte de su rutina.

Es pasar por San Sebastián y escuchar al artista que forja su trayectoria a punta de aplausos y de conciertos.

Es saborear el arte culinario en los platos típicos como alverja con guineo, repe, tamal, humitas, roscones, bocadillos…

Es disfrutar el verde paisaje camino a Vilcabamba, Malacatos, Yangana etc. y respirar ese aire puro de los valles que desintoxican los pulmones.

Es contemplar al campesino con su semblante de huellas del sol y sus manos cuarteadas por el trabajo con la madre naturaleza.

Es sentirse orgulloso de haber nacido en el mismo terruño de Matilde Hidalgo, Benjamín Carrión, Pablo Palacio, Carlos Carrión, Edgar Palacios…

Es encontrarse con las amistades de siempre y disfrutar de una conversación amena y sincera, recordando los tiempos idos.

Es visitar a la ‘Churonita’, en El Cisne, afianzando la fe por los milagros concedidos en cada una de las oraciones y plegarias realizadas.

Es hablar con nuestra jerga donde: queta, buchir, jimbirico, coshco, motolo o “parar el agua”, “tas picho y vuelvo” o “si hombre” no necesitan traducción.

Es reconocer que sólo en Loja se usa el artículo “la” para referirse a nombres femeninos (como por ejemplo la Valeria o la Martina) así como la terminación de “illo” para palabras como: quesillo, cucharilla o jaboncillo.

Es contemplar la vestimenta de los Saraguros que lucen orgullosos sus collares, sombreros, trenzas, pantalones cortos y otros atuendos que forman parte de su cultura.

Es valorar nuestras raíces y ancestros para reforzar nuestra identidad, que no se la pierde por más que se viva en otros lares.

Es visitar a la familia, abrazarlos y demostrarles que vale la espera luego de tanta ausencia… (O)

[email protected]

Karla Jaramillo Puertas

Es caminar por las calles céntricas de la ciudad, cruzar la vereda y saludar con el amigo de antaño que transita por ahí como parte de su rutina.

Es pasar por San Sebastián y escuchar al artista que forja su trayectoria a punta de aplausos y de conciertos.

Es saborear el arte culinario en los platos típicos como alverja con guineo, repe, tamal, humitas, roscones, bocadillos…

Es disfrutar el verde paisaje camino a Vilcabamba, Malacatos, Yangana etc. y respirar ese aire puro de los valles que desintoxican los pulmones.

Es contemplar al campesino con su semblante de huellas del sol y sus manos cuarteadas por el trabajo con la madre naturaleza.

Es sentirse orgulloso de haber nacido en el mismo terruño de Matilde Hidalgo, Benjamín Carrión, Pablo Palacio, Carlos Carrión, Edgar Palacios…

Es encontrarse con las amistades de siempre y disfrutar de una conversación amena y sincera, recordando los tiempos idos.

Es visitar a la ‘Churonita’, en El Cisne, afianzando la fe por los milagros concedidos en cada una de las oraciones y plegarias realizadas.

Es hablar con nuestra jerga donde: queta, buchir, jimbirico, coshco, motolo o “parar el agua”, “tas picho y vuelvo” o “si hombre” no necesitan traducción.

Es reconocer que sólo en Loja se usa el artículo “la” para referirse a nombres femeninos (como por ejemplo la Valeria o la Martina) así como la terminación de “illo” para palabras como: quesillo, cucharilla o jaboncillo.

Es contemplar la vestimenta de los Saraguros que lucen orgullosos sus collares, sombreros, trenzas, pantalones cortos y otros atuendos que forman parte de su cultura.

Es valorar nuestras raíces y ancestros para reforzar nuestra identidad, que no se la pierde por más que se viva en otros lares.

Es visitar a la familia, abrazarlos y demostrarles que vale la espera luego de tanta ausencia… (O)

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Karla Jaramillo Puertas

Es caminar por las calles céntricas de la ciudad, cruzar la vereda y saludar con el amigo de antaño que transita por ahí como parte de su rutina.

Es pasar por San Sebastián y escuchar al artista que forja su trayectoria a punta de aplausos y de conciertos.

Es saborear el arte culinario en los platos típicos como alverja con guineo, repe, tamal, humitas, roscones, bocadillos…

Es disfrutar el verde paisaje camino a Vilcabamba, Malacatos, Yangana etc. y respirar ese aire puro de los valles que desintoxican los pulmones.

Es contemplar al campesino con su semblante de huellas del sol y sus manos cuarteadas por el trabajo con la madre naturaleza.

Es sentirse orgulloso de haber nacido en el mismo terruño de Matilde Hidalgo, Benjamín Carrión, Pablo Palacio, Carlos Carrión, Edgar Palacios…

Es encontrarse con las amistades de siempre y disfrutar de una conversación amena y sincera, recordando los tiempos idos.

Es visitar a la ‘Churonita’, en El Cisne, afianzando la fe por los milagros concedidos en cada una de las oraciones y plegarias realizadas.

Es hablar con nuestra jerga donde: queta, buchir, jimbirico, coshco, motolo o “parar el agua”, “tas picho y vuelvo” o “si hombre” no necesitan traducción.

Es reconocer que sólo en Loja se usa el artículo “la” para referirse a nombres femeninos (como por ejemplo la Valeria o la Martina) así como la terminación de “illo” para palabras como: quesillo, cucharilla o jaboncillo.

Es contemplar la vestimenta de los Saraguros que lucen orgullosos sus collares, sombreros, trenzas, pantalones cortos y otros atuendos que forman parte de su cultura.

Es valorar nuestras raíces y ancestros para reforzar nuestra identidad, que no se la pierde por más que se viva en otros lares.

Es visitar a la familia, abrazarlos y demostrarles que vale la espera luego de tanta ausencia… (O)

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Karla Jaramillo Puertas

Es caminar por las calles céntricas de la ciudad, cruzar la vereda y saludar con el amigo de antaño que transita por ahí como parte de su rutina.

Es pasar por San Sebastián y escuchar al artista que forja su trayectoria a punta de aplausos y de conciertos.

Es saborear el arte culinario en los platos típicos como alverja con guineo, repe, tamal, humitas, roscones, bocadillos…

Es disfrutar el verde paisaje camino a Vilcabamba, Malacatos, Yangana etc. y respirar ese aire puro de los valles que desintoxican los pulmones.

Es contemplar al campesino con su semblante de huellas del sol y sus manos cuarteadas por el trabajo con la madre naturaleza.

Es sentirse orgulloso de haber nacido en el mismo terruño de Matilde Hidalgo, Benjamín Carrión, Pablo Palacio, Carlos Carrión, Edgar Palacios…

Es encontrarse con las amistades de siempre y disfrutar de una conversación amena y sincera, recordando los tiempos idos.

Es visitar a la ‘Churonita’, en El Cisne, afianzando la fe por los milagros concedidos en cada una de las oraciones y plegarias realizadas.

Es hablar con nuestra jerga donde: queta, buchir, jimbirico, coshco, motolo o “parar el agua”, “tas picho y vuelvo” o “si hombre” no necesitan traducción.

Es reconocer que sólo en Loja se usa el artículo “la” para referirse a nombres femeninos (como por ejemplo la Valeria o la Martina) así como la terminación de “illo” para palabras como: quesillo, cucharilla o jaboncillo.

Es contemplar la vestimenta de los Saraguros que lucen orgullosos sus collares, sombreros, trenzas, pantalones cortos y otros atuendos que forman parte de su cultura.

Es valorar nuestras raíces y ancestros para reforzar nuestra identidad, que no se la pierde por más que se viva en otros lares.

Es visitar a la familia, abrazarlos y demostrarles que vale la espera luego de tanta ausencia… (O)

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