Crear entre la duda y la certeza: retrospectiva al arte de Manuela Ribadeneira

El Centro de Arte Contemporáneo presenta ‘Objetos de duda y de certeza’, una amplia retrospectiva a una parte de la trayectoria de la artista quiteña Manuela Ribadeneira.

La amplia colección de piezas –que la autora concibe como “experimentos”– encierra las diversas búsquedas e inquietudes que han motivado su arte en las últimas dos décadas. La muestra curada por Rodolfo Kronfle Chambers permanecerá abierta hasta el 19 de abril de 2020, con entrada libre.

Arte y realidad
El recorrido por los cuatro pabellones despliega y pone en diálogo obras de distintas épocas, que van hilando un tejido de cuestionamientos alrededor de la identidad, el territorio y la historia.

Esculturas, audios, dibujos, instalaciones y videos conforman las 40 creaciones que reúne ‘Objetos de duda y de certeza’, nombre que hace referencia a la polarización extrema de ideologías que rige a la sociedad ecuatoriana actual:

“Se ha convertido en un mundo de blancos o negros, amigos o enemigos, estás dentro o fuera. Esa visión maniqueísta del mundo prevalece. (La muestra) tiene que ver con estas posiciones firmes, con la imposibilidad de tener un poco de duda o llegar a alguna certeza”, explica Ribadeneira.

El Centro de Arte Contemporáneo presenta ‘Objetos de duda y de certeza’, una amplia retrospectiva a una parte de la trayectoria de la artista quiteña Manuela Ribadeneira.

La amplia colección de piezas –que la autora concibe como “experimentos”– encierra las diversas búsquedas e inquietudes que han motivado su arte en las últimas dos décadas. La muestra curada por Rodolfo Kronfle Chambers permanecerá abierta hasta el 19 de abril de 2020, con entrada libre.

Arte y realidad
El recorrido por los cuatro pabellones despliega y pone en diálogo obras de distintas épocas, que van hilando un tejido de cuestionamientos alrededor de la identidad, el territorio y la historia.

Esculturas, audios, dibujos, instalaciones y videos conforman las 40 creaciones que reúne ‘Objetos de duda y de certeza’, nombre que hace referencia a la polarización extrema de ideologías que rige a la sociedad ecuatoriana actual:

“Se ha convertido en un mundo de blancos o negros, amigos o enemigos, estás dentro o fuera. Esa visión maniqueísta del mundo prevalece. (La muestra) tiene que ver con estas posiciones firmes, con la imposibilidad de tener un poco de duda o llegar a alguna certeza”, explica Ribadeneira.

El Centro de Arte Contemporáneo presenta ‘Objetos de duda y de certeza’, una amplia retrospectiva a una parte de la trayectoria de la artista quiteña Manuela Ribadeneira.

La amplia colección de piezas –que la autora concibe como “experimentos”– encierra las diversas búsquedas e inquietudes que han motivado su arte en las últimas dos décadas. La muestra curada por Rodolfo Kronfle Chambers permanecerá abierta hasta el 19 de abril de 2020, con entrada libre.

Arte y realidad
El recorrido por los cuatro pabellones despliega y pone en diálogo obras de distintas épocas, que van hilando un tejido de cuestionamientos alrededor de la identidad, el territorio y la historia.

Esculturas, audios, dibujos, instalaciones y videos conforman las 40 creaciones que reúne ‘Objetos de duda y de certeza’, nombre que hace referencia a la polarización extrema de ideologías que rige a la sociedad ecuatoriana actual:

“Se ha convertido en un mundo de blancos o negros, amigos o enemigos, estás dentro o fuera. Esa visión maniqueísta del mundo prevalece. (La muestra) tiene que ver con estas posiciones firmes, con la imposibilidad de tener un poco de duda o llegar a alguna certeza”, explica Ribadeneira.

El Centro de Arte Contemporáneo presenta ‘Objetos de duda y de certeza’, una amplia retrospectiva a una parte de la trayectoria de la artista quiteña Manuela Ribadeneira.

La amplia colección de piezas –que la autora concibe como “experimentos”– encierra las diversas búsquedas e inquietudes que han motivado su arte en las últimas dos décadas. La muestra curada por Rodolfo Kronfle Chambers permanecerá abierta hasta el 19 de abril de 2020, con entrada libre.

Arte y realidad
El recorrido por los cuatro pabellones despliega y pone en diálogo obras de distintas épocas, que van hilando un tejido de cuestionamientos alrededor de la identidad, el territorio y la historia.

Esculturas, audios, dibujos, instalaciones y videos conforman las 40 creaciones que reúne ‘Objetos de duda y de certeza’, nombre que hace referencia a la polarización extrema de ideologías que rige a la sociedad ecuatoriana actual:

“Se ha convertido en un mundo de blancos o negros, amigos o enemigos, estás dentro o fuera. Esa visión maniqueísta del mundo prevalece. (La muestra) tiene que ver con estas posiciones firmes, con la imposibilidad de tener un poco de duda o llegar a alguna certeza”, explica Ribadeneira.

La visita empieza con la sala ‘Hago mío este territorio’, que se remonta a proyectos que surgieron a inicios del 2000, en los que la artista relaciona el espacio con la identidad, además de hacer un recuento histórico de los conflictos limítrofes que marcaron la historia nacional.

El segundo pabellón, ‘Sobre la dirección en la que sopla el viento’, se sirve de la revisión de pequeños hechos que surgieron en momentos trascendentales, como la Revolución Francesa, para hacer una relectura del presente y “ver las cosas con perspectiva histórica”.

TOME NOTA
Los horarios de atención son de 10:30 a 17:30 entre martes y viernes, y de 9:00 a 17:30 los fines de semana. Con un gigantesco mapa de Quito que cuelga del techo, ‘El arte de navegar’ -título de la tercera sala-, habla de la construcción de la identidad desde lo geográfico, relacionándolo con los instrumentos de navegación: “Estos objetos te hacen tres preguntas esenciales: dónde estás, cómo irás hacia donde quieres ir y cómo regresarás al lugar de donde viniste”.

La exposición cierra en el pabellón norte del museo, con la instalación ‘El cambio está a la vuelta de la esquina’, una serie de espejos y ángulos a escala humana que permite la interacción del público con la obra. En la misma sala está ubicada la pieza más pequeña de la muestra, ‘La partícula de Dios’, un guiño a la casualidad, capaz de cambiar el rumbo de la creación y del descubrimiento. (AA)

La visita empieza con la sala ‘Hago mío este territorio’, que se remonta a proyectos que surgieron a inicios del 2000, en los que la artista relaciona el espacio con la identidad, además de hacer un recuento histórico de los conflictos limítrofes que marcaron la historia nacional.

El segundo pabellón, ‘Sobre la dirección en la que sopla el viento’, se sirve de la revisión de pequeños hechos que surgieron en momentos trascendentales, como la Revolución Francesa, para hacer una relectura del presente y “ver las cosas con perspectiva histórica”.

TOME NOTA
Los horarios de atención son de 10:30 a 17:30 entre martes y viernes, y de 9:00 a 17:30 los fines de semana. Con un gigantesco mapa de Quito que cuelga del techo, ‘El arte de navegar’ -título de la tercera sala-, habla de la construcción de la identidad desde lo geográfico, relacionándolo con los instrumentos de navegación: “Estos objetos te hacen tres preguntas esenciales: dónde estás, cómo irás hacia donde quieres ir y cómo regresarás al lugar de donde viniste”.

La exposición cierra en el pabellón norte del museo, con la instalación ‘El cambio está a la vuelta de la esquina’, una serie de espejos y ángulos a escala humana que permite la interacción del público con la obra. En la misma sala está ubicada la pieza más pequeña de la muestra, ‘La partícula de Dios’, un guiño a la casualidad, capaz de cambiar el rumbo de la creación y del descubrimiento. (AA)

La visita empieza con la sala ‘Hago mío este territorio’, que se remonta a proyectos que surgieron a inicios del 2000, en los que la artista relaciona el espacio con la identidad, además de hacer un recuento histórico de los conflictos limítrofes que marcaron la historia nacional.

El segundo pabellón, ‘Sobre la dirección en la que sopla el viento’, se sirve de la revisión de pequeños hechos que surgieron en momentos trascendentales, como la Revolución Francesa, para hacer una relectura del presente y “ver las cosas con perspectiva histórica”.

TOME NOTA
Los horarios de atención son de 10:30 a 17:30 entre martes y viernes, y de 9:00 a 17:30 los fines de semana. Con un gigantesco mapa de Quito que cuelga del techo, ‘El arte de navegar’ -título de la tercera sala-, habla de la construcción de la identidad desde lo geográfico, relacionándolo con los instrumentos de navegación: “Estos objetos te hacen tres preguntas esenciales: dónde estás, cómo irás hacia donde quieres ir y cómo regresarás al lugar de donde viniste”.

La exposición cierra en el pabellón norte del museo, con la instalación ‘El cambio está a la vuelta de la esquina’, una serie de espejos y ángulos a escala humana que permite la interacción del público con la obra. En la misma sala está ubicada la pieza más pequeña de la muestra, ‘La partícula de Dios’, un guiño a la casualidad, capaz de cambiar el rumbo de la creación y del descubrimiento. (AA)

La visita empieza con la sala ‘Hago mío este territorio’, que se remonta a proyectos que surgieron a inicios del 2000, en los que la artista relaciona el espacio con la identidad, además de hacer un recuento histórico de los conflictos limítrofes que marcaron la historia nacional.

El segundo pabellón, ‘Sobre la dirección en la que sopla el viento’, se sirve de la revisión de pequeños hechos que surgieron en momentos trascendentales, como la Revolución Francesa, para hacer una relectura del presente y “ver las cosas con perspectiva histórica”.

TOME NOTA
Los horarios de atención son de 10:30 a 17:30 entre martes y viernes, y de 9:00 a 17:30 los fines de semana. Con un gigantesco mapa de Quito que cuelga del techo, ‘El arte de navegar’ -título de la tercera sala-, habla de la construcción de la identidad desde lo geográfico, relacionándolo con los instrumentos de navegación: “Estos objetos te hacen tres preguntas esenciales: dónde estás, cómo irás hacia donde quieres ir y cómo regresarás al lugar de donde viniste”.

La exposición cierra en el pabellón norte del museo, con la instalación ‘El cambio está a la vuelta de la esquina’, una serie de espejos y ángulos a escala humana que permite la interacción del público con la obra. En la misma sala está ubicada la pieza más pequeña de la muestra, ‘La partícula de Dios’, un guiño a la casualidad, capaz de cambiar el rumbo de la creación y del descubrimiento. (AA)