Salven al IESS

Rodrigo Santillán Peralbo

La imparable corrupción pretende acabar con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, al igual que otros quieren privatizarlo y los de más allá organizar un seguro privado con el aporte de los trabajadores del 2% de sus salarios, destinado a la jubilación dentro de unos 25 años o más. ¿Son ambiciones económicas con un pueblo siempre preterido?

Liquidar al IESS, ISSFA, ISSPOL, no será una tarea fácil porque existen trabajadores activos y jubilados que no darán paso a ese infame atropello, tal como han permitido que algunos exdirectores gocen de largas vacaciones sin ser enjuiciados, investigados a fondo o encarcelados, si acaso hubiesen cometido atracos o dejado que se festinen los dineros de los afiliados que son los únicos dueños del IESS. Ha habido directores o altos funcionarios del IESS que podrían ser cómplices del mal uso de dineros ajenos y de abusos cometidos por poderosos personajes que negaron deudas, no pagaron el 40% por seguro de salud, o que, simplemente, de los dineros de los afiliados hicieron caja chica. ¿Dónde están las investigaciones? ¿Dónde las sanciones?

Las corrupciones han continuado hasta exprimir al IESS y dejarlo en peligro de quiebra. Millones de dólares se han festinado, supuestamente, en dolosas adquisiciones de medicinas e insumos mediante contratos con un joven de 25 años de edad, o con un futbolista, por ejemplo, según denunciaba Germán Rodas de la Comisión Nacional Anticorrupción. ¿Qué han hecho fiscales y jueces sobre estos casos? Cuando la Justicia es lenta o inactiva, los delitos crecen en proporción geométrica a la pobreza y la corrupción se multiplica cuando reina “la calvicie moral” como decía José Ingenieros.

La impunidad será invencible en tanto los pueblos sean indiferentes frente a los atracos a sus dineros.

[email protected]

Rodrigo Santillán Peralbo

La imparable corrupción pretende acabar con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, al igual que otros quieren privatizarlo y los de más allá organizar un seguro privado con el aporte de los trabajadores del 2% de sus salarios, destinado a la jubilación dentro de unos 25 años o más. ¿Son ambiciones económicas con un pueblo siempre preterido?

Liquidar al IESS, ISSFA, ISSPOL, no será una tarea fácil porque existen trabajadores activos y jubilados que no darán paso a ese infame atropello, tal como han permitido que algunos exdirectores gocen de largas vacaciones sin ser enjuiciados, investigados a fondo o encarcelados, si acaso hubiesen cometido atracos o dejado que se festinen los dineros de los afiliados que son los únicos dueños del IESS. Ha habido directores o altos funcionarios del IESS que podrían ser cómplices del mal uso de dineros ajenos y de abusos cometidos por poderosos personajes que negaron deudas, no pagaron el 40% por seguro de salud, o que, simplemente, de los dineros de los afiliados hicieron caja chica. ¿Dónde están las investigaciones? ¿Dónde las sanciones?

Las corrupciones han continuado hasta exprimir al IESS y dejarlo en peligro de quiebra. Millones de dólares se han festinado, supuestamente, en dolosas adquisiciones de medicinas e insumos mediante contratos con un joven de 25 años de edad, o con un futbolista, por ejemplo, según denunciaba Germán Rodas de la Comisión Nacional Anticorrupción. ¿Qué han hecho fiscales y jueces sobre estos casos? Cuando la Justicia es lenta o inactiva, los delitos crecen en proporción geométrica a la pobreza y la corrupción se multiplica cuando reina “la calvicie moral” como decía José Ingenieros.

La impunidad será invencible en tanto los pueblos sean indiferentes frente a los atracos a sus dineros.

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La imparable corrupción pretende acabar con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, al igual que otros quieren privatizarlo y los de más allá organizar un seguro privado con el aporte de los trabajadores del 2% de sus salarios, destinado a la jubilación dentro de unos 25 años o más. ¿Son ambiciones económicas con un pueblo siempre preterido?

Liquidar al IESS, ISSFA, ISSPOL, no será una tarea fácil porque existen trabajadores activos y jubilados que no darán paso a ese infame atropello, tal como han permitido que algunos exdirectores gocen de largas vacaciones sin ser enjuiciados, investigados a fondo o encarcelados, si acaso hubiesen cometido atracos o dejado que se festinen los dineros de los afiliados que son los únicos dueños del IESS. Ha habido directores o altos funcionarios del IESS que podrían ser cómplices del mal uso de dineros ajenos y de abusos cometidos por poderosos personajes que negaron deudas, no pagaron el 40% por seguro de salud, o que, simplemente, de los dineros de los afiliados hicieron caja chica. ¿Dónde están las investigaciones? ¿Dónde las sanciones?

Las corrupciones han continuado hasta exprimir al IESS y dejarlo en peligro de quiebra. Millones de dólares se han festinado, supuestamente, en dolosas adquisiciones de medicinas e insumos mediante contratos con un joven de 25 años de edad, o con un futbolista, por ejemplo, según denunciaba Germán Rodas de la Comisión Nacional Anticorrupción. ¿Qué han hecho fiscales y jueces sobre estos casos? Cuando la Justicia es lenta o inactiva, los delitos crecen en proporción geométrica a la pobreza y la corrupción se multiplica cuando reina “la calvicie moral” como decía José Ingenieros.

La impunidad será invencible en tanto los pueblos sean indiferentes frente a los atracos a sus dineros.

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La imparable corrupción pretende acabar con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, al igual que otros quieren privatizarlo y los de más allá organizar un seguro privado con el aporte de los trabajadores del 2% de sus salarios, destinado a la jubilación dentro de unos 25 años o más. ¿Son ambiciones económicas con un pueblo siempre preterido?

Liquidar al IESS, ISSFA, ISSPOL, no será una tarea fácil porque existen trabajadores activos y jubilados que no darán paso a ese infame atropello, tal como han permitido que algunos exdirectores gocen de largas vacaciones sin ser enjuiciados, investigados a fondo o encarcelados, si acaso hubiesen cometido atracos o dejado que se festinen los dineros de los afiliados que son los únicos dueños del IESS. Ha habido directores o altos funcionarios del IESS que podrían ser cómplices del mal uso de dineros ajenos y de abusos cometidos por poderosos personajes que negaron deudas, no pagaron el 40% por seguro de salud, o que, simplemente, de los dineros de los afiliados hicieron caja chica. ¿Dónde están las investigaciones? ¿Dónde las sanciones?

Las corrupciones han continuado hasta exprimir al IESS y dejarlo en peligro de quiebra. Millones de dólares se han festinado, supuestamente, en dolosas adquisiciones de medicinas e insumos mediante contratos con un joven de 25 años de edad, o con un futbolista, por ejemplo, según denunciaba Germán Rodas de la Comisión Nacional Anticorrupción. ¿Qué han hecho fiscales y jueces sobre estos casos? Cuando la Justicia es lenta o inactiva, los delitos crecen en proporción geométrica a la pobreza y la corrupción se multiplica cuando reina “la calvicie moral” como decía José Ingenieros.

La impunidad será invencible en tanto los pueblos sean indiferentes frente a los atracos a sus dineros.

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