Por: Fernando Esparza Dávalos
Yaron Avitov, escritor hebreo, es autor deun importante trabajo como antólogo y documentalista sobre el Holocausto.
Avitov nunca abandona su consigna: delatar el horror. El libro ‘Escrito en la ceniza’ es escalofriante en cada testimonio. ¡Que grande el pueblo judío, que soportó y sobrevivió al Holocausto! Que, luego del ataque más mortífero del mal, pudo producir testimonios, poesía, novelas, teatro, música.
Obra
Muchos de los autores que participan de la antología han ganado premios de literatura, y sus libros han sido traducidos a varios idiomas.
Los testimonios hablan del encierro, la desesperanza y el miedo: “Todos son números y sobre ellos arremeten los verdugos”, dice en su texto K. Tzetnik.
La angustia del hacinamiento en los vagones donde mueren los niños traspasa los sentidos, ahoga las palabras: “No nos aplasten”, dice Mania Halevi.
En otros recovecos, la imaginación pretende suplir el infierno: “Todo el mundo palideció de miedo. Me senté en el piso abrazando mis rodillas… No quería moverme. Que nadie me viese. Quería ser invisible”, escribe Shulamit Hareven.
No faltan las precisiones del antólogo después de cada testimonio, lo que da énfasis a la pregunta: ¿Qué pretende Yaron Avitov? De manera deliberada, busca no cerrar la llaga jamás.
Del hecho han pasado 75 años. Mientras el escritor viva, estoy seguro de que seguirá levantando la causa en defensa de su país, Israel.
El libro se divide en cuatro acápites: ‘Víctimas y sobrevivientes’, ‘Parientes de las víctimas del Holocausto’, ‘Hijos, nietos y bisnietos de los sobrevivientes’ y ‘Otros autores’. Son 90 textos con los que Avitov combate al mal y demuestra sus consecuencias, para no repetirlas.
Después de la lectura de este libro, nuestra conciencia, nuestro poder y nuestras fuerzas deben reafirmar: ¡Nunca más el Holocausto! ¡Nunca más que el demonio alce banderas de sangre y triunfo, nunca más la locura Nazi! ¡Nunca más!