Uno de cada cuatro ecuatorianos es pobre

Diego García-Vélez

La pobreza, problema social que ha estado presente a lo largo de la historia de la humanidad, en primera instancia fue abordada desde un enfoque sociológico, y luego con técnicas cuantitativas. Sin embargo, es Amartya Sen, premio Nobel de Economía, quien sienta las bases para el estudio de la pobreza económica.

El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) es la institución que realiza las mediciones de pobreza, a través de tres indicadores (ingresos, necesidades básicas insatisfechas y multidimensional). Para medir la pobreza por ingresos, el INEC construye una línea de pobreza considerada como el nivel de ingreso mínimo disponible (mensual) que necesita una persona para no ser pobre, por lo tanto, se considera en situación de pobreza a las personas que posean un ingreso inferior a dicha línea.

A diciembre de 2019, la línea de pobreza se ubicó en 84,72 dólares y la de pobreza extrema en 47,80 dólares. La pobreza por ingresos a nivel nacional se ubicó en 25% y la pobreza extrema en 8,9%, es decir, que de cada cuatro ecuatorianos uno es pobre y de cada 10 ecuatorianos uno es extremadamente pobre. La pobreza en el sector rural se ubicó en 41,8% y en el sector urbano en 17,2%, esto evidencia que la pobreza en el sector rural es aproximadamente 2,4 veces mayor que en el sector urbano; y la pobreza extrema es 4,5 veces mayor.

Si bien la pobreza puede ser analizada desde diferentes enfoques, para combatirla es primordial la aplicación de políticas laborales que procuren un empleo no precario, que respete los derechos de los trabajadores y facilite la creación de plazas de trabajo. Esto acompañado de la aplicación de políticas de educación (entre otras), puesto que, no solo se necesita plazas de trabajo, sino también, trabajadores capacitados para ocuparlas. (O)

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