Por una mujer de calidad

EDGAR QUIÑONES SEVILLA

Para participar en la elección de Presidenta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), 2019, varios países propusieron a la excanciller María Fernanda Espinosa para tal función y un grupo de parlamentarios promovió una acción contraria, incluida la cabeza de la diplomática, a la cual llevaron a un juicio que no impidió su nominación, salvando a Ecuador de una vergüenza sin nombre.

Luego de haber cumplido admirablemente su misión al frente de la entidad más importante del planeta, otro respetable grupo de naciones se halla apoyando la postulación de la cualificada dama del país del centro del mundo sudamericano para Secretaria General de la Organización de Estados Americanos (OEA) y un grupo de parlamentarios y de otros sectores está solicitando la acción contraria para la compatriota, cuyo pecado principal ha sido defender con pasión a la patria y llenarla de orgullo en los diversos campos públicos en los que la ha representado.

Acciones de este calibre ya se han conocido en este país, partiendo de quienes ofrendaron su vida por liberarnos del yugo español, como Eugenio Espejo, Simón Bolívar, Antonio José de Sucre y otros de su estirpe, a quienes se vituperó por ubicarse en la línea que señalaba el honor de quienes más tarde acordarían llamarse ecuatorianos. El hecho contra la Dra. María Fernanda, duele aún más cuando el odio contra ella proviene de personas de su mismo género que, se supone son dueñas de sentimientos delicados como exponentes del bello sexo.

Ecuador cuenta con un valioso ancestro intelectual y moral, derivado de mujeres como Manuela Espejo, Manuela Sáenz, Manuela Cañizares, Isabel Robalino, Nela Martínez y muchas otras, que dieron muestras de amor a sus hermanos, al territorio de la Real Audiencia de Quito y el actual Ecuador. Cuando falta casi un año para el cambio de gobierno, en febrero de 2021, el pueblo del Ecuador debe reflexionar con sensatez para escoger de mejor manera a sus representantes, empezando por el Jefe de Gobierno, representantes al Parlamento Nacional y otras autoridades regionales, a fin de lograr que sean los mejores hombres y mujeres quienes asuman lo que la Constitución y Leyes de la República les faculta.

Creemos una conciencia patriótica fundamentada en los principios de Espejo, Olmedo, Rocafuerte, Montalvo, Vargas Torres y otros de su talentosa alcurnia, que amaron al Ecuador sin límites y reclamaron el derecho a una educación de primera, salud oportuna y de calidad.