La tarea legislativa

Lenin Paladines Salvador

El próximo 7 de febrero de 2021 iremos a las urnas a rendir una prueba política, doctrinaria e ideológica, sustentada en una propuesta electoral; esto, en síntesis, es lo que significa el nuevo sistema de elecciones que nos han propuesto los honorables asambleístas; es decir, votar por: listas, en plancha, por un partido político, por una alianza, por un número, por un color; o, por los dueños de los partidos a los cuales entregaremos el poder.

Las preguntas son: ¿sabemos votar en el Ecuador? ¿Hemos aprendido a distinguir entre una propuesta ideológica y una demagógica? ¿Entre un candidato conceptualmente preparado y un politiquero excelentemente pre pagado? Lo cierto es que nos enfrentamos al poder de las mayorías, por ejemplo, escuché decir a un “Honorable” que en el Juicio a la Presidenta del CNE debió realizarse –lo que en derecho llamamos -pre judicialidad- en politiquería sería ¿tienen los votos?

Esto es lo que sucede en el Ecuador, lo podríamos llamar: la dictadura del voto, la dictadura del poder económico, la propiedad de las conciencias de los candidatos y un gran etcétera. En conclusión: no existen propuestas, no hay planes de desarrollo, no existen objetivos a ejecutar en la Asamblea o en cualquiera de las funciones del Estado o en todos los niveles de Gobierno.

En resumen, nos encontramos en una difícil encrucijada, si a esto sumamos aquella teoría de los “neo políticos” que sustentan su discurso en la creencia: “no existen ideologías”; y por tanto, hay que votar por aquellos que quieren ser partido pero sin partido político sino “un club de amigos de buena fe” -y eso no basta para entregar el poder- hay que empezar a educarnos políticamente si no queremos fracasar el próximo domingo siete del año venidero; para que esto mejore les deseamos: “buen viento …y buena mar. (O)

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