Lo ideal, sin duda, sería que los seres humanos dejemos de esperar fechas especiales para expresar amor y respeto. Pero, como somos imperfectos, no está tan mal que encontremos los momentos para mostrar nuestros sentimientos. El amor por nuestros hijos, por nuestros padres, por lo que hacemos y por nuestras luchas. Incluso en no celebrar San Valentín hay una declaración de intenciones que, en buena hora, habla de que el amor se debería conmemorar todos los días.
Hay tantas tristezas y guerras, e ideologías y religiones que nos dividen, que vale la pena hallar un momento para reconciliarnos y recordar por qué amamos a quienes amamos. Y por eso, pedimos a nuestros personajes que nos cuenten cuál fue su mejor San Valentín. ¡Feliz día!