Marlon Tandazo Palacio
Cuando parecía que al fin contaríamos en el país con un marco normativo generador de condiciones para el desarrollo ecuatoriano del emprendimiento, el Ejecutivo veta con 73 objeciones al proyecto de Ley de Emprendimiento e Innovación, enviado de vuelta a la Asamblea Nacional el 7 de febrero. La cuenta regresiva está en marcha para que, hasta el 7 de marzo, la Asamblea se pronuncie.
Entre otras observaciones el Ejecutivo cuestiona que: el beneficio de capital semilla se enfoque solo en innovaciones; se excluye al sector privado de la instancia de coordinación; se considerará como emprendimiento a un negocio menor a tres años; propone también eliminar el estatus de ley orgánica y en su lugar sugiere que se le denomine “Ley de Fomento al Emprendimiento y la Innovación”. A nivel institucional advierte una duplicidad funciones entre el Comité de Competitividad y Emprendimiento creado hace poco y, el Consejo Nacional de Emprendimiento e Innovación sugerido en el proyecto de Ley remitido desde la Asamblea.
Lo cierto es que no se termina de entender a qué juega el Ejecutivo, por un lado, maneja un discurso pro emprendimiento, mientras que por otro lado aplica trabas.
Así, -como se diría en términos futbolísticos- la burocracia juega “quemando tiempo” y casi sin hinchas (80% desaprueba la gestión del Presidente según Perfiles de Opinión), en la segunda mitad de un partido que está a poco del pitazo final. Con un detalle extra, el Ejecutivo no especificó los plazos para emitir un reglamento a dicha Ley; con lo que deja boquiabiertos a los emprendedores con un claro mensaje: “no contaban con mi astucia”. (O)
@marlontandazop