El poder de la corrupción

Jorge Zambrano Andrade

La corrupción ha entrado de lleno en la vida pública y privada del país, convirtiéndose, en materia fundamental de la vida ciudadana, y será objeto de los debates más enconados, ya que todos los ciudadanos tendrán que incorporar en sus respectivos ideales su posición y compromisos frente a la enorme crisis de valores que enfrenta el país.

Las persecuciones en nombre de la libertad llegaron al máximo, donde el ataque feroz, incansable y permanente en contra de opositores contrastó con la impunidad que gozan algunas personas e instituciones, que disfrutan de privilegios, protección y toda clase de beneficios, a cambio de su incondicional servidumbre, lo cual en nada incide en la moralización del país que continúa dando ejemplo de ilegalidad y vocación delictiva irrefrenable. No solamente es el poder político, el poder económico es igual o peor. Esta semana pude ver como a un ciudadano le negaban el pago de un cheque certificado que había depositado en su cuenta, correctamente endosado, los argumentos sobraban para justificar la podredumbre.

El tema de la corrupción se ha extendido para conservar el doble lenguaje y el contubernio ha continuado, ya que el sistema político mantiene una enorme influencia en la vida pública y económica del país, e intenta repetir el método de acusar a los enemigos, mientras encubre a los amigos, utilizando burlas y descalificaciones mediáticas como el instrumento más eficiente.

La dudosa independencia del poder judicial habrá de jugar un papel fundamental para el presente y futuro de la vida nacional, pues la legalidad, llega a actuar por consigna, cuando hay dinero o poder.

La judicatura, hoy tiene en sus manos la esperanza de los ciudadanos, para que ahí se establezcan las bases del gran cambio en el sistema moral, frenando a los poderes, políticos y económicos, y que la lucha contra la corrupción sea una realidad, sobre todo para aquellos que ejercen los poderes, que deberán olvidarse de los abusos para someterse a las leyes, dando el ejemplo de lo que el país necesita, si eso no ocurre, tampoco tendremos futuro, y nada se habrá logrado.

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