¿Todo gratis?

Diego Lara León

Siempre escuchamos de productos promocionados como ‘gratuitos’. Uno de los principales errores de los empresarios es realizar promociones que ofrecen productos gratis y no miden el impacto que tienen en la empresa.

Se debe realizar un análisis costo-beneficio, medir cuánto cuesta una promoción y compararla con el beneficio que se busca obtener, el beneficio no solo es el retorno financiero, también es el posicionamiento del producto, incremento de clientes, etc.

Hemos visto últimamente una estrategia desde lo público, sobre todo municipios y juntas parroquiales, de organizar eventos artísticos gratuitos.

Es importante analizar:

  1. ¿La inversión total del evento se justifica en al menos una cifra similar en movimiento comercial (ocupación de hoteles, uso de restaurantes, movilización, etc.)?
  2. ¿El evento musical es la única estrategia para dinamizar la economía del sector? No es la única, ni la mejor. Debe ser parte de una estrategia global.
  3. Los gobiernos locales tienen recursos escasos, ¿justifica “invertir” en estos eventos, teniendo una serie de necesidades fundamentales y urgentes sin resolver? A más de hacer un análisis costo-beneficio, recomiendo medir el costo de oportunidad.
  4. Si el Estado se pone a competir con empresas privadas que organizan este tipo de eventos, se genera competencia desleal. Un ente privado requiere un retorno financiero a su inversión, pero al tener un competidor público que ofrece lo mismo y gratis, simplemente el mercado se rompe y el cliente se “mal acostumbra” a que los eventos sean gratuitos.
  5. Se ha creado una conciencia colectiva que indica que la cultura debe ser gratuita, que no cuesta hacer cultura. Es un golpe mortal a la incipiente industria cultural. Estoy de acuerdo con democratizar el acceso a la cultura, pero ¿es correcta esa estrategia? (O)@dflara