Al virus por los cuernos

Hay muchas cosas que nos faltan aprender como sociedad y la llegada del coronavirus puede ser una preciosa oportunidad para subir un escalón. Es completamente comprensible que nos preocupemos por nuestra salud y la de nuestras familias, pero debemos demostrar que somos capaces de no entrar en pánico.

En primer lugar, hay que comprender que los índices de mortalidad del Covid-19 son realmente bajos. En Wuhan, la ciudad china donde todo se originó, el índice de muertes oscila entre el 2 y el 4%. Pero en el resto del mundo no pasa del 0,7%. Para tenerlo claro: el ébola, alcanzó un 40% de mortalidad. En la práctica las muertes provocadas por este coronavirus pueden llegar a ser 22 veces menores que las de otras epidemias o enfermedades.

En segundo lugar, debemos asimilar que la principal responsabilidad sobre el cuidado personal y familiar recae sobre nosotros mismos. Claro, está perfecto que también exijamos del Estado el cuidado de los espacios públicos, el control sobre los sitios de reunión y sobre los espectáculos; que garantice la infraestructura necesaria. Pero hay que poner de nuestra parte: mascarillas solo cuando se presenten síntomas, lavado correcto de manos permanente, uso de gel antiséptico y, sobre todo, mantener la calma, no ser nunca un agente el pánico.

Hay dos frases que siempre usan los abuelos en Ecuador que calzan perfecto en este momento: no hay que preocuparse, sino ocuparse del problema; o, dicho de otra forma, a tomar el toro por los cuernos. Solo que en este caso sería al virus por los cuernos.


Todo necio siempre confunde valor y precio”. Antonio Machado Poeta y prosista español (1875-1939) Desde los tiempos de Adán, los necios son mayoría”. Casimir Delavigne Poeta y dramaturgo francés (1793-1843)