Solamente queremos justicia

EDGAR QUIÑONES SEVILLA

Desde los inicios de las dos primeras décadas del siglo XX Esmeraldas empezó a dar muestras de su apego a las disciplinas conocidas del futbol, baloncesto y box, introducidos en esta provincia por los visitantes de un buque inglés que pusieron en juego el Escudo Cambriamg, nombre de su nave; el juego de la canasta inventado por James Nainsmith en la Universidad de Springfield, traído por el pedagogo esmeraldeño Ricardo Plaza Bastidas en 1917 y el box popularizado por varios amantes de la fistiana. Pero no solo dio eso Esmeraldas al Ecuador, fue mucho más.

De aquí salieron el primero y el segundo equipo femenino de básquetbol del Ecuador en 1928, con Gelma Villacrés, Delfina Jijón, Alba Cortés, Julia Elena Ortiz, Edilma Estupiñán, María Teresa Rueda, Carmela Campaín y otras. También aquí nació la primera estrella de atletismo, Carola Castro, la ‘Flechita de Oro’, campeona bolivariana y sudamericana en 1938 y 1939; los primeros campeones nacionales relámpagos de básquet: Lorenzo Jijón, Gonzalo y Álvaro Aparicio, Jesús y Federico León, Enrique Suárez y Tomás Rueda, entre otros.

El campeón nacional de salto largo 1947, Jorge Campaín; el campeón sudamericano de box 1949, Publio Rodríguez; dos de las campeonas bolivarianas de baloncesto femenino de 1951, Minia Moreno y Ana María Quiñónez; varios de los primeros mundialistas de básquet 1950, en Buenos Aires, Gonzalo y Álvaro Aparicio, Herminio García, Alfonso Quiñónez; los inigualables futbolistas Félix Segundo Márquez, Ítalo Estupiñán, Carlos Cañola, Guillermo ‘Chapa’ Echeverría y otros que siguen deslumbrando hoy al mundo.

Las integrantes del ‘Vendaval del Trópico’ Chile 68, campeonas bolivarianas de Maracaibo 70 y mundialistas y panamericanas 71, en Brasil y Colombia, Nubia, Pilar, Melba, Mercedes, Bertha, Piedad, Felipa, así como la ‘Máquina’ de Babahoyo, Dina y María, Beatriz, Dasne, Mariela, Annelly, Noralma, con otras que introdujeron desde el 68 en América Latina la defensiva-presión en toda la cancha, demostración de alta técnica y velocidad incomparables.

A estas glorias del Ecuador que hicieron entonar muchas veces el Himno de la patria, en el más alto mástil, no les quieren construir escenarios, ni siquiera repararle los viejos. ¿Será por miedo a que renazcan y que vuelvan a encestar 168 puntos a 14 como lo hicieron en Babahoyo 77 en un campeonato nacional? Los periodistas sumamos nuestra voz a los exdeportistas y los legisladores que nos representan en la Asamblea, para que prosigan la lucha emprendida contra los negligentes directivos nacionales y locales.