Coima, soborno, cohecho

CARLOS CONCHA JIJÓN

Son el mismo ropaje con que se embadurnaron correísmo, Alianza PAIS y Revolución Ciudadana, que actuaron como estrellas fulgurantes bajo un rayo de luz cegadora de infamante corrupción, con genio malévolo copado de ambición en una trama de violaciones de las leyes para saciar sus apetitos voraces de enriquecimiento, en un festín repugnante.

Hoy se estremecen nuestros sentimientos cuando se expresa en la presentación de la prueba testimonial y documental: “que apenas es la punta del iceberg”, declaraciones que nos permite determinar, que estos son los atracos más grandes en la historia del Ecuador, siendo relevante para la justicia cuando se afirma por parte de la perito técnico científica, tener una estructura criminal.

Resulta contundente que de las 160 personas que conformaban la prueba testimonial, con apenas 34 ya se estaría determinando la implicación del expresidente y sus más cercanos colaboradores, que hoy están siendo procesados. Es de considerar que estas afirmaciones sobre los presuntos malhechores, permitiría pensar en futuras sentencias contra aquellos que violaron las leyes y ofendieron a la colectividad ecuatoriana. Sin embargo, se prevé que nuevas pruebas entrarán en la tómbola de las investigaciones, que irán dando otras pruebas de culpabilidad que permitirían llegar a la verdad plena de este curioso y perverso entramado.

Además, resulta gravísimo que cuando continúan las investigaciones de esta organización y revisadas sus entrañas, se ha ido descubriendo que constituyó una monstruosidad delincuencial que ha sido calificada como una organización criminal, señalando el camino que permitirá conocer suficientes elementos de juicio y que se acertó hace algún tiempo cuando se manifestó que esta organización delictiva tuvo siempre un jefe, identificado como el expresidente, calificado como el ‘director de la orquesta sinfónica’ de la corrupción.

[email protected]