Salvatore Foti
Ecuador está enfrentando una de sus peores crisis económicas, sociales y de salud pública de las últimas décadas; pero todo está calladito. Cortinas de humo y una comunicación estatal efímera e irresponsable solo contribuyen a aumentar la percepción negativa por parte de gran parte de la población.
Tenemos un Gobierno que parecería ‘impreparado’ e improvisado -lo hemos dicho más de una vez- frente a todo lo que se nos viene.
Y como nuestros gobernantes son muy sensibles a los consejos y presiones que llegan desde afuera, entonces espero sean sensibles frente al ‘altísimo’ puntaje que nos hemos sacado en Riesgo País: casi 2.800 puntos, mientras escribo estas líneas.
La política de los expertos nos está llevando al colapso económico y, con el precio del petróleo, que es uno de los más bajos de los últimos años, todos entendemos que ahora se necesita un Gobierno fuerte y solvente y no de experto en buscar excusas para rehuir responsabilidades.
Despidieron a mansalva desde el sector público: no les importó hacerlo cerca de los feriados; solo les importaba cumplir con los grupos que los mantienen al poder. Tampoco les importó que se despidieran a empleados del sector de la Salud (esto podría revelarse muy pronto un error muy grave).
Lo del coronavirus no es chiste y requiere de preparación, personal y prevención. Esperemos que desde el Ministerio de Salud, por lo menos sobre este tema, se porten serios, inclusive mejorando e incrementando los puestos en terapia intensiva o garantizando un numero suficiente de equipos para la respiración asistida: en otros países, esto es lo que más hace falta.
Hasta hoy han sido buenos para quitar y criticar lo que otros han hecho, pero ahora ha llegado la hora de sumar, de dar, de hacer obras trascendentes -inclusive- más importantes que trenes playeros, canchas sintéticas o otras ‘grandes obras’ de las cuales ya prefiero ni acordarme.
Ha llegado la hora de demostrarnos y sacarnos en cara que todas las medidas hasta aquí tomadas, por el Presidente y su equipo, han sido las mejores.
Ha llegado la hora… de comprobar con hechos, más no con palabras o distracciones mediáticas, de que Ecuador está mejor que antes.