La mujer ecuatoriana en cifras

Diego García-Vélez

Es común observar el 8 de marzo de cada año una serie de eventos dedicados a celebrar el día internacional de la mujer, pero no menos común, es la organización de marchas a nivel mundial para levantar la voz sobre las injusticias que afrontan día a día las mujeres. Ecuador no es la excepción, es así que el pasado domingo, cientos de mujeres se congregaron en diferentes ciudades del país para levantar su voz en contra de la violencia, desigualdad, discriminación, incumplimiento de derechos y demás injusticias sociales.

Es inevitable actuar para combatir las injusticias que afrontan las mujeres, para lo cual, es necesario conocer su realidad, por ello, en este artículo se presenta algunas estadísticas que ayudan a comprender la situación de la mujer ecuatoriana, principalmente en el campo laboral.

Con datos de la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU) a diciembre de 2019, se identifica que el 51% de la población ecuatoriana son mujeres, de las cuales, 69% vive en el área urbana y 31% en la parte rural, mientras que, el 35% son niñas o adolescentes. En cuanto al nivel educativo, el 7% están en situación de analfabetismo y solo el 21% de las mujeres mayores a 18 años tienen o tuvieron acceso a la educación superior. El 25% de las mujeres se encuentran en situación de pobreza y el 9% en pobreza extrema.

En lo que respecta a las condiciones laborales, aproximadamente 3 millones cuatrocientas mil mujeres pertenecen a la población económicamente activa (PEA), de las cuales, el 64% tiene un empleo inadecuado y el 5% están desempleadas. Las principales ramas de actividad en las que trabajan son la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca (27%); y el comercio y la reparación de vehículos (21%). Solamente el 1% de las mujeres ocupan puestos directivos y el 10% trabajan como profesionales científicas e intelectuales, mientras que, el 32% son trabajadoras no calificadas o laboran en ocupaciones elementales. Su ingreso laboral promedio es de 300 dólares y el más común 200 dólares mensuales, ambos inferiores al salario básico.

Los datos ponen en evidencia la situación laboral de las mujeres, entonces ya es tiempo de cambiar los regalos y festejos por acciones que mejoren la calidad de vida de la mujer ecuatoriana y de la sociedad en general. No es cuestión de generar privilegios, sino de garantizar igualdad de oportunidades. (O)

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